Gran parte de la sociedad espera una opción de izquierda transformadora |
Si
hay una victoria importante de la derecha sobre la izquierda es la de colocar a
la política entre las actividades más denostadas socialmente. Claro que desde
la izquierda también se ha contribuido bastante a que la gente tenga
sarpullidos cuando se le habla de partidos o se le pretende convencer que sus
quejas e incluso sus desafecciones son también política.
Hoy
me he desayunado con el barómetro que la cadena SER presentaba en el programa
Hoy por Hoy, del que me confieso seguidor desde tiempos de Iñaqui Gabilondo. Algunas
de las conclusiones de ese barómetro han despertado mis miedos pero también la
necesidad de volver al frente de batalla y contribuir humildemente a que la
izquierda recupere la política decente y útil. No estoy por crear nuevos
partidos que, lejos de favorecer la necesaria unidad, incrementan la actual dispersión
y refuerzan el argumento de que tod@s son iguales. Tampoco estoy por los
frentes proféticos de quienes han sido parte del problema y no hicieron nada
por aportar soluciones, por mucho que se presenten ahora como adalides de la
decencia cuando en realidad solo favorecen el discurso interesado de la rancia
derecha española. Si tan comprometidos están con recuperar la izquierda mejor harían
en unir los pedazos que antaño rompieron con su gestión. Si te atreves a decir que la actual IU, infinitamente más creíble que
la tú lideraste, es parte del problema y no de la solución deberías preguntarte
que has hecho tú para evitarlo. ¿No será que los muchachos (Lara y Centella) han
crecido y caminan solos?
Para
construir la izquierda no creo que sean tiempos de prejuicios contra ninguna organización
de izquierdas, sino de apostar por lo que une, que es mucho, frente a lo que
separa, que es poco. En general, en nuestros documentos congresuales y
programas electorales hay importantes coincidencias, salvo la excepción del PSOE
que tras su 28 Congreso perdió gran parte de la identidad socialista. Pero aun
con la apuesta por la Tercera Vía de casi todos sus dirigentes actuales, las
bases del PSOE se definen como socialistas y quieren que el partido recupere su
identidad de izquierdas. En ellas, en las bases, hay que pensar como parte
imprescindible de la izquierda y no hacerlo así es un grave error.
No
es entendible que todos hablemos de unidad de la izquierda y abramos varios
frentes para trabajar por la unidad. Cuesta entender que IU concurra a las autonómicas
vascas dividida y hayan llegado a los juzgados en disputa por la propiedad de unas
siglas que utilizar para reafirmarse en que unos son los genuinos y los otros
unos impostores. Si EB y EA hubieran cerrado heridas y concurrido unidas el 21O
es muy probable que EQUO diera un paso similar al de sus hermanos gallegos. En ese
supuesto sería posible recuperar la presencia en el Eusko Legebiltzarra. También cuesta entender que en
Galicia, después de alcanzar acuerdos con Anova y EQUO, puede que hasta se sume
Compromiso, no haya sido posible entenderse con el sector mayoritario del
Bloque, precisamente el más próximo al ideario socialista. De haber sido así
muchos militantes socialistas habrían apostado por la SYRIZA Gallega y habrían abierto
las puertas al frente de izquierdas que queremos para el resto del Estado. Aun así,
el paso dado en Galicia tiene gran importancia.
Los datos del barómetro dan por superado el bipartidismo en España. |
El
barómetro ofrecido en Hoy por Hoy coloca, por primera vez, a UPyD por delante
de IU con un 13% de los votos frente al 12%. El dato es más que preocupante
porque Rosa Diez está entre las principales contribuyentes al desprestigio de
la clase política. Lo hace porque le va muy bien, aunque la trastienda de su
partido esconda centenares de cadáveres de quienes han osado discrepar de la líder
infalible. No obstante, aún sigo confiando en la madurez de los españoles a la
hora de coger la papeleta y estoy convencido que el modelo gallego será
referencia para otros territorios del Estado español. En Aragón ya concurrieron
juntos IU y CHA, otro tanto ocurrió en Catalunya. Sin embargo en Baleares,
Canarias, Andalucía, Comunidad Valenciana no fue posible alcanzar acuerdos. Hoy
el panorama seria bien distinto y en torno a IU se podría vertebrar esa gran coalición
de toda la izquierda rojiverde que permitiera sumar en torno al 25% de los
votos emitidos.
Todos
tenemos la responsabilidad de construir esa gran alternativa abierta y plural
en la que sentirnos identificados y quedarse fuera de ella, querer partir desde
cero o excluir a una parte de la izquierda que con su actual configuración recogerá
entorno al 15% de los votos es mucho más que una irresponsabilidad, es repetir
en nosotros mismos lo errores que criticamos en otros. Que IU tiene que dar
pasos para abrirse definitivamente hacia la sociedad es evidente, pero ello
será más factible desde una estrategia de fronteras abiertas y sin aduanas
protectoras en ninguna de las partes.
Si
lo hace -favoreciendo el corrimiento de movimientos como Bases en Red,
Socialistas de Izquierda, puede que incluso IS se atreviera a dar el paso-, sería
posible aglutinar apoyos suficientes para superar al PSOE y entre ambas fuerzas
de la izquierda superar claramente a la derecha. El panorama en la izquierda
española se habría invertido como en Grecia, con la salvedad de que aquí no se
regalan 50 diputados a la fuerza más votada y aquí si gobernaría la izquierda,
salvo que los socialdemócratas del PSOE mostraran su verdadera cara de social-liberales.
A partir de ahí las tareas urgentes serian modificar la constitución para
adaptarla al siglo XXI, modificar la ley electoral para acabar con las prebendas
actuales e impulsar y desarrollar una verdadera democracia participativa,
apostar por la Europa social y de los pueblos frente a la Europa de los
mercados, apostar por la inversión productiva frente a la especulación y los
mercados, recuperar la banca pública y la presencia del Estado en sectores
clave como la energía y hacerlo de la mano de las energías renovables… en fin,
llenar de sentido lo de “hacer política” y que la economía vuelva al rango que
nunca debió perder: el de herramienta al
servicio de la política.
Es
verdad que la tarea de Construir la Izquierda puede parecer ingente pero si optamos
por atajar utilizando el camino ya andado la meta está más cerca de lo que parece
y lo imposible empieza a parecer tan solo difícil. Si de verdad nos empeñamos
en sumar lo que ya es útil, que es mucho en todas las izquierdas, estamos a
solo un paso de que España sea quien muestre el camino a seguir al resto de la
izquierda europea, incluida la griega. Hagamos pues nuestro camino hacia la
unidad pero sin perder de vista lo que están haciendo otros y dejando claras pistas
de hacia dónde vamos para no hacer el viaje solos.
Marcel
Félix de San Andrés
Comentarios
Publicar un comentario
DEJA AQUÍ TU OPINIÓN