Mercedes Arancibia En noviembre de 2011, durante la cumbre del G20 en Cannes, el micrófono que llevaba prendido en la corbata traicionó a Barack Obama de forma que todos pudimos escucharle, cuando susurraba a Nicolas Sarkozy : « Tu estás harto de él (hablaban del Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu), pero yo tengo que tratar con él a diario”. Estaba claro que había por lo menos tensiones. En este primer mandato de Obama ha saltado muchas veces la chispa entre Washington y Tel Aviv. Y muchas de ellas a cuenta de Teherán. Ahora, en marzo de 2012, Obama y Netanyahu tienen una cita en la Casa Blanca para hablar del programa nuclear iraní y su impacto sobre la seguridad de Israel. Netanyahu ha hecho el viaje convencido de que va a conseguir la promesa de “una acción militar” en caso de que fracasen las presiones diplomáticas (que califica de “trampa”) y las sanciones económicas que ya están en marcha. Y en la eventualidad de que el presidente de Estados Unidos ...