martes, 23 de junio de 2015

BANQUEROS "PATA NEGRA"

El presidente del BBVA advierte que “los populismos pasan facturas muy largas y tienen las patas muy cortas”.  Francisco González impartía un curso en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander que se llamaba El nuevo modelo económico; lecciones de la crisis.

Ayudas públicas a la banca española
Si alguien está legitimado para dar lecciones sobre la crisis es un banquero. No solo han conseguido que la ciudadanía se hiciera pagana de sus desafueros. Además han seguido manteniendo sueldazos y privilegios por parte de unas entidades rescatadas con dinero público en plena recesión. ¡Tiene cuajo el asunto! Mientras el populacho se iba empobreciendo a causa de los recortes impuestos para abonar la orgía financiera, los banqueros se permitían el lujo de pontificar sobre la necesidad de rebajar los salarios de los trabajadores o suprimir las ayudas sociales.
Ellos no tienen las patas cortas. Provienen de estirpes familiares bien nutridas durante generaciones. Son más bien de pata negra. Y otra cualidad anatómica que les diferencia es tener la mano larga. La de pillar la pasta de la plebe.
La misma plebe a la que se refiere con paternalismo despectivo cuando asevera: “Las personas que más han sufrido con la crisis son más vulnerables al populismo”. Pues va a tener razón el señor banquero en que los desahuciados,los parados o los trabajadores que cobran salarios de hambre son más vulnerables a un discurso que habla sobre justicia social y un equitativo reparto de la riqueza que al que vienen escuchando hasta estos días. Somos así de simples los parias de la tierra. Pero Francisco González, que es un tío ilustrado y muy leído, hace una llamada a la “sensatez” recurriendo a Shakespeare: “No hay atajos ni fórmulas mágicas. Hay que atenerse a lo que hay. Lo demás es el sueño de una noche de verano”. La cuestión es que, lo que hay, es una pesadilla para la clase trabajadora. Y una de las lecciones que algunos han aprendido de esta crisis es a despertar de esa realidad virtual inmutable e incuestionable que nos venden los gurús de la economía.
A despertarnos de su pesadilla. Soñar es parte del proceso. Pero además va a hacer falta mucha generosidad y trabajo para que germinen esos sueños.
Yo no se si es populista imaginar una sociedad más justa y equilibrada y empujar para lograrla. Sabemos que no hay hatajos y que, por el contrario, el camino va a estar lleno de trampas y emboscadas. Sabemos lo que hay perfectamente. Algo más de un billón que los banqueros de pata negra deben a la ciudadanía en concepto de la extorsión de la que fuimos objeto para tapar sus trapacerías. No se nos olvida mientras les oímos hablar de lo malos que son los populismos y lo tontitos que pueden llegar a ser los pobres. A ellos les ha ido muy bien con gobiernos más tradicionales. Más como dios manda y el FMI dispone. Ahora la cosa se está poniendo al rojo vivo y temen que sus jugosas patas acaben pisando el fango.
Un lejano clamor de piaras de bellota se escucha en lontananza. Una música inquietante para cualquier noche de verano. A mí me recuerda más al “Silencio de los Porcinos”. ¿O no era ese el título? Aunque silencio, lo que se dice silencio, no están guardando las criaturas. Chillan y chillan ante la expectativa de que alguien pueda quitarles el chollo. Eso sí que les roba el sueño. Eso es lo que está  provocando sus pesadillas.

Ana Cuevas Pascual

martes, 16 de junio de 2015

"AVANZA LA ALEGRÍA DERRUMBANDO MONTAÑAS"

En la constitución de los nuevos ayuntamientos, allá donde los movimientos sociales y ciudadanos han conseguido llegar al gobierno, ha predominado una emoción: la alegría.

