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Mariano equipado para un partido de "La Roja" |
Estoy
que no quepo de gozo. Resulta que esperábamos las elecciones griegas para que
llegara la estabilidad a nuestra prima de riesgo y la recuperación a nuestra
bolsa y van los mercados y siguen a lo suyo: a especular. ¿Cuánto tiempo
tardaremos en darnos cuenta que nuestra prima no es el problema, que el
problema es que se pita el himno de España en los campos de futbol?
De
Rajoy dicen de todo menos bonito en la vieja Europa. No quiero pensar lo que
dirán de él allende los mares. Es repasar las cabeceras de la prensa
internacional y me embarga la felicidad por el cariño que nos tienen los
vecinos y la generosidad con que se refieren a nuestro gobierno. Me asalta
sobrecogido la duda sobre la valoración que harán de Moragas, ese mochilero yupi
que le acompaña a todas partes como jefe gabinete. Toma las notas, le hace de
traductor y le aconseja en las duras decisiones que estos tiempos exigen tomar.
Mejor le iría con su primo negacionista sabelotodo o con el primo de Zumosol. Menos
mal que La Razón compensa los malos ratos.
Pobre
Mariano, el que es un hombre feliz por naturaleza al que ni siquiera el “Prestige”
el alteró la sonrisa. Y no es para menos, tratándose como se trataba de unos
pocos “hilillos” de plastilina. Nunca pensó que una prima le haría tan infeliz.
Él es del clásico refrán “cuanto más prima, más se arrima”. Debe estar ahíto de
que lo que sirvió antaño para arrimar “cebolleta” le traiga ahora de cabeza y
le tenga en un sin vivir. Ponte condón Mariano y así evitas el riesgo de la prima.
Cuando
Bambi convocó las elecciones aquel fatídico 20N y cambió su simbolismo –ya no
será referencia de alegría para la izquierda, hasta eso le tenemos que
agradecer-, Mariano se las prometió muy feliz porque tenía por delante un año
repleto de la clase de acontecimientos que a él le gustan: el Madrid ganando la
liga y la champions, Nadal volviendo a dominar la tierra, la Eurocopa, el Tour
de Francia, las olimpiadas de Londres, la vuelta ciclista a España, etc., etc.,
etc….
Pero
la realidad es bien tozuda y la prima de riesgo no se separa un milímetro de
Mariano, y como el jodio anda por el mundo con la única protección del tal
Moragas lo han catalogado como “residuo” y con ello han valorado nuestra deuda
como “basura”. La diosa fortuna le dio la espalda al Tancredo afortunado y
ahora es gafe. Hasta la roja fue incapaz de darle una alegría y no paso del
empate contra Italia. Para colmo, Contador no podrá correr el Tour, el Madrid
fue eliminado por el Bayer y en su circo no paran de crecerle los enanos.
Cómo
será la cosa esa del gafe que no atrevió a viajar a Paris por si Nadal perdía
contra Novak Djokovic. ¿O será porque las redes sociales arden criticando el
gasto innecesario y sus huidas de la prensa y la oposición? De momento parece
que tampoco volverá a Polonia salvo que la roja llegue a la final o le invite
su colega polaco para hablar del euro. Es que Polonia, por si no lo sabéis, es
pieza clave en la solución a la crisis. Así se lo ha asegurado Moragas.
Hoy
la prima de riesgo cotiza por encima de los 570 puntos y el bono paga un interés
superior al 7%. Pero Mariano saca pecho sobre su presunta presión para que
rescataran nuestra banca y asegura que convencerá al G20 para que no le
intervengan el Palacio de la Moncloa. En el fondo eso es lo que le preocupa,
que le desalojen de la Moncloa y no pueda presidir desfiles militares o
representar a España en la inauguración de los juegos olímpicos. Que intervengan
nuestra economía le da igual. Total ya tiene a Guindos y Montoro de ministros y
es sabido que quien manda de verdad es Esperanza Aguirre y sus amigos
empresarios, menos Rosell, que como él es hombre de paja.
Que
cómoda era la vida en la oposición dándole collejas a Zp y paseándose con los
obispos en las verbenas de San Isidro en que convirtieron las calles de la
capital y que mal estaba España entonces, con la prima de riesgo rozando los
300 puntos, el bono a un interés inferior al 5% y el paro por debajo del 20%.
Ahora
las cosas están mucho mejor. Nuestra deuda está a un escalón del bono basura,
la prima es más de riesgo que nunca y se acerca a los 600, pagamos más del 7%
por el bono a 10 años, el paro supera el 24% y yo soy más feliz que nunca. Por si
aún no se han dado cuenta soy empresario y me he quedado con la gestión de
cuatro hospitales, he concertado centenares de colegios, me he cargado la prima
a las renovables y mis nucleares vuelven a tener vía libre…, y mis trabajadores
son ya tercermundistas en derechos. ¿Cómo no voy a rebosar de felicidad?
Yo también tengo una felicidad que no me cabe en el cuerpo.
ResponderEliminarPero menos mal que nos quedan los mineros...
Brillante exposición, si señor!!
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