Agustín Millares Cantero Historiador. Profesor titular de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) Las dos Restauraciones monárquicas que ha sufrido el Estado español, la de 1875 y la de 1975, tienen varios rasgos comunes a pesar de sus múltiples diferencias. En ambas, la Monarquía fue impuesta a los pueblos de España por espadones al servicio de las clases dominantes. Esa alta cuota de exclusión que imperó en la primera, como escribió el profesor Ignacio Sotelo, tampoco estuvo ausente en la segunda. A pesar de las letanías sobre la integración de todos los españoles en la Constitución de 1978, muchos de cuantos luchamos consecuentemente por la ruptura democrática hemos quedado fuera del juego. La mayor parte de los opositores al régimen franquista éramos republicanos, no monárquicos; defendíamos el derecho de las nacionalidades a la autodeterminación, no la “unidad indisoluble de la patria”; apostábamos por formulaciones anticapitalistas o por un sector público fuert...