El pasado 31 de agosto, coincidiendo con la censura y cierre de las emisiones en Radio 3 de su excelente programa “Carne Cruda”, el director del mismo firmaba un impecable escrito en El Diario en el que exponía las sinrazones por las cuales el nuevo responsable de esa emisora pública acababa con uno los mejores espacios radiofónicos de los que disfrutaban los oyentes de Radio Nacional de España (RNE). Javier Gallego había logrado, en el transcurso de solo tres años, un programa crítico, independiente y políticamente incorrecto sobre la realidad social de este país, cuyo formato y contenido satisfacían a una audiencia cada vez más creciente, audiencia que, a partir de este nuevo curso, como ha sucedido con otros solventes programas de la radio pública eliminados por el gobierno de Mariano Rajoy, ha quedado huérfana y, probablemente, haya abandonado como protesta silenciosa el dial de RNE hasta mejores tiempos, sin saber adó...