miércoles, 15 de febrero de 2012

¿Plagio? Pues parece blanco y en botella


Mercedes Arancibia || Periodista.
Por lo visto, a veces ocurre que dos autores publican una novela con seis años de diferencia, que el libro lleva idéntico título en ambos casos y que  el segundo tiene incluso no solo el mismo argumento sino un puñado de párrafos  iguales al primero, con ligeras variaciones gramaticales. Y, por lo visto, eso no es plagio sino “coincidencia”:“De plagio nada de nada, sino una coincidencia con el título que advertí cuando la mía estaba en la calle. Es un asunto desagradable pero son cosas que pasan”, escribió Muñoz al periódico del exilio cubano en Miami El Nuevo Herald vía e-mail, indicando que nunca coincidió en La Habana con Travieso porque estuvo allí hace muchos años en viaje turístico, no cultural.
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Dice del título que “le vino a la mente” cuando vio una foto en blanco y negro publicada en El País Semanalen la que un joven negro y su pareja iban en moto por una calle habanera bajo la lluvia: “Tanto me gustó la foto que incorporé un capítulo con ese nombre, Llueve sobre La Habana, inspirándome en ella. Y tanto me gustó el título de ese capítulo que decidí que fuera también el de la novela. Y así fue, sin más, porque además consideré que esa frase recogía la tristeza de mi historia policial que era, sobre todo, sentimental”. La novela de Muñoz, dicen en el mismo periódico,  se centra en los asesinatos de prostitutas y tiene un fuerte tono de crítica sobre la vida en la capital cubana.
Así, llamándolo coincidencia,  se defiende José Luis Muñoz, autor de la novela Llueve sobre La Habana, ( Editorial La Página, Tenerife, 2010), de la acusación de plagio presentada en los tribunales  contra él por Julio Travieso Serrano, autor de Llueve sobre La Habana (Editorial Letras Cubanas, La Habana 2004), editada en España en 2009 (Editorial Renacimiento, Sevilla). Hasta aquí la primera parte de la denuncia, basada en que “el título, verdad sabida es, constituye parte inalienable del derecho moral y legal de un autor sobre su obra y su apropiación por otra persona es condenable”, declara el autor cubano en la revista cultural La Jiribilla.  También las fotografías de las portadas de ambos libros son, digamos, que bastante aproximativas; o sea, que se parecen.
Yo supongo que, de haberse tratado solamente del título, e incluso del título y la foto, las cosas no habrían ido tan lejos pero resulta que  a Travieso Serrano le apoya en su denuncia, según una nota de la agencia EFE, la Agencia Literaria Latinoamericana, con sede en La Habana, que representa los derechos legales de los escritores cubanos, y considera que Muñoz ha hecho un “burdo reacomodo” de los temas de la novela de Travieso en lo que constituye una “verdadera falsificación.
Demasiadas coincidencias
Lo más sorprendente de todo este turbio asunto es que José Luis Muñoz , de 60 años, es un reconocido autor español de novelas policíacas, uno de los fundadores de la Semana de la Novela Negra de Gijón y ganador de premios de tanto prestigio como el Azorín, La Sonrisa Vertical, Café Gijón, Camilo José Cela y Ciudad de Carmona de Novela Negra.
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Siempre según el periódico de la derecha cubana en Miami, “el escritor español Angel Esteban, catedrático de literatura latinoamericana en la Universidad de Granada, España, y estudioso de la obra de Travieso”,ha asegurado que ambas novelas “critican la situación  de La Habana en los años 90”.
Travieso “describe los sidatorios, donde las personas son recluidas hasta que se mueren. Muestra que la gente tiene que matar para sobrevivir, lo que pasa cuando en un país hay represión. Pero Julio, como cualquier escritor en Cuba, no puede decir nada en contra del régimen”, señaló Esteban en entrevista telefónica con El Nuevo Herald, negando a su vez que Travieso pueda haber sido utilizado por organismos oficiales cubanos para atacar a Muñoz en represalia por la visión crítica de la realidad cubana que da en su novela.
Se trata de un escritor que se ha enfadado porque piensa que le han copiado”, expresó Esteban, quien ha publicado varios ensayos sobre la obra de Travieso, entre ellos sobre la novela El polvo y el oro(1993).
Esteban, autor de Gabo y Fidel: el paisaje de una amistad, un estudio biográfico sobre el escritor colombiano Gabriel García Márquez  y el ex presidente cubano Fidel Castro, cuenta que Travieso fue luchador contra el régimen de Batista y, al llegar la revolución, recibió una beca para estudiar Derecho en la Universidad Lomonosov en la antigua Unión Soviética. Más tarde ejerció como profesor en la Universidad de La Habana y en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales. En su carrera literaria ha sido reconocido con el Premio Nacional de la Crítica, en Cuba, y el Pushkin, que confiere el Estado ruso. Es miembro también de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
Por su parte, el escritor español acusado de plagio reconoció en su correo a El Nuevo Herald, titulado “Caen chuzos d e punta sobre La Habana” que en “ambas [novelas] hay jineteras [prostitutas], claro, evidentemente, como hay ron cubano, playa, mulatas, son, palmeras…”, para luego calificar la acusación de “disparate absoluto”.
Se puede leer el alegato completo del escritor cubano, y la comparación de textos de ambas novelas, enlajiribilla.cu.
Gitano
En la historia de la literatura hay muchos ejemplos de plagios -incluso algunos tratados dedicados a estudiar el fenómeno- y la mayoría pasan desapercibidos; muchas veces ni siquiera se entera el plagiado. En la triste España de nuestros días lleva varios años saltando de un tribunal a otro la reclamación por plagio de Antonio González-Vigil,  productor, guionista y director de cine, contra el escritor y académico Arturo Pérez Reverte.
A principios de los años 2000, el cineasta Antonio González Vigil demandó a Arturo Pérez Reverte por plagio. En 1992/1994, González Vigil había inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual un guión, “Corazones Púrpura. Gitana“, que presentó a la productora Origen, de Antonio Cardenal, quien rechazó el proyecto. En 1996, Pérez Reverte registró otro guión, “Gitano“, que la productora de Cardenal utilizó para el rodaje de una película llamada Gitano, que dirigió Manuel Palacios e interpretaron Joaquín Cortés y Laeticia Casta. Antonio González Vigil encontró tantas similitudes entre ambos guiones que demandó a Antonio Cardenal y a Manuel Palacios, no sin antes tratar de llegar a un acuerdo con ellos que le resarciera en lo posible del perjuicio que consideraba le habían ocasionado. Pero no hubo tal acuerdo, porque le enviaron a hacer puñetas. En abril de 2011, la Audiencia Provincial de Madrid condenó a Arturo Pérez Reverte, que recurrió al Supremo, a pagar 80.000 euros a Antonio González Vigil, por considerar probado que la línea argumental de “Corazones púrpura. Gitana” estaba incorporada al guión de Pérez Reverte, “Gitano“, y otros 80.000 euros más a Dato Sur S. L., empresa vinculada a Antonio Gonzalez Vigil. En mayo de 2011, el Tribunal Supremo desestimó la querella interpuesta por Arturo Pérez Reverte contra Dato Sur S. L. y Antonio González Vigil en defensa de su buen nombre y honor, por entender que los demandados por Pérez Reverte ”se limitaron a utilizar las vías legalmente fijadas para la averiguación y persecución de unos presuntos hechos delictivos y que en dicha apertura de procedimiento no existe querella o acusación falsa”.

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