CON LA FALDA ALMIDONÁ

Con la falda almidoná y los nardos apoyaos en la cintura me paseo por la calle de Alcalá, y así le doy gusto al obispo de Alcalá de Henares que, pobre, busca “locas” a las que curar leyendo la biblia.

De “locas” saben mucho los curas. Como no van a saber, si desde niños los encierran con hombres adultos que visten faldas largas y les sirven de guías espirituales. Así, con la buena educación, les mantienen aislados hasta que están preparados para ejercer de pastores de almas y perdonadores de pecados. Pasan por la pubertad, la adolescencia y la juventud sin conocer otras faldas que las de los curas viejos y sin “probar” mujer, lo que los convierte en “doctos” curanderos de enfermedades raras como la homosexualidad, el lesbianismo, la transexualidad, la bisexualidad o el laicismo, la que más les preocupa.

La comprensión e identificación de la orientación sexual de una persona puede cambiar en el transcurso de la vida; es posible la esperanza. Así pues, si alguna persona desea un cambio o evolución, o quiere formarse sobre este tema, desde el respeto a todos, informamos de los siguientes textos y recursos:  Génesis 19, 1-29, Carta a los Romanos 1, 24-27, Primera carta a los Corintios 6, 10, Primera carta a Timoteo 1, 10. ¡Qué haríamos los pobres humanos sin los sabios remedios de la iglesia católica!

Que carita de “experto” tiene monseñor Reig, como no le vamos a hacer caso si el mismo rebosa sabiduría en temas de sexualidad. ¿Quién mejor para orientarte en las relaciones pecaminosas que el que no ha cometido pecado? Al menos que se le conozca. Como no obedecer  a quien tiene tan buen gusto en el vestir y en el comer, a  quien combina con tanta gracia el negro y el fucsia, a quien lleva con tanta galanura el “solideo”, quien luce en la “pechera” de sus sotanas ribetes morados y combina con estos la botonadura. Tan buen gusto en el vestir y esa facilidad para combinar colores solo puede indicar una cosa: monseñor Reig se ha leído varias veces las lecturas recomendadas para curar la homosexualidad.