SILICIO SOLAR, SOLARIA, ENCASUR, E-ON… PUERTOLLANO DEBE DAR UN PASO AL FRENTE EN DEFENSA DE SU FUTURO
Movilización de los trabajadores de Solaria en la feria de Puertollano |
Cuando
nos informan sobre el sector energético, casi nada de lo que nos cuentan es
verdad. Unas veces por desconocimiento y otras por intereses espurios se
esconde que son las grandes eléctricas quienes se llevan la parte del león en
el reparto de subvenciones. Ilustro lo que afirmo con el dato ofrecido por la
Agencia Internacional de la Energía (AIE) que ha denunciado que los subsidios
en todo el mundo hacia combustible fósiles (carbón, petróleo y gas) alcanzan
anualmente los 224.000 millones de euros, mientras que las renovables se llevan
unos 41.000 millones, cinco veces menos. Este organismo va más allá y exige que
se cumplan los acuerdos del G20 adoptados en 2009 en Pittsburg, dirigidos a eliminar
las subvenciones a los combustibles fósiles para reducir la emisión de gases de
efecto invernadero.
En
España se nos cuenta a diario que el Estado acumula una deuda de 21.000M€ con
las grandes eléctricas por el llamado déficit de tarifa pero la verdad es bien
distinta. ¿Cómo se ha generado ese déficit? El
proceso de privatización iniciado en 1998, primera legislatura de Aznar, fue
realizado de espaldas a la ciudadanía y puso en marcha un estudiado engranaje
que ha producido pingues beneficios a las eléctricas. Desde el Observatorio
Crítico de la Energía (OCE), hablan de opacos acuerdos, de intereses creados,
que finalmente derivan en una subida constante del precio de la electricidad y
del déficit de tarifa. Estaríamos hablando de primas a fuentes de energía
emisoras de CO2 como carbón y gas natural (26.000€/MW/año), de la anulación
anticipada de los Costes de Transición a la Competencia (por la que se estima
que las eléctricas deberían devolver 4.000 millones de euros), empresas que tampoco
han satisfecho los “derechos de emisión” por los que tienen pendientes de pago
otros 4.000M€, de los ingentes beneficios de centrales hidroeléctricas y
nucleares que ya están amortizadas, o de los mercados de futuros de
electricidad en los que entidades financieras obtienen cuantiosos dividendos
(subastas CESUR). La suma de todos estos mecanismos, -sospechosos para la Comisión Nacional de la Energía (CNE) de haber
sido manipulados en varias ocasiones durante la última década-, conllevan
un elevado coste y carecen de los beneficios que las primas a las renovables
aportan al sistema de generación eléctrica: disminución de emisiones de CO2 y
de importaciones de combustibles fósiles; y, más genéricamente, ser la piedra
angular de la inexorable transformación del actual modelo energético.
Es un error eliminar las primas a las renovables acusándolas falsamente
de ser las responsables del déficit de tarifa, al tiempo que resulta indignante
que sean precisamente las empresas eléctricas las que reclamen al Estado unas supuestas
pérdidas que chocan frontalmente con los balances que presentan en su juntas de
accionistas. Desde que Josep Pique privatizara el estratégico sector eléctrico español,
el precio de la electricidad lo regula un organismo controlado por el
oligopolio de las eléctricas, lo que hace difícil sostener que fijen un precio
de tarifa que les genere perdidas. Según los datos del sector, en 2011 han
tenido beneficios declarados por 2.805M€. Así ha venido ocurriendo año tras año
y lo cierto es que el beneficio ha superado con creces a las inversiones en
infraestructuras que comprometieron cuando el Estado les vendió las otrora
empresas públicas. De aquel compromiso de inversión es de donde procede el
llamado déficit de tarifa.
Resulta paradójico que los gobiernos del PP, tan patriotas para
ciertas cosas, vendieran entonces el eficiente sector energético público para
hacer caja y presentar un saldo económico positivo, como siempre hacen, y
ataquen ahora al único sector en que España es líder mundial. La venta de
entonces fue a capital español, pero ahora el 50% del sector eléctrico está en
manos de capital extranjero, curiosamente de las empresas públicas de Italia y Alemania
(E-ON, ENEL). Ningún país importante de nuestro entorno ha renunciado a controlar
el sector energético y tampoco ha dejado de impulsar la apuesta por las
renovables, muy al contrario mantienen las primas e incluso las mejoran, como
ha hecho recientemente Mario Monti, el tecnócrata al frente del gobierno
italiano.
