miércoles, 20 de julio de 2022

MUSEO DE LA CAZA. EL MUSEO DEL 3%

El lobby cinegético lanza una campaña de recogida de firmas a nivel europeo para presionar a Bruselas para que deje, según ellos, de ir contra los cazadores y les permita gestionar la fauna salvaje a base de sangre y balas. Quieren seguir esquilmando especies salvajes de nuestro Patrimonio Natural como el #LOBO. Una actividad que año tras año mata a millones de animales reduciendo en alguna especies a sus poblaciones bajo mínimos. Sin mencionar las miles de vainas de plástico de los cartuchos que dejan en el campo durante las batidas o la contaminación por plomo que generan en el medio natural. Es sin duda una de las actividades humanas que están contribuyendo a la crisis de pérdida de biodiversidad que estamos atravesando a nivel nacional e internacional. En la unión europea son cazadores 5.000.000 de personas lo que es un 1,1%, de la población en España son cazadores el 1,4%, en Castilla la Mancha un 4% y en Ciudad Real 2,3%, todos estos datos según las organizaciones de cazadores que ya sabemos son poco de fiar.

Estamos de acuerdo que los cazadores mueven muchísimo dinero. Según José Luis Garrido Martín Director General de FEDENCA, en una publicación subvencionada presentada en un foro subvencionado, el dinero generado por la acción de cazar las especies de caza menor alcanzaría los 741.000.000 €, mientras que el inducido por la caza mayor es de 303.359.650 €. Aquí tenemos una formidable cantidad, que dota a los cazadores de un innegable protagonismo en la economía y el desarrollo rural. Pero, vaya, eso no parece repercutir como debiera en el bienestar común, ya que en realidad, y según la misma fuente “la caza es una actividad con muchas facetas de economía oculta”. La razón de que no se sepa exactamente cuanta economía oculta sobrevive en la caza, es la falta de datos. Podría hacerse una encuesta, claro, como en otros países, pero parece que eso aquí no funcionaría sino que serían “encuestas que proporcionarían muchos datos estimados y, por tanto, también de fiabilidad limitada”. Vamos, que debemos suponer que se dirían mentiras. Se han dedicado muchos esfuerzos a investigar sobre como aflorar el dinero oculto o al menos cuantificarlo, incluso han existido iniciativas parlamentarias como el grupo que en 2003 se ocupó del asunto coordinado por la secretaría técnica del Grupo Parlamentario del Partido Popular, y con la participación muy activa de la Real Federación Española de Caza (RFEC). Pero nada, no aflora. “La mayoría de las partidas son pagadas por los cazadores sin recibir ninguna factura al respecto. Con carácter general, los pagos por cacerías, que es la partida más grande del estudio citado, no disponen de ningún registro contable ni declaración a la hacienda pública”. Por lo tanto los ingentes beneficios de la caza no redundan en la ciudadanía en general, solo en unos pocos privilegiados que no cumplen con el fisco, como el resto de Españolitos de a pie que estamos fritos a impuestos. Pero esto no es lo peor, además este lobby cinegético tiene secuestradas a la mayoría de administraciones autonómicas de las que reciben ingentes cantidades de dinero público a cambio de nada, diría yo. Además tienen el poder de cambiar las leyes y normativas regionales a su antojo, según sus intereses y sin ningún rigor científico, además de tener considerado como cinegético el 80% del territorio nacional, no pudiendo disfrutar de él la gran mayoría de ciudadanos, la mayor parte del año. Hace unos días salía una noticia en un diario de Castilla la Mancha en el que anunciaban a bombo y platillo de que iban a gastar una importante cantidad de dinero público en rehabilitar un antiguo edificio de la capital, para hacer un "Museo público de la naturaleza y la caza". "Ahora es el momento para que, entre todos, asumamos esa responsabilidad y diseñemos aquí, en la capital, ese Museo Nacional de la Caza y la Naturaleza que se convertirá en un importante recurso turístico para la capital y que redundará, también, en la creación de riqueza y empleo en nuestra ciudad", concluye el Grupo Municipal Popular.

