Madrid, Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha ya han hecho
pública su intención de aprovechar la reforma legal, aprobada recientemente por
el Gobierno, para privatizar la gestión o los servicios informativos de sus
televisiones públicas, mientras que Andalucía, Cataluña, Extremadura y Galicia
han anunciado que mantendrán, de momento, la gestión pública.
En el Consejo de Ministros del pasado 20 de abril, el
Gobierno aprobó una modificación de la Ley General de Comunicación Audiovisual
que permite a los gobiernos autonómicos, o bien privatizar las televisiones
públicas regionales, o bien quedarse con su gestión, aunque en este caso,
estarán obligados a no tener déficit. Además, les da la opción de confiar a una
empresa privada la producción de sus informativos, un extremo que hasta ahora
estaba prohibido por ley, aunque varias televisiones autonómicas ya lo hacían
para, supuestamente, ahorrarse costes.
En nuestro país hay 13 televisiones autonómicas, que emiten
en Galicia, Comunidad Valenciana, Cataluña, País Vasco, Canarias, Madrid,
Castilla-La Mancha, Andalucía, Baleares, Murcia, Asturias, Aragón y
Extremadura. Cada una de ellas tiene, no obstante, unas características muy
distintas. En este sentido, las que comenzaron sus emisiones antes: ETB (País
Vasco), TV3 (Cataluña), TVG (Galicia), TVV (Valencia) y Canal Sur (Andalucía)
son en general las que tienen un mayor presupuesto y un mayor coste para los
ciudadanos de sus comunidades, según el V Informe Económico sobre la Televisión
Pública en España elaborado por Deloitte para UTECA con datos de 2010, aunque
hay excepciones como el caso de TeleMadrid, la televisión de Aragón o la de
Baleares.
Así, TeleMadrid a pesar de haber sido de las primeras, comenzó
sus emisiones en 1989, es una de las que menos coste tiene para los ciudadanos
de su región (49 euros por hogar, según Deloitte), mientras que la pública de
Aragón, que comenzó en 2006, tiene un coste neto por hogar, descontando lo que
ingresa por publicidad de 126 euros, y la de Baleares, que también empezó
tarde, en 2005, tiene el mismo coste de 126 euros. Lo que la consultora parece
no valorar es la facilidad que tiene TeleMadrid para cubrir su espectro ya que
la práctica totalidad de la población se concentra en el entorno próximo a la
capital. Lejos de estas facilidades se encuentran autonomías extensas y con su población
muy disgregada en zonas rurales.
El tamaño de la plantilla, la deuda acumulada y la forma de
gestionar las televisiones públicas también es muy distinto en cada comunidad
autónoma. De hecho, aunque hasta la última reforma del Gobierno, estaba
prohibido por ley que las cadenas autonómicas públicas delegaran la producción
de sus servicios informativos a empresas privadas, al menos cuatro autonomías ya
venían haciéndolo total o parcialmente. Aragón, Baleares, Murcia y Canaria son
las puntas de lanza de esta práctica irregular.
Con la reforma de la Ley, Valencia, Madrid, Castilla-La
Mancha han anunciado su intención de cambiar de modelo o privatizar sus
televisiones. Así, a los pocos días de aprobarse la reforma por del Consejo de
Ministros, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre,
justificó la necesidad de privatizar TeleMadrid en el déficit que arrastra la
cadena y en que los gobernantes y los poderes públicos no están para gestionar
las televisiones. En su opinión, es preferible dedicar los tiempos a garantizar
a la ciudadanía unos servicios públicos de calidad y a inspeccionar que esos
servicios se prestan adecuadamente. Uno de tantos discursos vacíos de la
lideresa en los que confronta lo que dice y lo que hace.
Al carro se ha subido de inmediato la secretaria general del
PP y presidenta de Castilla La Mancha, que tardó lo justo en mostrar sus
intenciones privatizadoras o de ceder para la gestión privada la televisión
autonómica castellanomanchega. Cospedal se apoya en su compromiso electoral,
será este el único que cumplirá, para insistir en que es preciso sanear la
televisión pública hasta hacerla financieramente viable para la gestión
privada. Toda una promesa de éxito para quien consiga el “caramelito”.
Distinto es el caso de la Comunidad Valenciana, cuya
televisión pública afronta un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que
afectará a más de un millar de trabajadores. En este caso, el Gobierno
valenciano se ha declarado partidario de mantener la gestión pública y encargar
a empresas privadas la producción de los programas informativos como fórmula de
ahorro.
Así, el vicepresidente y consejero de Presidencia de la
Generalitat Valenciana, José Císcar, ha explicado que la futura ley de Radio
Televisión Valenciana (RTVV), cuyo anteproyecto ha presentado el gobierno
autonómico, contemplará que el ente siga siendo "un servicio público en el
que los contenidos informativos y de defensa de la lengua valenciana, su
cultura y tradiciones se presten mediante gestión directa y que las
producciones que se tengan que hacer se puedan externalizar mediante un
procedimiento de colaboración público-privada". No es por dudar de sus
palabras, pero los hechos indican otra dirección puesto que hasta el ERE
aplicado a la RTVV ha sido privatizado.
