Antonio Rodríguez Rubio
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Sede central del FMI |
Atendiendo a la base
filosófica del anarquismo, es la más bella de las utopías. Pero no deja de ser
una utopía.
Atendiendo a la base
filosófica del comunismo, es una bella utopía. Pero no deja de ser una utopía.
Atendiendo a la base
filosófica del socialismo, es posible. Entendiendo socialismo en su sentido más
grande y universal del término.
Atendiendo a la base
filosófica del liberalismo, habrá que contemplarlo en toda su extensión. De la
reducción a lo puramente económico/mercantil, nace el neoliberalismo que nos
tiene sumidos en la pobreza más absoluta.
Lo que pasa, es que
echamos en saco roto las ideas primigenias.
Frente a lo universal
del siglo XVIII, a principios del XIX nace el efecto contrario de lo local de
la mano del romanticismo; los nacionalismos. Así, uno de los mayores peligros
para el socialismo que se asienta sobre todo con Jean-Jacques Rousseau, es el
nacionalismo; son conceptos contrapuestos.
Según Immanuel
Wallerstein, no existe un primer mundo y otros mundos, existe un mundo donde
dependiendo del lugar de nacimiento, padeces sobrepeso o desnutrición. Con su:
“Sistema-mundo”, tenemos una magnífica herramienta para la lucha global. Pero
ha de ser: Global.
El neoconservadurismo
que venimos padeciendo desde la mitad de la década de los 70, ha liberalizado
el flujo de capitales al tiempo que ha endurecido la libre circulación de las
personas. Una vez se está esquilmando un país no dejando ni tan siquiera para
que coman las personas, se establecen férreas fronteras para que esas personas
no puedan seguir el camino que sigue su riqueza robada. Cuando ya no quedan
riquezas que esquilmar, esos países empobrecidos, son abandonados a su suerte.
Conocemos a través de
la historia a los imperios coloniales. Sabemos de sus atrocidades cometidas.
Sabemos de la esclavitud asociada al negro en las plantaciones de los USA con
el capataz blanco látigo en mano.
Lo que nos negamos a
admitir es la esclavitud del siglo XXI. No reconocemos a los imperios
coloniales actuales. A los largo de los siglos, cuando un imperio caía, otro
nacía y ocupaba su lugar. Hoy, es difusa su ubicación.
Lo que mucha gente
ignora, es que el imperio comunista/capitalista chino está comprando tierra en
otros países. Aparte de tener que alimentar a 1.300.000.000 de personas,
controlar la producción mundial de alimentos los pone en una situación
privilegiada. Entre China y la República Sudafricana, han comprado la mitad de
la tierra fértil de la República Democrática del Congo. Pero es que China ha
adquirido terrenos hasta dentro de los Estados Unidos. Algunos países de
Latinoamérica que abominan del imperio yanqui, se han echado en los brazos del
imperio comunista/capitalista chino. Pero dentro de la vieja Europa, china
también se está apoderando de empresas punteras como la sueca Volvo que les
pertenece. A día de hoy, China es el mayor banquero mundial.
Immanuel Kant ya nos
advertía del peligro que entraña un supraestado. ¿Acaso no vivimos en un
supraestado mangoneado por menos de 800 personas? Lo de la aldea gala de
Asterix y Obelix, está bien para un cómic; las pócimas mágicas, no existen.
Cuando leí la
conversación mantenida por Mazarino y Colbert, me impactó enormemente. En el
siglo XVII ya se sustentaba el estado en los impuestos cargados a las espaldas
de las clases medias. Aplicando el Principio de Pareto del 80-20 %, el 80 % del
capital mundial es dedicado a la especulación y está en manos muertas; queda un
20 % de capital activo y con la pobre riqueza generada, se han de sustentar los
estados. Por la ingeniería económica y la desregulación total de la circulación
de capitales, los inmensamente ricos no pagan impuestos; los millones de
parados que hay en el mundo, no pagan impuestos porque no ingresan; así quedan
las clases medias para soportar el cada vez más creciente número de personas a
sueldo de los plutócratas. De esta manera, no queda dinero para educación y
sanidad.
