“ Hay un complot internacional en marcha que tiene como objetivo llevar a cabo la destrucción de mi país. Hoy intentan exterminarnos mediante el paro, el hambre y la miseria. Si el pueblo griego no se subleva para detenerles, el riesgo de desaparición de Grecia será real ”. (Mikis Theodorakis, 12 de febrero de 2012). Ciprés de la Plaza Sintagma donde el 4 de abril de 2012 se suicidó el farmacéutico Dimitris Christoulas. En unas elecciones legislativas presididas por el desencanto, la abulia y el miedo, los griegos han ido a votar con rabia y han optado por no dar la mayoría absoluta a ninguno de los partidos en liza, aunque tanto la extrema izquierda como los neonazis hayan conseguido su ración de tarta parlamentaria, y aunque no esté nada claro lo que pueden hacer con ella. A pesar de la desgana, 9,8 millones (de cerca de 11) de griegos han ido a votar, optando mayoritariamente por partidos que han hecho campaña contra la austeridad impuesta...