Según Carlos Villar Esparza en su artículo ‘Mitología popular del Campo de Montiel’ es un posible descendiente de alguna antigua deidad, y de pésima fama al igual que el Tío Lobo , la Mano Negra y el Camuñas , y como ellos es utilizado como asustaniños. Al Bú se le representa como “un gigantesco búho antropomorfo de color negro y grandes alas, primo hermano de la lechuza, que se bebe los aceites de las iglesias. De enrojecidos ojos, grandes como platos soperos, que paralizan de terror a sus víctimas. Su pico es afilado como cuchillas y sus garras son como trampas loberas de donde es imposible huir. Aquel que era cogido se daba por muerto. Entraba por las ventanas para llevarse a los niños despiertos a su escondrijo, normalmente oscuras grutas en encinares”. Recordemos que la encina era un árbol sagrado para los celtas. Era costumbre que en noches cerradas, en las que los niños díscolos no querían dormir, las madres y abuelas abrieran las ventanas de las habitaciones y a gra...