Desde su fundación en
1.945, el Fondo Monetario Internacional, es una entidad privada cuya finalidad
es conseguir que los bancos no salgan perjudicados. La Reserva Federal de los
EE. UU., es una entidad privada compuesta por los principales bancos de esta
nacionalidad.
«"Pienso que las instituciones
bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que ejércitos enteros
listos para el combate. Si el pueblo americano permite un día que los bancos
privados controlen su moneda, los bancos y todas las instituciones que
florecerán en torno a los bancos, privarán a la gente de toda posesión, primero
por medio de la inflación, enseguida por la recesión, hasta el día en que sus
hijos se despertarán sin casa y sin techo, sobre la tierra que sus padres
conquistaron"». Thomas Jefferson, tercer presidente de los USA.
Cuando existía la esclavitud oficialmente,
al esclavo, por lo menos había que darle alimentos. Hoy, ni eso. Las hambrunas
asolan buena parte del planeta de los simios. Es que parece que no
pertenezcamos a la especie del sapiens.
El camino del sindicalismo, es
relativamente joven y recorrido a base de muerte y sangre. Pero cuando se
iniciaba este tortuoso camino, todavía existían buena parte de las colonias.
Cuando los sindicatos reclamaban derechos, lo hacía para conseguirlos en sus
países y si me apuras, en su sector productivo. Cuando Carlos Marx expuso su
doctrina, pensó más en los obreros metalúrgicos centroeuropeos o británicos que
en los campesinos rusos; sin embargo, el comunismo triunfó en la Rusia zarista.
Cuando a lo largo de la primera mitad del siglo XX el sindicalismo supuso un
gran logro, los sindicatos del “primer mundo” no se acordaron de los
trabajadores de otros mundos. Y el lema era: “Proletarios de todos los países,
¡uníos!”. ¿Qué países?, ¿los del “primer mundo”?
Hoy se da las desubicación de las empresas.
Bajo el chantaje de la desubicación empresarial, los trabajadores del “primer
mundo”, aceptan las imposiciones del capital. El imperio comunista/capitalista
chino, solo conserva de las viejas estructuras el sistema dictatorial; buena
parte de la producción industrial se realiza con mano de obra cuasi esclava.
Para competir con China, lo que se pretende es que los trabajadores de otros
países también carezcan de derechos sociales. Y en eso están.
Cuando los gobiernos del “primer mundo”
solo son gestores del hambre de sus súbditos, cuando cumplen la misión de hacer
cumplir unas leyes injustas que ellos mismos dictan en beneficio de los
plutócratas; surge la nueva esclavitud.
Si hay un sector que tiene el rechazo de los
otros, este es el de los trabajadores en la cosa pública. Cuando se dice que
hay que eliminar la seguridad en el empleo de los funcionarios, los otros
trabajadores, lo ven bien. Lo correcto sería que el resto de los trabajadores
luchen por conseguir la seguridad en el empleo de los funcionarios. No se
debería tratar de quitar derechos, sino de por lo menos, mantener los que se
tienen.
Decíamos antes que el camino del
sindicalismo se ha fraguado a base de muerte y sangre; cada derecho que puedan
tener los trabajadores, no ha sido una cosa que graciosamente haya concedido el
capital, ha sido arrancado por la fuerza; en las barricadas.
Pareto estimó el 80-20 %. Puede ser que se
reduzca aún más: 95-5 %. El otro 15% hasta llegar al 80, son altos empleados al
servicio de ese 5%; los famosos tiburones financieros magníficamente pagados.
Antes del terremoto que asoló Haití, se estimaba que toda la riqueza del país
estaba en manos del 16% de la población. Haití tenía un “préstamo” del FMI de
1.800 millones de dólares USA.
La nueva esclavitud se impone a base de
miedo.
El miedo principal, está en que el que
tiene un empleo por pobre que sea, no se arriesgará a perder esa miseria.