El negro futuro de la Ciudad Internacional de la Energía
Las energías renovables tienen es España tres grandes enemigos: la
sumisión del gobierno a intereses privados, las presiones de las eléctricas
hacia un sector emergente que no controlan y quieren controlar y el dumping de
las empresas chinas. El resultado de estos ataques está teniendo en Puertollano
coste inasumibles, ni siquiera los 15 millones que va a invertir REPSOL en su área
de lubricantes minimiza el impacto de los ataques. No lo hará porque no se
crearan nuevas instalaciones sino que se hará más eficiente lo que ya existe y
eso siempre se traduce en pérdida de empleo.
Desde que Miguel Sebastián puso en el punto de mira a las
renovables a Puertollano se le han escapado más de mil empleos y cientos de
millones de euros en inversiones. Cerró definitivamente PROENER, se nos fue para
siempre la multimillonaria segunda fase de RENOVALIA, Silicio Solar ha dejado
en la calle a más de 600 trabajadores y tiene amenazados seriamente a los 450
restantes, Solaria ha presentado un ERE extintivo para el 80% de su plantilla y,
para colmo de males, la ocurrencia del ministro Soria ha puesto en riesgo la
continuidad de ENCASUR y, consecuencia de ello, E-ON acaba de hacer pública su intención
de cerrar definitivamente la central de Puertollano y despedir a la totalidad
de la plantilla.
¿Frente a tal situación como han reaccionado nuestros políticos? De
Ciudad Zariquiegui no se podía esperar nada distinto a lo que ha hecho,
convertir la gravedad de la situación en un ataque a Hermoso Murillo. La obsesión
de esta mujer con ser alcaldesa de una ciudad que no la quiere no tiene límites
y critica en su alcalde lo que exactamente ha hecho su consejera de trabajo:
advertir a Solaria de que les reclamaran las subvenciones públicas si siguen
adelante con el ERE extintivo.
Lo de Hermoso Murillo, que está bien, es claramente insuficiente y
debe ir más allá en la defensa de los intereses de Puertollano. De él debe
salir la urgente convocatoria a todas las entidades e instituciones de la comarca
para crear un frente común que determine el alcance de las movilizaciones para
defender nuestros empleos. Si no se siente capaz de hacerlo debería apartarse y
dejar espacio a quienes estén dispuestos a luchar por su pueblo. Lo que está claro
es que Puertollano necesita de responsables públicos de la talla de los que
encabezaron la defensa del complejo petroquímico en la huelga general convocada
en marzo de 1980. No nos vendría mal que su defensa del sector alcanzara la proyección
pública que ha tenido Ángel Vadillo y su huelga de hambre hasta que ha
conseguido que el ministro le reciba.
En cuanto a nosotros, después de las exitosas movilizaciones
protagonizadas por los sindicatos y la plataforma salvemos Puertollano, es
urgente que volvamos a asumir protagonismos y no dilatemos más la agonía de esta
comarca. Recomiendo que la actual plataforma convoque con urgencia un encuentro
para debatir sobre la situación y plantearse qué hacer en lo inmediato. En mi opinión
es necesario hacer confluir todas las capacidades en una única plataforma. La experiencia
de la cumbre social debe animarnos a seguir su ejemplo y a vincular a personas,
entidades e instituciones de toda la comarca en la defensa de nuestro futuro.
M. Félix de San Andrés
M. Félix de San Andrés
Muy claro., se puede decir más alto pero más claro imposible. Que tomen nota nuestros políticos y salgan del sueño en el que están sumidos de una vez. Puertollano necesita gente valiente y con ideas.
ResponderEliminarcoincido con el autor en la necesidad de convocar con urgencia a asociaciones, sindicatos, partidos y ayuntamientos de toda la comarca y planificar un calendario de movilizaciones en defensa del empleo en toda la comarca.
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