Nos hemos empeñado en facilitar a la derecha el acceso libre a cualquier parcela de poder en nuestro país, sin que se deje una pluma en el camino, y a ciencia cierta que lo estamos consiguiendo.
Con el PSOE noqueado por la amplitud de la derrota, más que merecida por ejercer de sanitario de la derecha, incapaz de encontrar un camino pensando en el interés general y con escarceos entre quienes apuestan por cambios profundos y soluciones estables –congreso extraordinario-, y quienes quieren cambiar lo mínimo para no cambiar nada;, con Izquierda Unida esforzándose por romper su compromiso electoral de no facilitar por acción u omisión un gobierno de derechas, los ciudadanos intentamos digerir que nuestros votos siguen cayendo en saco roto y se anteponen los prejuicios de los elegidos sobre los compromisos con los electores.
Dos ejemplos para ilustrar el espectáculo que denunciamos: Extremadura y Puertollano.
En Extremadura, si no se alcanza un acuerdo entre IU y PSOE, se podría completar el mapa azul de España. El Coordinador y candidato de IU está pasando a González Vara la factura de todas las afrentas que el incombustible Rodríguez Ibarra infringió durante años a cuantos se movían a su izquierda. La cuestión es si los extremeños, que mayoritariamente han votado izquierda, se pueden permitir el lujo de soportar un gobierno que ponga en riesgo lo avanzado en las últimas décadas. La cuestión es también en quien vamos a confiar en las próximas elecciones si hasta IU incumple compromisos clave.
En Puertollano se ha pasado de un amor entregado entre los candidatos de PSOE e IU, partiendo de un acuerdo de gobierno que supuso la amortización del anterior alcalde socialista y de un desencuentro tras alcanzar el PSOE la mayoría absoluta en 2007 y pasar IU a la oposición; a una rivalidad personalista muy perjudicial para los intereses de la ciudad. Cierto es que Joaquín Hermoso ha evolucionado hasta la sordera desde una posición inicial de gran disponibilidad al dialogo y al consenso, que ha ejercido la mayoría con la mirada altiva y cierto caudillismo-consentido en el PSOE local- y que ello ha profundizado heridas en la relación con IU. Pero López Montero, candidato de IU desde 1983, también anda pagado de sí mismo tras años de liderazgo sin crítica.
En cualquier caso, Extremadura y Puertollano, en España hay centenares de ayuntamientos que necesitaran de acuerdos de la izquierda, son ejemplo de lo que los ciudadanos sugieren con su voto sin que los políticos elegidos se den por enterados. Dejaré Extremadura para que se resuelva localmente, pero en el caso concreto de Puertollano quisiera advertir a PSOE e IU que nos preocupa el progreso de la ciudad y que no se ponga en riesgo el modelo de diversificación industrial con las energías limpias como motor. Si el PP alcanza el gobierno central será muy necesaria la unidad para no poner en riesgo la pervivencia del ISFOC, el Centro Nacional del Hidrógeno y otros proyectos de gran envergadura. La Fundación VIRTUS será la primera víctima de la desunión.
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