Sabemos que en el Sureste Asiático hay niños y adolescentes que trabajan
dieciséis horas al día por un dólar; aunque se encuentren con fiebre, acudirán
al “trabajo”, hay miles esperando ocupar su lugar.
Desde siempre, el negocio de la guerra ha
sido el más rentable; hoy, lo sigue siendo. Del batacazo del 29, se salió en
buena medida por las políticas económicas de Lord John Maynard Keynes, el resto
lo puso la Segunda Gran Guerra. La Ford dejó de fabricar coches para fabricar
carros de combate. Es que se incentiva toda la economía, también hay que
fabricar los uniformes de los soldados.
A principios de este siglo, han proliferado
las “guerras preventivas”. “No me has hecho nada, pero por si acaso me quieres
hacer algo, te invado”; algo así ha sido.
Muchos de los enconados conflictos que hay
en la actualidad, cumplen la doble misión de:
- Hacerse con la riqueza del país en
litigio y,
- Venderles las armas para llevar las
acciones a cabo.
El atentado a las Torres Gemelas de Nueva
York el 11 de septiembre de 2.001, supuso la eliminación de muchos derechos
civiles. Se magnificó el miedo general. Todo árabe era susceptible de ser un
terrorista.
Si ya los recelos entre árabes y cristianos
eran grandes, con esto llegó al paroxismo.
En 1.948 se crea el estado de Israel en
Palestina. Esto fue algo así como agitar el avispero. La inestabilidad que padece
Oriente Próximo, tiene en esto la causa.
Ya conocemos los efectos de la utilización
de la energía atómica con fines bélicos: Hiroshima y Nagasaki.
Hoy, “la comunidad internacional”, vigila
de cerca a Irán por el enriquecimiento de uranio. El régimen de los ayatolas es
el mayor enemigo de Israel. E Israel está al alcance de un misil iraní. Sin
embargo, no hay objeciones a que dos países que viven enfrentados desde su
creación por la descolonización de la India como India y Paquistán, tengan
bombas atómicas. La cantidad de cabezas nucleares que posee Israel, es un
misterio; solo se sabe que son muchas.
El miedo a una guerra mundial, es grande y,
sobre este miedo, se impone la dictadura del capital. El capital es el que
fabrica la guerra y los medios para mantenerla.
La “Primavera árabe”, si bien hubo el
detonante en que dos personas se quemaran a lo bonzo en Túnez, esto se venía
fraguando desde muchísimo antes. Desde las conversaciones en “Camp Davis” en
septiembre de 1.978, Hosni Mubarak ha sido el gran protegido de los USA en el
Norte de África, era al tiempo el gendarme de la frontera sur de la Franja de
Gaza.
El lema de la Primavera Árabe, es: “Pan,
libertad y justicia social”.
A Túnez ha llegado la libertad, no así el
pan ni la justicia social.
En Egipto, no ha llegado nada del lema.
Las revueltas de Libia y Siria, son
espoleadas y financiadas desde el exterior.
En Libia se ha retrocedido en libertades al
hacerse cargo del país los integristas musulmanes. Antes de la revuelta y la
intervención de la OTAN, por lo menos la mujer, era más libre; hoy está
sometida al varón.
El paso de la dictadura a la “democracia”
estilo occidental, ha estado tutelado por “las democracias occidentales”.
Esto, engendra miedo; en muchos, un miedo
atroz.
Durante estos procesos, ¿dónde han estado
las organizaciones de izquierdas del “primer mundo”?; desde luego no al lado de
los trabajadores de esos países.
El socialismo, es posible.
Solo desde el socialismo se puede erradicar
la esclavitud que padece el mundo. Pero…
Si dentro del “primer mundo” las
organizaciones de izquierdas han hecho dejación de sus funciones, ¿qué ejemplos
se pueden esperar para los de los “otros mundos”?
¿Por qué la “comunidad internacional” ve en
Cuba una dictadura y no la ve en China?
¿Por qué la “comunidad internacional”
denuncia la Sharía en Irán y no lo hace en las teocracias medievales de Kuwait,
Arabia Saudí o los Emiratos Árabes?
El capitalismo actual, es el opio del
pueblo.
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