Resulta paradójico que nuestros gobernantes intenten tranquilizar sus conciencias con gestos de arrepentimiento de cara a la galería. Una y otra vez repiten como un mantra que les apenan unas medidas que causan tanto dolor, pero no tienen otra alternativa . La cosa tendría su gracia de no ser porque el dolor lo están sufriendo los más débiles e indefensos y es a costa de ellos y de los derechos conseguidos con siglos de esfuerzos y sacrificios con lo que se está haciendo negocio. Los gimoteos son fingidos, apenas una pose, en realidad es pura ideología ocultada en el argumento falaz de la herencia recibida y en que no hay otra salida que el dolor. COSPEDAL anunciando productos de CLM No me corresponde a mi contraponer la verdad de la gestión a la falacia de la herencia recibida pero los silencios cómplices no me dejan seguir callado y conviene recordar la influencia que en la herencia dejada tuvieron la burbuja inmobiliaria y las hipotecas basuras-quiebra de Lehman Brot...