Mañana hará 1 mes del 22-M y Mariano sigue con la sonrisa puesta, el puro en la boca y sin pegar ni palo al agua. Su estrategia de dejar hacer, lo mismo le sirve para un roto que para un descosido.
Ahora resulta que el susodicho y sus mariachis gobiernan incluso en CCAA y Ayuntamientos en los que hace un mes ni se podían imaginar y están predispuestos a lo que les ponga por delante con tal de llegar descansado a La Moncloa.
En la política de pactos genovesa todo vale para favorecer cualquier combinación posible. Desde Extremadura a Asturias pasando por Aragón, Mariano da el visto bueno a todo lo que le ponen por delante.
Su hombre en Extremadura es capaz de renegar de sí mismo y de su programa si a cambio pasa a presidir el gobierno regional. En Castilla La Mancha, sin necesidad de pactos, Cospedal hace un discurso sobre el agua que no hay forma de cuadrarlo, por ejemplo, con el de su colega gurteliano Francisco Camps. En Asturias los genoveses están dispuestos a sacar a hombros a su "Querido Paco" si tiene este a bien darles algunas migajas de la administración regional. El de Baleares habla con naturalidad pasmosa de la lucha contra la corrupción mientras que la Condesa Aguirre o el piadoso de Camps han borrado de su vocabulario una expresión que les recuerde sus aventuras en tramas corruptas que pululan por los juzgados. Y el resto, miran para otro lado, no sea que encima alguien se fije en ellos.
Mariano como es habitual calla y va descontando los días que le quedan para el Tour de Francia. Lo demás son ganas de liar la cosa.
Ahora resulta que el susodicho y sus mariachis gobiernan incluso en CCAA y Ayuntamientos en los que hace un mes ni se podían imaginar y están predispuestos a lo que les ponga por delante con tal de llegar descansado a La Moncloa.
En la política de pactos genovesa todo vale para favorecer cualquier combinación posible. Desde Extremadura a Asturias pasando por Aragón, Mariano da el visto bueno a todo lo que le ponen por delante.
Su hombre en Extremadura es capaz de renegar de sí mismo y de su programa si a cambio pasa a presidir el gobierno regional. En Castilla La Mancha, sin necesidad de pactos, Cospedal hace un discurso sobre el agua que no hay forma de cuadrarlo, por ejemplo, con el de su colega gurteliano Francisco Camps. En Asturias los genoveses están dispuestos a sacar a hombros a su "Querido Paco" si tiene este a bien darles algunas migajas de la administración regional. El de Baleares habla con naturalidad pasmosa de la lucha contra la corrupción mientras que la Condesa Aguirre o el piadoso de Camps han borrado de su vocabulario una expresión que les recuerde sus aventuras en tramas corruptas que pululan por los juzgados. Y el resto, miran para otro lado, no sea que encima alguien se fije en ellos.
Mariano como es habitual calla y va descontando los días que le quedan para el Tour de Francia. Lo demás son ganas de liar la cosa.
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