Hoy puede consumarse, o no, la traición de cargos electos de Izquierda Unida a las personas de izquierda que les ha dado su confianza, al permitir, con su voto o su abstención, un gobierno de la derecha en numerosos municipios de España, entre ellos varios de Castilla-La Mancha. La misma izquierda que le dice al PSOE que debería quitar de sus siglas las que corresponden a “Socialista y Obrero” deberían ahora retirar de las suyas las que corresponden a “Izquierda y a Unida”, es decir toda su esencia, su ideología y su alma como partido político. Un partido que siempre ha presumido de ser más de izquierdas que el PSOE puede regalar hoy a la derecha el gobierno de muchos municipios. Y el PP no les dará ni las gracias.
Su coordinador general, el argamasillero Cayo Lara, aseguró claramente que IU no daría, ni por activa ni por pasiva, su apoyo a la derecha en ningún municipio. Si hoy sucede, en uno solo de ellos, Lara deberá plantearse su legitimidad como líder de una izquierda que le regala el gobierno a la derecha ¿No ha reclamado siempre Izquierda Unida un programa de gobierno para apoyar a los socialistas? ¿Piensan que el PP apoyará en algún momento a las clases trabajadoras o más desfavorecidas, las políticas sociales, la enseñanza o la sanidad pública que desea la izquierda?
Cuantos votos ilusionados en construir gobiernos progresistas se sentirán ahora frustrados por la actitud de una clase política en la que prevalece más lo “personal” que lo “general”. A los ciudadanos le interesan bien poco las rencillas que hayan podido tener los cargos electos en el pasado, lo que les interesa son las políticas que se van a aplicar en su municipio o comunidad.
Esta situación me retrotrae a la experiencia ya vivida en IU, con Julio Anguita como Coordinador General, el PCE controlando la organización y ambos imponiendo la doctrina del “programa, programa, programa”, que en realidad era desalojar al PSOE del poder con la convicción de que ocuparíamos sus espacios. Las siguientes elecciones ofrecieron un resultado bien distinto: IU fue duramente castigada por los votantes y reducida a su mínima expresión.
Aquella estrategia fue criticada por NI, invitada a salir de IU por la mayoría dominante, y hoy es criticada por IU Abierta, que será invitada a salir de la organización en los próximos días, por ello ha dado sus primeros pasos para constituirse legalmente como partido político y así establecer relaciones con Espacio Plural y EQUO. Tiempo al tiempo.
Hoy existe una diferencia importante con el tiempo que nos tocó vivir a quienes nos opusimos a la “teoría de las dos orillas”: hoy existe a la izquierda de IU un proyecto cooperativo, plural y vertebrador que ha superado en representación, en varias comunidades autónomas, al obtenido por las candidaturas de IU. La cuestión es si alguien se dará cuenta que la suma de ambos proyectos, mas EQUO, otorgaría porcentajes de votos superiores al 10% y nos haría verdaderamente decisivos en el objetivo de refundar la izquierda, incluyendo en esa refundación a muchos militantes del PSOE. Pero para eso no puede haber traiciones al electorado y tampoco a un proyecto progresista, por tibio que les parezca a los “puros” de IU.
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