sábado, 9 de julio de 2011

LA APERTURA DE IU

IU hace un llamamiento a la creación de un “frente amplio de izquierdas”, no se me asusten los ultracentristas, e invita a organizaciones, entidades, asociaciones y colectivos a integrarse en él.
Hasta aquí todo perfecto, yo mismo vengo reclamando desde hace tiempo la creación de una plataforma abierta que podría rozar el 15% de los votos en próximas convocatorias electorales. Los buenos resultados electorales no son una especulación, son la suma rigurosa de lo obtenido el 22M y el crecimiento que llevaría parejo la candidatura conjunta. Los votos perdidos por falta de “utilidad” se volverían a recuperar, amén de la capacidad de atraer a nuevos electores. La cuestión es quien debe vertebrar ese frente amplio, en definición de Llamazares, o plataforma de izquierdas en términos de mayor consenso.
IU ha convocado a sendas reuniones a EQUO, ICV e IA, y ha delegado en sus federaciones territoriales los contactos con Compromis, IV Baleares; desconozco si incluye aquí a CHA, Nueva Canarias y Espacio Plural y me pregunto qué pasa con BNG, ERC y otras opciones nacionalistas. También se mantendrán contactos con los sindicatos de clase y las distintas plataformas de intelectuales.
Entrando en el fondo y en la forma surgen las primeras dudas. ¿Está cualificada para liderar el frente amplio quién no ha sido capaz de mantener la unidad interna? ¿Es correcto delegar en las federaciones territoriales el protagonismo en alcanzar acuerdos con los grupos escindidos y/o expulsados? ¿Hasta dónde dejará el PCE que llegue IU en la apuesta por el frente amplio? ¿Cuánto de frenar la salida de IU Abierta tiene esta propuesta? ¿La propuesta de frente amplio es meramente electoralista o tiene vocación de frente amplio permanente?
Si IU empieza a resolver las diferencias internas y a marcar una hoja de ruta homogénea estará legitimada para cohesionar ese frente amplio de la izquierda. Si el respeto a la diferencia y a la autonomía del otro para tener ideas propias se convierte en valor, también en las federaciones territoriales, IU saldrá fortalecida y recuperará a los grupos que han salido recientemente, -pero el esfuerzo aquí lo debe hacer la organización federal y no delegar en el territorio-. El paso dado en la convocatoria de frente amplio no debe ser por tacticismo cortoplacista sino una apuesta leal y estratégica de futuro, con independencia de los próximos resultados electorales. Si el planteamiento es integrador y no de frenar a las corrientes internas en su legítima aspiración a establecer relaciones externas se harán firmes las opciones de constituir el frente amplio de izquierdas. Si los protagonismos personalistas dejan paso al protagonismo de las ideas la realidad del frente amplio está a la vuelta de la esquina.
Conviene insistir en que el frente amplio debe ser de “izquierdas” y no de “la izquierda”. Lo es porque en nuestro país existen muchas sensibilidades de izquierda, una de ellas ampliamente mayoritaria y otras más minoritarias y escoradas a posiciones nacionalistas, pero todas legítimas y respetadas. Hacia ninguna de ellas debe existir beligerancia o veto en la relación institucional y/o política. Muy al contrario, las relaciones de entendimiento y colaboración deben ser cotidianas y deben compartir objetivos como la sostenibilidad, reforzar el estado del bienestar y profundizar en la democracia.
El frente amplio de izquierdas, si se constituyera, solo es rival para la derecha y sería la mayor garantía de que España mantendría en el tiempo los gobiernos de progreso. O alguien piensa que la derecha tendría fácil llegar al gobierno si a la izquierda del PSOE fueran elegidos entre 30 y 50 diputados, otro tanto pasaría en los parlamentos autonómicos. PSOE y frente amplio de izquierdas tienen su sitio diferenciado en la política española, es cuestión de ocuparlo y protegerse mutuamente de del adversario común: la derecha.

1 comentario:

  1. Puedo asegurarte que desde Equo no aceptamos pactar con IU en su situación actual, primero por el liderazgo del rancio sector comunista y segundo por los escándalos en que se está bien sumida la organización por culpa de algunas de sus federaciones autonómicas (Euskadi y Extremadura). Cosa distinta para nosotros será la alternativa de Izquierda Abierta, la cual sí llega con un interés conciliador más allá del puro electoralismo.

    La mejor refundación que puede llevar acabo Izquierda Unida es la desaparición pues su imagen está muy deteriorada, le pese a quien le pese. Dentro del partido hay gente muy valiosa, la cual no adquirirá la relevancia merecida y necesaria hasta que no haya libertad en el seno de la organización, cosa imposible debido a la dictadura comunista que lleva viviendo la organización en toda su historia.

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