Pasan los días y el fuego amigo también hace mella dentro del victorioso ejército genovés. No todo iban a ser alegrías y los ajustes de cuenta se están llevando por delante a más de uno que no se acaba de creer cómo es posible que "si hemos ganado" el salga perdiendo.
Es el caso de Francisco Granados, Secretario General del PP en la finca de Aguirre y ex Consejero sine die. Este fiel escudero se ha visto arrojado a las tinieblas por -dicen- espiar chapuceramente y levantar la mirada y la voz a Rasputín González. El caso es que se ha ido a la “puta” calle. Eso sí, con información más que suficiente para parar el reloj de la Puerta del Sol.
Es el caso de Francisco Granados, Secretario General del PP en la finca de Aguirre y ex Consejero sine die. Este fiel escudero se ha visto arrojado a las tinieblas por -dicen- espiar chapuceramente y levantar la mirada y la voz a Rasputín González. El caso es que se ha ido a la “puta” calle. Eso sí, con información más que suficiente para parar el reloj de la Puerta del Sol.
En situación similar se encuentra el hasta ahora todo poderoso José, alias Pitu. Llevaba en coche oficial decenas de años. La provincia de Alicante la tenía escriturada a su nombre y era el jefe de los jefes, con permiso de Don Zaplanini que está en otro nivel. Ha sido concejal, senador, diputado en las Cortes Valenciana, consejero de Administraciones Públicas y de la Presidencia en la Generalitat, y, en estos últimos ocho años, presidente de la Diputación de Alicante. Para redondear sus influencias ha sido y aun es Presidente de los genoveses alicantinos. Se dice por ahí que entre el Caso Brugall, sus peleas de gallinero con el piadoso Camps y su peculiar mujer estaba predestinado acabar de mala manera: con un juez, un abogado y un fiscal en la mochila.
También en Canarias y Navarra están los genoveses un pelín desconcertados y no se explican que la ola genovesa no haya sido generosa con ellos y tras el 22-M acaben destinados a ejercer en la fría y distante y no retribuida Oposición. El clónico de la Cosa en Canarias y el alumno aventajado en Navarra tiene mili por delante y en el caso del primero, la justicia les sigue la pista.
En Asturias, las desgracias no vienen solas y sino que se lo pregunten a Gabino de Lorenzo, Alcalde de Oviedo a la fuerza y en una extrema y penosa minoría minoritaria. La presencia de Cascos no les deja respirar y por más que preguntan qué ha pasado las respuestas son aún más inquietantes. Han ganado los suyos pero resultan que ahora son los otros. En fin, un lío más para Mariano.
Lo dicho, el fuego amigo cuando tira a dar hace más daño que el ajeno. Reconforta pensar que en el PP también cuecen habas.
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