El Tramabús recorre las calles de Madrid Así como algunos han estado a punto de perder el "tramabús" (al final han llegado a tiempo), otros -muchos más- estamos en ciernes de perder, si no ponemos remedio, el autobús de la historia y de la normalidad política. Y es que, si nuestra situación política es normal, que venga Dios y lo vea. Salvo que consideremos normal esa normalidad que irradia Rajoy, que nunca sabe uno si es la normalidad del ciudadano medio, o la raíz cuadrada de la corrupción elevada al cubo. A lo mejor, cuando le interroguen los jueces, nos lo aclara. El caso es que uno visualiza, quizás cinematográficamente, al PP de Madrid, con Aguirre y toda su tropa acudiendo presurosa y billete en ristre, a la estación del tramabús -a punto de salir en su viaje concienciador- gritando desesperadamente que les esperen. Y lo cierto es que han llegado, por los pelos, pero han llegado. Puntuales a la cita. Como era de esperar. Y para que no sobre mi falte n...