Las
terceras, y últimas, Elecciones Generales celebradas durante la República se
celebraron el 16 de febrero de 1936. En la provincia de Ciudad Real acudieron a
las urnas el 73 por ciento de los votantes. La CEDA logró cinco representantes;
el PSOE, dos, Renovación Española, el Partido Radical y el Partido Agrario, uno
cada uno. Sin embargo, a nivel nacional, el triunfo lo obtuvo el Frente
Popular, por lo que, cuatro días más tarde, el 20 de febrero, la Corporación
constituida en abril de 1931 volvió al Ayuntamiento y el socialista Leonardo
Rodríguez Barrera recuperó la alcaldía.
A
finales de mayo, hubo un enfrentamiento entre miembros de grupos de izquierda y
falangistas, produciéndose un tiroteo que hirió de gravedad a uno de éstos,
José Hernández Novas, quien falleció el 14 de junio.
Un
mes más tarde, el 18 de julio, se llevó a cabo el levantamiento militar contra
el Gobierno de la República, dando comienzo una guerra civil que se prolongó a
lo largo de tres años. En la ciudad, ese día ya hubo un enfrentamiento armado,
pues, nada más conocerse la sublevación, los mineros organizaron patrullas e
hicieron registros en los domicilios de los vecinos considerados de derechas. A
las 23’30, llegaron al de la familia Cabañero, en la calle Pi y Margall, y al
pedirles que entregaran las armas que tenían en su poder, los de la casa
iniciaron un tiroteo que se prolongó hasta las 14 horas del día siguiente, a
raíz del que murieron el padre, Juan Gregorio, y sus tres hijos, Juan, Fernando
y Eugenio, y un militante socialista, José Belda. Las mujeres de la familia
Cabañero lograron salir por el pajar de una casa colindante, excepto la esposa
del hijo mayor que fue liberada del asedió dado su avanzado estado de
gestación.
También
en esos primeros momentos de la contienda que se avecinaba, las iglesias de la
Asunción y de la Virgen de Gracia fueron incendiadas, y la de la Soledad sufrió
daños.
Las
instalaciones de la SMMP quedaron bajo la autoridad del Gobierno republicano,
al igual que el tramo ferroviario que iba desde la ciudad a Villanueva del
Duque. Las autoridades locales desarmaron a los guardas de la empresa y
requisaron los automóviles, y el Sindicato Minero se apoderó del depósito de
dinamita. Por su parte, la UGT y la CNT se hicieron cargo de la mayor parte de
la actividad económica del municipio, siendo gestionada por los trabajadores y
suprimiendo la iniciativa privada.
Durante
la guerra, la ciudad permaneció en la retaguardia y alejada de las operaciones
militares. El mando militar estableció un Destacamento de Defensa Antiaérea y,
en octubre de 1936, se creó el Batallón “Puertollano”, con 236 miembros,
procedentes de los sindicatos UGT y CNT, y que, organizado por el sargento
Lorenzo García Gómez, del Regimiento Nº 2 de Infantería, acudió a los frentes
cordobés, extremeño y valenciano, para dedicarse, cuando regresaba a la
localidad, a vigilar las entradas y salidas de la misma y a custodiar los
trenes de carbón. En enero del año siguiente hubo ataques aéreos que provocaron
sólo destrozos materiales. Los bombardeos se repitieron el 6 de marzo, en esta
ocasión a cargo de la aviación alemana, originando varios heridos graves. La
alarma creada hizo que se construyeran tres refugios subterráneos, ubicados en
el Paseo San Gregorio, junto a la iglesia de la Asunción y en la confluencia de
las calles Ave María, General Aguilera y San Gregorio.
El
3 de mayo de 1937 se creó el Consejo Municipal, compuesto por seis miembros de
la UGT, seis de la CNT, tres del PCE, dos del PSOE, dos de Izquierda
Republicana y uno de Unión Republicana, continuando como alcalde Leonardo
Rodríguez Barrera “El Bomba”.
La
producción media de carbón y de pizarras durante los años de la Guerra Civil,
tan necesarios para la causa republicana, sobre todo tras caer, en octubre de
1937, la cuenca asturiana en manos de los nacionales, fue de 360.000 y 72.000
toneladas, respectivamente, en medio de unas condiciones laborales difíciles,
pues muchos de los trabajadores, además de mal alimentados, apenas tenían
experiencia en estas tareas.
En
el otoño de 1938, las perspectivas para República eran poco favorables,
evidenciándose una desmoralización en la mayor parte de los habitantes. De cara
a la ciudadanía, las autoridades procuraron dar una imagen de esperanza, pues,
incluso, en la sesión del 29 de noviembre, elaboraron el Presupuesto Municipal
para 1939, cifrado en 1.693.489 pesetas, pensando en que, tal vez, se llevase a
la práctica, algo que, obviamente, no ocurrió.
aqui http://necesitaempleado.blogspot.com/ dejo mi pagina de presentacion para cualquier oferta alboral qeu pueda surgir o pinchar en el nombre "busco empleo"
ResponderEliminarComprendo tu situación pero no entiendo tu comentario, esto es un blog de opinión y lamentablemente no podemos ofertar ningún tipo de empleo, ya nos gustaría
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