TELEVISIONES QUE SE MANTIENEN PÚBLICAS
Por el contrario, Cataluña, Extremadura, Andalucía y Galicia
han confirmado su intención de mantener la gestión pública de sus televisiones
autonómicas. Así, el portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, aseguró poco
después de conocerse la aprobación del real decreto que no se les ha pasado por
la cabeza privatizar ninguno de los medios públicos de la Corporación Catalana
de Medios Audiovisuales (CCMA), entre los que se encuentran TV3 y Catalunya Radio.
También el presidente de Extremadura, José Antonio Monago, ha
descartado privatizar la televisión autonómica extremeña porque no es deficitaria y sus cuentas están
perfectamente embridadas y controladas, según afirma. Aunque yo me inclino
por creer que es parte del peaje que tiene que pagar a IU por permitirle
gobernar sin mayoría absoluta.
Por su parte, la consejera de Presidencia en funciones de la
Junta de Andalucía, Mar Moreno, ha insistido en la defensa del carácter público de la Radio Televisión de
Andalucía (RTVA) y ha asegurado que existe un compromiso entre el PSOE
andaluz e Izquierda Unida para defender su naturaleza pública, ya que es una garantía de pluralidad y de vertebración.
En Galicia, recientemente se aprobó una nueva ley para
regular los medios públicos gallegos con los votos de PPdeG y PSdeG, en la que
se ratifica el carácter público de su televisión autonómica.
SALVAR DE LA CRISIS A LOS ASPIRANTES
Retomemos las palabras de Cospedal de que es preciso sanear
las cuentas de la cadena autonómica hasta hacerla financieramente viable para
su gestión privada. A ello lleva Nacho Villa dedicado una temporada, limpiando
la era de periodistas “incomodos” y “caros” y contratando novatos o jefes de
prensa del PP para sustituirles. Las malas lenguas aseguran que el destinatario
de la televisión saneada y purgada de izquierdistas será el grupo VERTICE 360. Sí,
el grupo ligado a Nacho López del Hierro, el marido de Cospedal.
Y es que corren tiempos duros para el grupo. Los ingresos de VERTICE
360, al que muchos sitúan como el principal favorito en el proceso de
privatización o gestión privada de Radiotelevisión Castilla-La Mancha, en los
tres primeros meses de 2012 ascendieron a 27,71 millones de euros, un 26% menos
que en el mismo trimestre de 2011. La compañía afirma que el descenso en su
cifra de negocio fue consecuencia de la desinversión en Lavinia y de la menor
producción de contenidos.
En concreto, la cifra de negocio de la división de Servicios
durante este periodo cayó un 8,9% respecto al mismo período de 2011, hasta los
19,41 millones de euros, mientras que los ingresos de explotación en Contenidos
alcanzaron los 7,4 millones de euros en el primer trimestre del ejercicio, un
47,9% menos.
Por su parte, el beneficio bruto de explotación (Ebitda)
descendió un 46%, hasta los 2,87 millones de euros desde los 5,36 millones de
euros del primer trimestre de 2011, mientras que el beneficio neto de
explotación (Ebit) arrojó un saldo negativo de 2,18 millones de euros, frente a
las ganancias de 787.000 euros, debido a la amortización en los primeros tres
meses de 2012 en el área de contenidos.
A cierre del primer trimestre, el endeudamiento total neto de
Vértice 360º ascendió a 34,9 millones de euros, lo que supone un 29,3% menos
desde el cierre del ejercicio anterior, debido principalmente a la desinversión
en el Grupo Lavinia.
La compañía, a la que se han adjudicado recientemente los
contratos de explotación de los operadores de cámara en varias delegaciones de
Castilla-La Mancha TV, ha explicado que, del total de endeudamiento neto, 9,6
millones (un 27% del total) corresponden a descuento de contratos y efectos
descontados. Así, la deuda financiera neta, excluidos estos pasivos
garantizados, asciende a 25,26 millones de euros.
Pues
sea como sea, los datos demuestran que la iniciativa privada no es ninguna garantía
de mejor gestión y nos tememos que el actual presupuesto de RTVCM será progresivamente
incrementado a demanda del gestor privado para que las cuentas cuadren según sus
intereses.
No es cuestión de mejor gestión sino que yo como muchos ciudadanos no queremos mantener con nuestro dinero canales autonómicos cuya audiencia es de risa son deficitarios donde mucha gente ni curra y tienen un exceso de trabajadores vs las privadas, así que con mi dinero no, a la calle y que se reciclen como muchos españoles en paro y que han de ponerse las pilas, por que estos iluminados han de seguir matando de la teta pública?
ResponderEliminarPara garantizar la imparcialidad que nunca habrá ni siendo pública o privada?