Me Parece un poco ficticio el éxito que pueda tener este museo que va enfocado al 1 o 2 % de la población o turistas. Según los intereses generales sería más interesante y rentable hacer el museo del alcohólico o del porreta pues superan el 13 y el 15% de la población los que pertenecen a estos colectivos y que seguro aportan más dinero a las arcas públicas en forma de impuestos y del dinero que gastan en los bares, que los cazadores que solo contribuyen a una economía sumergida y una actividad solo al alcance de una minoría, que además solo contribuye a la destrucción de ecosistemas y despoblación del mundo rural.

M.D.D

MUSEO DE LA CAZA DE CIUDAD REAL ¿A QUIEN INTERESA?

 ¿De quien ha surgido la idea del Museo de la Caza en Ciudad Real? Sin ninguna duda de
institución o persona relacionada con el sector cinegético, bien desde el sector privado o desde el institucional. Candidatos hay muchos porque los cazadores son poquitos pero alcanzan las más altas instituciones del Estado.

El proyecto nace con importantes padrinos pero en lugar equivocado. ¿En serio, el mejor uso que se puede dar al antigüo edificio de Sanidad es el de un museo que apenas será visitado y con futuro aun menos halagüeño en cuanto a visitas? No parecen opinar lo mismo distintas entidades y asociaciones de Ciudad Real, que tenían otras ilusiones puestas en él.

En la junta podrían haber pensado que ya existen varios museos de la caza en la región, casi todos mejor emplazados, y algunos muy bien equipados, como es el caso del Museo de Los Yébenes, municipio cinegético por excelencia. Invertir en servicios públicos sanitarios habría resultado mejor destino para esos millones de euros, porque a fecha de hoy tener consulta presencial con el médico de cabecera conlleva una espera de 10 a 15 días y si hablamos de especialista la espera se hace interminable, cuando no fatal.

Lo cierto es que alguien que es incapaz de diferenciar una encina de un quejigo, o un fresno de un chopo, pero que es cazador de postín, se colocará una medalla como asesor en la creación del Museo de la Caza de Ciudad Real. Otra medallita más para los de siempre... y así todo.

Dicen los defensores del Museo que será un gran revulsivo para el turismo. Te sueltan semejante mamarrachada sin sonrojarse y quieren hacer comulgar con ruedas de molino a quienes estamos hartos de encontrarnos caminos cerrados, vías pecuarias cortadas, vallados cinegéticos ilegales, guardias armados amenazando a senderistas y turistas día si y día también... Señores, la realidad de la vida es que la caza y los cotos cinegéticos son el principal enemigo que tiene hoy día el turismo de interior.

Ustedes que son administración sabrán de la disposición de los propietarios de fincas a que sean visitables espacios declarados Bien de Interés Cultural (BIC), microreservas, monumentos naturales...; de que a pie, en bicicleta o en vehículo se circule por lo que ellos llaman su propiedad; de que durante semanas, con la complacencia de los ayuntamientos, se cierran itinerarios turísticos con el cartel de 'montería'. Esta es la apuesta que el sector cinegético hace por el turismo: si, pero no en mi finca.

Puede que la caza interesara mucho en el pasado y que fuera ampliamente practicada en el medio rural. Pero el modelo de explotación actual no interesa a casi nadie y ha dejado de repercutir económicamente en los pueblos. El número de licencias está en caída libre y en Ciudad Real apenas representa el 3% de la población y en torno al 4% en Castilla La Mancha.

El lobby cazador vende su producto como actividad económica relevante pero sus cifras están muy lejos de las que aporta el turismo y bien harían las administraciones en cuidar los intereses de la mayoría frente a los de unos pocos inmovilistas que se resisten al paso del tiempo.

Según datos oficiales, el sector cinegético emplearía a 6.500 personas en Castilla La Mancha, frente a los 59.772 que emplea el turismo. La facturación de la actividad cinegética rondaría los 600 millones, en torno al 1'5% del PIB regional, frente a los 2.832 millones, el 7'4% del PIB regional, que aporta el turismo. En España, el turismo aporta el 12'4% del PIB frente al 0'3% que aporta la caza.

La tendencia del respeto por la naturaleza y los derechos de los animales es creciente, mientras el número de cazadores desciende cada año. Administraciones inteligentes y bien gestionadas reforzarían las infraestructuras y servicios turísticos y apostarían por Museos de Naturaleza dedicados a especies que necesitan ser protegidas como el Lobo o el Lince ibérico.

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