Ada Colau y Manuela Carmena
En Cádiz, Madrid, Barcelona, Zaragoza… una explosión de felicidad acompañó la toma de cargos de alcaldes y concejales. La gente no celebraba una victoria política. El sentimiento nacía de la oportunidad de ser sus propios jefes. La ciudadanía autogobernándose y abandonando un modelo de política “privatizada” que tantos derechos sociales, laborales y humanos ha arrasado. En realidad, la democracia en su esencia más pura. Con sus defectos y virtudes, como la propia sociedad.
Los discursos de Manuela Carmena, Ada Colau  o Pedro Santiesteve abordaban cuestiones como la paralización de los desahucios y la remunicipalización de servicios públicos. Un mensaje inquietante para los que han hecho de la especulación y las mordidas su estilo de vida. ¿Y si estos hippies revenidos nos revientan el negocio? La alarma ha saltado en algunos sectores. Pero, si ya les acusaron de pro-etarras y discípulos de ISIS durante la contienda electoral, ¿qué argucias emplearan ahora?
Lo cierto es que no todos llevan bien la manifestación popular de alegría por la composición de los nuevos consistorios. Será porque tampoco llevan bien la comprensión de los fundamentos de un estado democrático. Ni de lo que significa ser un servidor público. Ni tampoco les interesa la ética, ni la pulcra gestión del bien común que requieren estos cargos.
Nuestra alegría los tiene encabronados. De manera instintiva entienden la relación entre nuestro júbilo y el cambio de modelo. Un cambio que pone la mirada en democracias participativas como las escandinavas en las que las consultas populares están a la orden del día. ¿Les parecen bolivarianos el modelo danés o el finlandés?
Avanza la alegría derrumbando montañas– escribió Miguel Hernández. Y montañas se levantan frente a nuestra alegría. Toda una cordillera de oscuros intereses, de tristezas corrompidas.
Festejamos haber salido del llanto. De la resignación bovina causada por la herencia franquista que se había grabado en nuestro adn. “Hagan como yo- dijo Paquito- no se metan en política”. Pero nos hemos metido. Por mera supervivencia. Y sabemos que no será sencillo. Sin embargo, pese a las amenazadoras cumbres borrascosas, la risa nos eleva. Nos hace libres.
La libertad, como la democracia, implican una gran responsabilidad. Pero es inevitable mostrar alegría por poder sentirte dueño de decidir tu destino. Nuestra alegría no pretende ser un arma arrojadiza. Al que le hiera, tendrá sus razones. Poco claras, poco transparentes. La cosa es muy seria, de eso no tengo duda. Algunos ven peligrar el entramado que engorda su buchaca.
Y yo… Me alegro seriamente lo mismo que el olivo.


martes, 9 de junio de 2015

¿HABRÁ UNIDAD POPULAR EN OTOÑO?

Lo más repudiable y viciado de la izquierda es su sectarismo. La historia de este país está llena de las miserias y tragedias que ese sectarismo ha ocasionado en periodos en que la unidad hubiera sido fundamental para hacer frente a situaciones en extremo dramáticas para aquellos ciudadanos que confiaban en alternativas progresistas. Cuando se leen con ánimo crítico y criterio científico determinadas páginas de ese pasado -tal como llevo haciendo desde muchos años atrás-, no se puede evitar un hondo desasosiego ante hechos tan significativos como el golpe de Estado del coronel Casado en el mes de marzo de 1939, cuando trató de pactar con Franco un final a la Guerra de España que el general felón estuvo muy lejos de cumplir.

