Cinco socios de
la Cooperativa Vinícola de Villarrobledo presentaron una querella ante la
Fiscalía de la Audiencia de Albacete contra el ex vicepresidente provincial del
PP y ex número dos de María de los Dolores Cospedal en esta provincia, Tomás
Cabañero, en la que solicitaban la apertura de una investigación para comprobar
si existían indicios de delito durante su gestión al frente de esta entidad.
Esta nueva denuncia se sumaba a la interpuesta por la Junta Rectora de la
cooperativa por un presunto delito de estafa y apropiación indebida de varios
millones de euros.
Traemos al blog
este caso porque Tomás Cabañero, además de ex portavoz del PP en el
Ayuntamiento de Villarrobledo, fue presidente de la agrupación local del
partido, vicepresidente del PP de Albacete y vocal, por elección, del Comité
Ejecutivo regional que presidia María Dolores de Cospedal, quien en pleno
escándalo llegó a asegurar que, “a mucha
honra es el vicepresidente del PP en Albacete y, lo digo, a mucha honra, que ha
creado y ha mantenido muchos puestos de trabajo y algunos ahora quieren olvidar
eso”, para añadir días después de que ella y Mariano Rajoy visitaran la
cooperativa a la que presuntamente Cabañero ha estafado, “es la cooperativa la
que le debe dinero a él”.
Tomás Cabañero
dimitió de todos sus cargos “por razones
personales” y Cospedal dio órdenes de no hablar de él. Es como si en el PP
se lo hubiera comido la gaviota, aseguraba un militante de Villarrobledo. No
así para el grupo de socios de la Cooperativa Vinícola de la localidad, que llevaron
de nuevo el caso ante la Fiscalía después de que un informe revelara que
durante su mandato Cabañero desvió presuntamente fondos de la entidad para
financiar de manera irregular la empresa de su propiedad, Martínez Solé,
dedicada a la fabricación de depósitos.
La denuncia,
que se unía a otra querella de la actual Junta Rectora de la Cooperativa por un
presunto delito de estafa y apropiación indebida, se basa en el informe
elaborado por la directora financiera, Dolores García Haro, en el que se dice
que Cabañero autorizó pagarés a favor de su empresa por un valor superior al de
los trabajos encargados por la cooperativa. Un desfase, según García Haro, que
en algunos momentos superó los cinco millones de euros y que dejó a la entidad al
borde de la bancarrota.
El asunto no
tendría mayor relevancia si Cospedal no hubiera catalogado de empresario
“modélico” a un hombre que poco antes había despedido a la mitad de su
plantilla (350 trabajadores) sin haberse acogido a un expediente de regulación
de empleo. Un empresario que fue investigado por la Inspección de Trabajo y
que, según publicó el diario La Tribuna, ha dejado en Caja Castilla-La Mancha
un agujero que ronda los 20 millones de euros.
Estos empresarios
modélicos tienen una rara habilidad, cual ave Fénix renacen de sus cenizas y
reaparecen encumbrados de éxito social y económico. Nadie recuerda si dejaron
arruinadas a centenares de familias o a una caja de ahorros, la memoria queda
para el pobre infeliz que no puede pagar su hipoteca o la cuenta de la tarjeta
de crédito. Para los desgraciados el oprobio y la reprobación eterna, para los
inmorales modélicos el pan y la sal.
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