El PP ha mordido en el cuello de la Fundación VIRTUS y como buenos “perros de presa” no la soltarán hasta que su corazón deje de latir.
El acoso a la Fundación VIRTUS viene de largo. Desde que se hicieron públicas las presuntas irregularidades en la gestión de su primera gerente, y que provocaron un agujero económico importante, los sabuesos del PP apostaron por sacar tajada política e implicaron a los responsables políticos en el problema. Los inculparon por “acción” y por “omisión”, por una cosa y por su contraria.
La estrategia es la misma que la utilizada en CCM: se difunden problemas reales o inventados, se magnifican las dificultades, se duda de la viabilidad, se llama al abandono a los clientes, se establecen juicios paralelos entre la opinión pública, se descapitaliza y se cierra. Pues así, con esta estrategia, la Fundación VIRTUS yace moribunda en las fauces del PP. El calendario del acoso ha seguido al pie de la letra la experiencia de CCM, incluso, como en la caja, no han faltado daños colaterales a familiares de trabajadores y alumnos.
El altavoz al “affaire” VIRTUS llegó hasta el pleno de las cortes regionales y fue punto único en el orden del día de un pleno extraordinario en el ayuntamiento de Puertollano. Nada de eso fue suficiente para calmar las “hambres” del PP y día sí, día también, se convocaba rueda de prensa para profundizar un poco más en el bocado al cuello de la VIRTUS.
La presa está ya moribunda. El abandono del patronato por la UCLM, la gravísima crisis del aeropuerto, los ajustes del gasto en las administraciones y la llegada de Cospedal al gobierno regional anuncian el final menos deseado: el cierre de la Fundación VIRTUS. Por si el cierre se retrasara, la portavoz popular de Puertollano advierte a los alumnos matriculados de que podrían estar perdiendo el tiempo en la Fundación: estocada certera al corazón de la víctima.
Triste final para una idea brillante que, junto al ISFOC y al Centro Nacional del Hidrógeno –cuidado con estas instituciones que atentan contra el nuclearismo defendido por el PP-, situó a Puertollano en vanguardia de la docencia extrauniversitaria. Convendría que todos, instituciones, partidos y ciudadanos hiciéramos repaso de nuestra “culpa” con el final no deseado de un centro envidiado por demasiada gente.
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