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Francisco Frutos en la noche del 24M
En aquella situación desesperada que vivía entonces Madrid era en verdad casi heroico mantener, como proyectaba Juan Negrín, una resistencia a toda costa a la espera de que se desatara el conflicto europeo que hiciera posible el apoyo de los países democráticos implicados. Las guerra intestina entre casadistas y comunistas, que puso punto final a la lucha del ejército republicano contra los golpistas del 18 de julio de 1936 en las últimas semanas de la guerra, debería ser un capítulo a tener muy en cuenta por parte de aquellos que, en periodo de paz, mantienen pugnas ideológicas por defender unas siglas o imponer unos postulados cuya resultante es la desunión e incluso la agresividad dialéctica.
Acabamos de comprobar, en las pasadas elecciones municipales y autonómicas, que los procesos de unidad popular llevados a cabo en Galicia, Madrid, Barcelona y Zaragoza en común han cosechado unas excelentes resultados en las urnas, mientras que las siglas de Izquierda Unida por sí solas -salvo en Asturias- han fracasado estrepitosamente. Parece lógico, por lo tanto, que tanto el coordinador general de la coalición como el candidato a la Presidencia del Gobierno -los señores Lara y Garzón- apunten a la unidad popular como estrategia para presentarse a los próximos comicios generales de otoño. Lara, que hasta el pasado 24 de mayo se mostraba reticente, coincide ahora con Alberto Garzón en esa alternativa, que contaría con el apoyo de la mayoría de las federaciones y del PCE, si bien algunas (Navarra, Euskadi, Canarias, Extremadura y Castilla-La Mancha) no comparten ese criterio. Tampoco lo comparte Izquierda Abierta -más siglas- y la federación de Asturias, donde IU ha conseguido unos buenos resultados, si bien estaría dispuesta a acatarlo según decisión de la mayoría de federaciones.
Desde el nacimiento de Podemos he podido comprobar, como votante habitual de Izquierda Unida, que mi postura dando como bienvendido y necesario el surgimiento de ese partido arraigado en el 15-M me ha valido acervos reproches por parte de amigos y compañeros a los que estimaba mucho. En algunos casos, las discusuiones han sido profunda y decepcionantemente desagradables. Que eso ocurra entre quienes defendemos unas ideas progresistas y emancipadoras, sin más interés que el de lograr un país más equitativo, más democrático, más decente y sin merma de los derechos sociales y libertades conquistados por quienes nos precedieron en la consecución de esos logros, resulta tan descorazonador ahora como debió serlo -con mucho mayor motivo- cuando se estaba decidiendo en las trincheras el porvenir de España.
Pero lo que más desespera y enoja es el espectáculo que esa izquierda sectaria ofrece a quienes, desde tan poderoso entramado como el que constituye la dictadura global de los poderes financieros, asisten complacidos a las pugnas intestinas de quienes pretenden enfrentarse a sus desaguisados. Espero que Madrid y Barcelona, sobre todo, esas dos grandes ciudades en donde una unidad de la izquierda ha primado sobre siglas, egotismos y sectarismos varios para hacer posible una nueva gobernación, demuestren en los próximos meses que los votantes que la han hecho posible no se han equivocado y serán muchos más en las próximas elecciones generales. Para eso es preciso que la alternativa de la unidad popular triunfe sobre las más viciadas y repelentes taras que históricamente la malogran o impiden.

Félix Población. Periodista y Escritor

Publicado en Crónica Popular

sábado, 6 de junio de 2015

HANNAH ARENDT Y LA TERRIBLE BANALIDAD DEL MAL

HANNAH ARENDT Y LA TERRIBLE BANALIDAD DEL MAL

Tras el 24 M

Julio Anguita González. Ex secretario general del PCE y ex coordinador federal de IU

