José Manuel Soria, Mariano Rajoy y Dolores Cospedal Aquellos primeros días de septiembre, Mariano estaba de un pésimo humor. Había perdido las gafas y la investidura. Para colmo, tenía reunión a las ocho treinta con María Dolores, con lo bien que estaría yo ahora dando un paseo por el monte, pensó. Entró la secretaria general, perfecta, recién salida de la peluquería a las ocho de la mañana: - Hombre María Dolores ¿qué te trae por aquí? - Mariano, que tenemos una reunión - Ah, sí, ya recuerdo: ¿en qué nos quedamos la última vez? - Igual que la anterior, Mariano, con el regeneracionismo - ¡Ah sí!, eso lo estudié yo con los jesuitas en León, a ver, el regeneracionismo de Joaquín Costa tras la horrible pérdida de nuestras colonias de ultramar: "Escuela, despensa y siete llaves al sepulcro del Cid". Recuérdame que utilice la frase en mi próximo discurso, señor Sánchez, escuela, despensa y siete llaves...Lo apunto: ¿en qué estábamos, María Dolores? - Mariano, por Dios, que he...