domingo, 13 de mayo de 2012

¿Y SI, EN VEZ DEL ELEFANTE, HUBIERA MUERTO EL REY?


Como no suelo leer El Mundo ni en Internet, me entero de la noticia que publicó ese periódico hace una semana a través de la página Eco Republicano. Versa sobre algunos pormenores de la actividad cinegética desarrollada por Juan Carlos I en Botsuana y que como todo el mundo sabe -aunque no lo sabría de no producirse el accidente, ríanse ustedes de la sociedad de la información- acabó con una operación de la cadera derecha del monarca en un hospital privado madrileño.

10_elefante©Octavio Colis
El párrafo que más me ha interesado de la información, acerca del elefante de cincuenta años de edad abatido por el monarca, es el que dice: “Un cazador profesional puede abatir un elefante de este tipo con un único disparo en las dos zonas vitales del animal: entre el ojo y la oreja o en la tercera raya que se le forma entre la cabeza y la trompa. El rey de España, sin embargo, necesitó hasta siete disparos para acabar con el animal en tandas dobles: disparo, disparo, recarga del rifle, disparo, disparo, recarga del rifle, disparo, disparo, recarga y un último disparo que terminó por abatir al elefante”.
También tiene su enjundia otro párrafo en el que se especifican los riesgos que puede comportar la carencia de puntería por parte de Juan Carlos de Borbón y Borbón, dada su edad y últimos achaques: “El mayor peligro de este tipo de cacerías es que, tras el primer disparo, el elefante corra en dirección de los cazadores y los embista. Por eso, el rey Juan Carlos estaba acompañado por Terry Palmer, un cazador profesional que es capaz de acabar con el animal de un disparo en caso de producirse un ataque”.
Ya que todo puede ocurrir en un safari de estas características, sobre todo cuando el cazador no destaca por su agilidad y reflejos, cabe preguntarse si un Gobierno no debería evitar que su Jefe de Estado corriera este tipo de riesgos, dejando aparte que también debería haberle desaconsejado la costosa expedición -vistas las adversas circunstancias socioeconómicas del país- por la impopularidad que ha supuesto para el rey y la institución que representa haber sabido de la misma solo después de que se produjera el accidente, con o sin disculpas por parte del monarca.
Me temo que habría resultado esperpéntico para este país, como en los tiempos de su tatarabuela, que el rey de España hubiese perdido la vida en su tiempo de diversión, embestido por un elefante en Botsuana, mientras la mayoría de sus conciudadanos las estaba pasando canutas. ¿Se imaginan el notable incremento de desprestigio que ya sufre la Corona, con el consiguiente efecto en el cada día más impopular Gobierno Rajoy?

Félix Población. Periodista y escritor.


1 comentario:

  1. no nos habriamos enterado de lo del elefante en ese caso me temo
    Habrian dicho que sufrio un accidente al ser atacado en un safari por un elefante o algo asi pero no que estubiera cazandolo y seguramente que se trataba de un viaje oficila invitado por botswana....

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