Julio Anguita
Después de la alegría en unos casos, la euforia en otros y el regusto generalizado de una decepción como fondo por los resultados obtenidos en las elecciones autonómicas y municipales ,se impone un reflexión no sólo sobre lo ocurrido sino, y fundamentalmente, por lo que puede ocurrir más allá de las próximas elecciones generales. En consecuencia voy a apuntar una serie de incipientes consideraciones.
Aunque el PP ha sufrido una gran sangría de votos no es menos cierto que todavía sigue siendo el partido más votado. Esta realidad debe llevarnos a una reflexión acerca de la magnitud de la incidencia de la corrupción sobre una masa de votantes del PP. Asumamos que el patriotismo de partido o de ideología es casi inmune, por ahora, a la concienciación y a la ética.
El PSOE sufre el mismo proceso aunque de menor cuantía. Sirve también para él (salvando distancias numéricas) la misma consideración.
En consecuencia, el bipartito ha sido ligeramente arañado pero su fortaleza es evidente. El bipartito mantenedor de la actual UE, la reforma constitucional del artículo 135 de la Constitución, la política exterior, la OTAN, la filosofía económica y laboral, etc. sigue siendo el adversario a batir; aunque en determinados momentos, como el actual, nos veamos obligados a optar con todos los matices, condiciones y requisitos necesarios. Sin que nos olvidemos, sobre todo, de los electores. No estamos ante una batalla importante sino ante una escaramuza que merece un tratamiento específico y diferenciado pero siempre dentro del marco de la estrategia general- si se tiene – y sus objetivos. Quiero decir que el necesario desalojo del PP en las instituciones no puede servir de coartada para explicitar nuevas reediciones del “Juntos podemos”.
Por tanto en aquellos lugares y circunstancias en los que el PP pueda ser relevado, el discurso del “frente de la izquierda” (incluyendo en la misma al PSOE) debiera ser cambiado por el de “acuerdo antigubernamental” y, por supuesto, con los contenidos programáticos y líneas éticas que lo constituyan y justifiquen.
Plantear desde ya la formación de una unidad popular, contrapoder, mayoría o convergencia con la vista puesta solamente en las elecciones generales es de difícil encaje y viabilidad. Desde mi punto de vista, el horizonte bajo el que se debe hacer propuestas, mensajes y operaciones tendentes a la unidad es el de pasado mañana; es decir el del día D+1. Hago esta afirmación basándome en las declaraciones de dirigentes políticos que entienden la unidad como la incorporación a sus filas sin más.
Si el objetivo de la Unidad Popular se presenta como una operación puramente electoral la derrota está ya garantizada. La Unidad Popular o como quiera llamarse la constitución de la mayoría en contrapoder, exige de programas, valores, convergencia de movilizaciones, presupuestos éticos comunes, plazos, paciencia, etc. etc. etc. Pero además hay dos condiciones sin las cuales todo puede venirse abajo:
  1. La coincidencia en definir al adversario o al enemigo. Sin ello no son posibles estrategias, tácticas y alianzas posibles.
  2. La coincidencia en las líneas fundamentales de la administración de la hipotética victoria. Se trata de ir alcanzando la cultura de gobierno alternativo.
Por otra parte las organizaciones que apuesten sin retrancas por el proceso deben saber que tiene que adecuar sus esquemas de todo tipo a esta nueva política. En esta hora no caben operaciones de cálculo ligadas exclusivamente a la supervivencia de aparatos y discursos que se tienen como fin a sí mismos. Y una última reflexión.
Si todo esto se lleva a cabo desde ya, tras el debate limpio y generalizado es posible (¿y probable?) que pueda llegarse a un momento electoral que de verdad quiebre al bipartito. Empecinarse en siglas excluyentes o en operaciones electorales sin base concreta y sin objetivos de gobierno alternativo es darle al bipartito tiempo para restañar las leves heridas sufridas.

