Hubo
un tiempo en que el viernes era esperado con ganas por los ciudadanos de a pie.
Por los trabajadores porque, cuando se alcanzó el acuerdo sobre jornada de 40
horas semanales y antes de que los bancos nos obligaran a tod@s a pasar por caja,
los viernes eran día de cobro, puerta del fin de semana y a medio día tocaba
cañita con los compañeros de trabajo; y el mejor regalo de todos es que dejabas
de ver la fea cara de tu jefe durante dos días y medio. Por los estudiantes
porque ponía fin a la semana escolar y permitía dedicarse al placentero arte de
beber y fumar hasta perder el control. Últimamente, en el entorno de las
universidades se habilitó el jueves como día de los excesos y el viernes era el
día de hacer las maletas y viajar a casa a llenar los tapes de comida, los
bolsillos de dinero y las maletas de ropa limpia.
Ahora
quienes esperan el viernes con desesperación son los empresarios amiguitos del
gobierno, ávidos de regalos e insaciables hasta la avaricia. No han tenido
bastante con la reformita laboral que
les permite disponer de nuestras vidas en relación de semiesclavitud, con el
regalito de la educación y la sanidad públicas semiprivatizadas, con el
ventajoso tratamiento de su fiscalidad y sus aportaciones a la seguridad
social, con que subvencionemos con dinero público los trabajadores contratados para
sustituir a los veteranos despedidos en los EREs, con que les abramos las puertas
al pastel de la ley de dependencia…, con el frenazo a las energías renovables y
la subida de la factura de la luz… ¿Qué más esperan estos canallas?
Esperan
lo que hoy les dará Rajoy en consejo de
ministrillos: la privatización de las joyas de la corona para que se lucren
un poquito más. Ya podemos despedirnos de AENA, RENFE, ADIF y puede que hasta
las acciones de oro que aún conservamos en algunas compañías anteriormente públicas.
Nos dejaran totalmente desprovistos de cualquier bien, servicio o infraestructura
pública. Despídete del puente, de la carretera, del camino, de la vía verde…,
despídete.
Este
gobierno es tan generoso que tiene para todos, solo es cuestión de pedirles.
Qué quieres peajes… pues peajes en las carreteras que hemos pagado a tocateja
con impuestos…, que quieres más beneficios en las gasolinas pues centimazo
sanitario y si protestas te lo doblo como en Castilla La Mancha…, que quieres más
rentabilidad en los hospitales que te regalé pues a cobrar por su uso…. Son tan
generosos que tienen incluso para Argentina y Bolivia, poniendo puentecito de
plata a la nacionalización de empresas españolas. Están tan atentos a lo que
les demandan que ya hay cola en América Latina con la lista de peticiones…. Los
gobiernos autonómicos son alumnos aventajados y siguen al pie de la letra lo
que obra el jefe. Cuando no queda nada o casi nada que privatizar se privatiza
la información y se regala la televisión y la radio pública a amigotes o conyugues
en horas bajas.
Y
finalmente está Cañete. El zampavacas ocupado en asuntos de agricultura. Ese
ilustrado ambientalista que acaba de poner la puntilla al delicado ecosistema
de las Tablas de Daimiel y los Ojos del Guadiana echando el cierre al PEAG y
facilitando la legalización de miles de pozos irregulares… en ASAJA ya tienen
el ministro que buscaban y ya les está permitido la compraventa del agua.
Por
fin es viernes, gritan alborozados los empresarios amigos del gobierno….
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