Si algo garantiza Cospedal a un bloguero es “divertimento”. Ahora que los medios de comunicación andan más ocupados que nunca en mendigar subvenciones, gustosamente obligados la mayoría a callar los trapos sucios en la excapital del reino, los blogueros hemos encontrado un filón inagotable en las cañerías que vierten los detritus de Fuensalida y los elitistas “cigarrales”. Lástima que la mayoría de esta basura termine sin depurar en las aguas del Tajo y los toledanos a lo suyo, a sumarse al cambio. Entre los últimos affaires protagonizados por la emperatriz de Barataria, atentos a las novedades en la privatización de hospitales que publicaremos próximamente, brilla cual jueves santo el de las obras de remodelación de su cigarral. Aquella mansión que los prospedal compraron por apenas 2’5 millones de euros para ahorrarle a los castellanomanchegos los gastos suntuarios de residir en Fuensalida. No importa que el gobierno de Barreda dejara el palacio de Fuensalida totalmente restau...