viernes, 5 de junio de 2015

CUANDO LA "ESPERANZA" ES UN ESPERPENTO

Viendo el programa de Wyoming confirmé la sospecha que rondaba hace tiempo mi cabeza. Fue gracias a la interpretación que el  psicoanalista Carlos Fernández hizo de las últimas ocurrencias de doña Esperanza Aguirre y sus erráticos cambios de criterio. ¿Qué tiene la condesa que de su boca de fresa (ácida tirando a corrosiva) brotan disparates como si no hubiera un mañana?
Esperanza Aguirre "nerviosa"
El diagnóstico del especialista no podía ser más revelador. Aseguró que tal comportamiento solo podía deberse a una enajenación mental fuerte. Un estado que definió como “síndrome de omnipotencia en las ideas”. Algo que ocurre cuando el individuo/a sufre un violento shock porque su visión de la realidad no coincide con la opinión que otros manifiestan.
Entonces comprendí que dicho mal debe ser altamente contagioso porque lo de Aguirre no es un caso aislado. Es cierto que parece difícil superar el listón de la lideresa engendrando delirios paranoicos sobre soviets que pretenden tomar los distritos españoles provocando el hundimiento de la democracia occidental. O ese empecinamiento en relacionar con ETA cualquier linea de pensamiento que discrepe con la suya. La mentira (disfrazada de campechanería chulapona y cañí) ha sido el motor de su carrera política. Y le ha funcionado en muchas ocasiones. Es curioso escuchar a algunas personas hablando de la amenaza bolivariana que supone Podemos. Sobre todo si consideramos que, muchos de los que repiten este mantra, serían incapaces de señalar Venezuela en un mapa y no tienen pajolera idea de quién era Bolivar. ¿Serán víctimas colaterales de la enfermedad de Espe?
Pero como ya he apuntado, doña Espe no es la única que está flipando en colorines. La concejala valenciana de cultura, Nuria Losada, ha dado un salto cualitativo en lo referente a la emisión de despropósitos. La pobrecica ha expresado en las redes sociales su preocupación por la quema de conventos y violaciones de monjas que va a acarrear el ascenso de la izquierda a su enajenado entender. Y esto no es nuevo. El ¿periodista? Hermann Tertsch ya vaticinó hace unos meses observando los posos del café que, de llegar Podemos a tocar poder, Iglesias y su banda de desgarramantas matarían a la gente por cuestiones políticas.
Es duro comprobar que existe un mal endémico entre el facherio nacional que les obliga a desvirtuar la realidad para ajustarla a la enfermiza lógica de sus desquiciadas mentes. Pero al menos resulta menos grave pensar que esta sarta de barbaridades ponzoñosas no son fruto de la soberbia absolutista sino de algún trauma infantil o de la falta de oxígeno en el momento del parto. Porque si no estuvieran tan malitos se podría pensar que están insultando la inteligencia de la ciudadanía inventando estas carroñas con el único fin de recuperar el poder que han perdido por su pésima gestión. Pero no seamos malpensados. Nadie en su sano juicio haría como Esperanza Aguirre: criticar el programa de Manuela Carmena (pese a reconocer que no se lo ha leído) a la par que admite desfachatadamente que ella misma se presentaba sin programa para que la oposición no pudiera acusarle luego de no haberlo cumplido.
¿No es cosa de locos? En fin, quizás exista una terapia colectiva o alguna vacuna que pueda solucionar el problema de esta gente. De haberla, propongo que se la dispensen con mayor diligencia que se hizo con los enfermos de hepatitis C. Por mera humanidad. Porque aquí, ya casi no nos quedan científicos para descubrir una cura. Tuvieron que levantar el vuelo hacia otras tierras a causa de la insensatez con que se recortó en sus proyectos de investigación. Pues eso, cosas de locos.

