Dirigentes del PP Desde lo alto del Faro observo lo felices que son los del PP castellanomanchego tras pasar a la oposición. Cualquiera diría que han nacido para ello. A lo largo de los cuatro años de gobierno les cambió el gesto, fruncieron el ceño y sustituyeron la sonrisa por una especie de mueca. Basta con ver como Dolores Cospedal ha recuperado esa sonrisa franca que siempre tuvo para entender lo mal que lo ha pasado ejerciendo la Presidencia de la Junta. Ella es mucho de abrazos, de ocuparse de los problemas de la gente, y la Presidencia le absorbía tanto tiempo que se vio obligada a abandonar lo que tanto le gustaba: empatizar con los problemas de las personas. Por eso ahora es feliz y muestra deslumbrante sonrisa, lo hace de forma sincera, otra de sus virtudes, cuando tiene algún periodista enfrente. Ahora es un torrente de propuestas para que seamos felices y recuperemos lo que tanto se resistió a recortarnos: prestaciones, sanidad, educación, dependencia. Pelillos a l...