domingo, 18 de marzo de 2012

CONSTITUYENTES. Se puede, pero con la república como sistema


Miguel Pastrana.

Secretario federal de UCR e integrante de la Agrupación Juan Negrín del Ateneo de Madrid.
Proceso constituyente en España. Son palabras mayores, pero es que son inmensos los problemas que atenazan a nuestro país. Necesitamos un proceso constituyente. Hace falta. Y es justo y oportuno que comience en Cádiz, en este segundo centenario de su Constitución.
15_republica_vLa soberanía nacional vuelve a estar sobre el tapete, pendiente de discusión y resolución. ©Germán Gallego
No quiero hacer Historia, pero considero de rigor señalar que en la Constitución de Cádiz de 1812, con todos sus errores, insuficiencias y hasta injusticias –que las tiene– se inició el concepto de soberanía nacional en nuestro país. Y la soberanía nacional, es decir, la capacidad de decisión de los ciudadanos y ciudadanas, es lo que está, vuelve a estar sobre el tapete, pendiente de discusión y resolución. 
Los constituyentes de 1812 llegaron a considerar la república como sistema político, aunque esta opción no fue mayoritaria. Aún era demasiado importante el peso de la institución monárquica. Muy distinto hubiera sido el lamentable siglo XIX español de haberse optado ya entonces por la república.
Considero importante señalar que en Cádiz 2012, donde el 17 y 18 de marzo se celebra la Asamblea Estatal de Asambleas Constituyentes, deben abordarse las cuestiones no resueltas en 1812. Y entre ellas, y muy principalmente, la cuestión de la república. Porque la soberanía nacional; la capacidad de decidir de los ciudadanos y ciudadanas, de hacer, de construir un Estado, se llama república, y en España se llama Tercera República.
Nosotros, en el Ateneo de Madrid, no en vano considerado históricamente cuna de la Segunda República, presentamos el pasado 7 de diciembre, 14 puntos republicanos para el proceso constituyente español. ‘Los 14 Puntos del Ateneo’, como ya se conoce esta iniciativa.
En ellos se avanza, sin detallar, cómo deber ser la futura república. Y se constata, el imperativo de cambiar el marco constitucional y las reglas de juego de 1978 como única salida a la crisis, que no pase por la pauperización y la desvertebración social. Se habla, asimismo, de los “cerrojos” de la Constitución española de 1978 y su “incapacidad como marco jurídico para una transformación democrática”, por la que se apuesta sin ambigüedad. Y esa incapacidad democrática y esos cerrojos de la Constitución de 1978 provienen de sus elementos heredados del franquismo. El primero y más principal, sostén de todos los demás, la monarquía.
“En Cádiz 2012 hay que apostar por la república participativa, laica, federal y solidaria que necesitamos”
Asistimos a una pérdida sangrante de soberanía ciudadana, y a una situación inagotable de corrupción en todos los niveles, por dos vías. La primera, por el carácter antidemocrático que supone la institución en sí. La segunda, por el origen franquista que tiene la actual monarquía española, impuesta por el dictador tras derrocar a la república y asesinar a decenas de miles de personas. La propia Audiencia Nacional ha calculado que fueron 143.353 personas. No muertas en combate sino asesinadas fríamente. Y se sospecha, con fundamento, que pueden ser varias decenas de miles más. Pero este reino no permite investigar como es debido; no lo permite.
Por ello –y con esto respondo a amigos y compañeros que dudan que en Cádiz se vaya a hablar de la Impunidad del franquismo-, afirmo que mientras haya un republicano allí se hablará de la Verdad, la Justicia y la Reparación, y se dirá –como decimos hoy- que los crímenes del franquismo no prescriben.
Los republicanos no partimos de cero. Partimos de todas las luchas democráticas del pueblo a lo largo de su Historia, y partimos de la Primera y Segunda Repúblicas.
En Cádiz 2012 hay que apostar por la república participativa, laica, federal y solidaria que necesitamos. Porque es la forma de enlazar todas las justas luchas ciudadanas. La de aquí, y las de allá. Las sociales, las sindicales, las medioambientales. La lucha por una sociedad mejor y un mundo más justo. Por la cultura. Por la Paz. En España necesitamos la república para todo esto. Lo que en Cádiz se quiere y vamos a hacer, sólo puede hacerse con república.
Aprender de los errores
15_republicavvLos republicanos no partimos de cero. Partimos de todas las luchas democráticas del pueblo a lo largo de su Historia, y partimos de la Primera y Segunda Repúblicas. ©Germán Gallego
Aprendamos de los errores de 1812. Recordemos al general Rafael del Riego, ejecutado en la horca por el rey Fernando VII. Un infame asesinato de uno de los asturianos más importantes de la Historia, y que Galdós lo narra así en su novela ‘El terror de 1824’: “Pereció como la pobre alimaña que expira chillando entre los dientes de gato. El día 7, a las 10 de la mañana, le condujeron al suplicio. De seguro, no ha brillado en toda nuestra historia día más ignominioso”.
No debemos dudar la responsabilidad de la monarquía en la situación que afrontamos. Si la monarquía no fuese pieza esencial del tinglado de una crisisque nos está llevando a la ruina, no tendrían por qué gastarse tantos recursos en defenderla y en blindarla? La monarquía es esencial en un sistema de injusticia. Por eso debe ser esencial para los republicarnos derogarla.
El grupo de seguidores de la Corona han arruinado este país y, de continuar, seguirán arruinándolo. En otros países se ha revocado democráticamente. Aquí no nos dan ni la oportunidad de un referéndum. Tendremos que exigirlo.
En la Asamblea de los días 17 y 18 de marzo se rebatió el falaz argumento de que hay “repúblicas malas”, frente a monarquías supuestamente mejores. No hay que entrar a ese juego. Es el del monarquismo camuflado y el inmovilismo. La monarquía que tenemos ya la conocemos. La república está por construir por la ciudadanía. De nosotros y nosotras depende su existencia.
Crónica Popular

No hay comentarios:

Publicar un comentario

DEJA AQUÍ TU OPINIÓN

SUMAR, EL ENÉSIMO DISPARO DE FOGUEO CONTRA EL RÉGIMEN DEL 78

Tras la muerte de Franco, ninguno de los movimientos de izquierdas impulsados desde el PCE ha puesto en riesgo el sistema, es más, ni siquie...