lunes, 1 de junio de 2015

24M. PAISAJES DESPUES DE LA BATALLA

Mordido espacio, tropa restregada
contra los cereales, herraduras
rotas, heladas entre escarcha y piedras,
áspera luna.
Pablo Neruda: Paisaje tras la batalla.
Votando en las elecciones del 24M
Todos ganan. Nadie pierde o nadie se siente culpable de la derrota. Se echan balones fuera o se buscan culpables dentro y fuera de la “casa”. Se festejan triunfos de batallas sin pensar en el resultado de la guerra…, son ejemplos recientes de cómo reaccionan nuestros personajes públicos, líderes y lidercillos, ante los resultados cosechados el 24M.
El PP se deja 2’5 millones de votos aunque se presenta como ganador. El PSOE obtiene el peor resultado de su historia pero se considera triunfador gracias a que el PP está hecho unos zorros. Podemos presume de ser decisivo aunque se queda muy por debajo de sus iniciales expectativas. Ciudadanos concentra su presencia en algunos grandes núcleos urbanos y también se siente ganador. IU hace las cuentas a medias y presume de resultados municipales ya que los datos de las autonómicas son demoledores. UPyD se inmola junto al ego de Rosa.
Al margen de lo que afirmen quienes tienen la necesidad de falsear la realidad para hacerse necesarios y esconder sus fracasos, aportaremos conclusiones irrefutables por el peso de los datos: el bipartidismo ha sido derrotado en las urnas por primera vez pero sigue siendo una amenaza real; solo las candidaturas de unidad popular han sido capaces de competir y ganar al bipartidismo; la distancia entre la ciudadanía y ciertos dirigentes de partidos clásicos es cada día mayor y mientras estos ven en el partido una herramienta para su “modus vivendi”, aquellos solo lo consideran parte de la “caja de herramientas”. La incapacidad de los aparatos partidarios para percibir la realidad tal cual es, no como ellos la ven, posibilita el inicio de la cacería hacia quienes consideran responsables de su “no derrota”.
Alberto Garzón es ahora el trofeo que los ultras de IUCM quieren lucir en las paredes de su salón. Raquel López, que debería pedir perdón por el ridículo 1’7% de los votos, no asume culpa alguna y pide que IUCM declare a Alberto persona non grata y por ende no encabece la lista por Madrid para las generales del próximo otoño. Bien haría Raquel en tener un instante de decencia y marcharse a su casa para no seguir haciendo daño. Otro tanto deberían hacer, poeta oportunista y escritora resentida incluidos, quienes han tenido la ceguera de no ver lo que estaban pidiendo los madrileños: la unidad popular. Concluyamos que si los secuaces de Pérez y Gordo no hubieran torpedeado las candidaturas de Tania y Mauricio, y con ello la unidad popular, el resultado habría situado a la izquierda como primera fuerza en municipales y autonómicas, y a IU como agente protagonista de ambas mayorías. Su ceguera ha tenido el premio merecido: el duelo tras el entierro.
Llamazares es otro particular analista de la realidad. También culpa a Alberto del fracaso de IU en Madrid, Extremadura, Murcia y Comunidad Valenciana; en este caso por no hacer campaña junto a quienes negaban el pan y la sal a la unidad popular. ¿Lo considerará también responsable del éxito de las candidaturas unitarias? Si Llamazares dijera la verdad por una vez en su vida confesaría que quiere la cabeza de Alberto para vengarse del PCE por obligarle a dimitir en 2008 de su cargo de Coordinador Federal. Gaspar ha mostrado sus cualidades de superviviente durante estos años. Sobrevivió a los fracasos de 2001 y 2004, donde redujo la representación de IU a una única acta de diputado, la suya; y ahora, cansado de jugar en la liga de los diputados rasos, traslada sus reales a Asturias en busca de mayores glorias personales. Gaspar, no sé si habrás reparado en que eres la cuarta fuerza del parlamento asturiano y has perdido dos puntos respecto a 2012.
Descendiendo a lo local encontramos personajes de perfil parecido a Llamazares y a los siniestros Pérez y Gordo. Dirigentes locales y regionales de IU en Castilla La Mancha son un calco de quienes apuestan porque sus siglas perduren en el tiempo porque asi perduran también sus míseros privilegios: sueldos de liberado y/o estatus del cargo electo. Solo así se explicaría la torticera maniobra de “comprar” la marca Ganemos para camuflarse de convergente y engañar al electorado. Antes, unos y otros, se dedicaron a torpedear todas las iniciativas de unidad popular con maniobras dignas de la mafia siciliana, incluyendo incumplimiento de resoluciones y primarias amañadas.
Algunos, los de mirada corta, hacen balance ganador y presumen de resultados. Analizan solo una parte de los datos: los municipales, donde no han tenido competencia por la izquierda. Es verdad que en algunos municipios han conservado lo que tenían o subido ligeramente, pero en esos mismos municipios han sufrido un fuerte varapalo en las elecciones autonómicas. El caso de Puertollano es paradigma de ese fracaso, pues la diferencia del voto municipal al voto autonómico arroja una pérdida de 2770 votos. ¿Serán conscientes de que tres de sus cuatro concejales son prestados?

M. Félix

SUMAR, EL ENÉSIMO DISPARO DE FOGUEO CONTRA EL RÉGIMEN DEL 78

Tras la muerte de Franco, ninguno de los movimientos de izquierdas impulsados desde el PCE ha puesto en riesgo el sistema, es más, ni siquie...