Presentacion de los acuerdos de 2005 sobre presupuestos participativos El movimiento ciudadano (las asociaciones de vecinos) se configuró como alternativa ciudadana de participación activa a finales de los 70. Tal fue su empuje que ciertos partidos políticos hicieron ímprobos esfuerzos por controlarlo y domesticarlo para que nada perjudicara a la “modélica transición”. A pesar de la intromisión partidaria, las asociaciones de vecinos resistieron y canalizaron activamente durante un tiempo las reivindicaciones vecinales sobre los problemas del barrio y/o el municipio. Pero el poder local no había jugado su última baza: el control económico de las AAVV. Las sucesivas corporaciones locales, independientemente del alcalde de turno, invirtieron jugosas cantidades económicas en forma de subvenciones a cambio de una foto o del apoyo a su gestión. Cuando el dinero no era suficiente se recurría a las prebendas cortijeras en forma de trato de favor o a las inversiones en infraestructura...