Hacerse esta pregunta es habitual para alguien del Atleti, alguien
acostumbrado a caminar por un alambre sin red que te puede llevar al infierno y
mantenerte dos años en él. No importa la caída, muy al contrario, es en ella
donde afloran los espíritus comprometidos y crece la masa social. Todo en el Atleti
se reviste con la aureola del dramatismo y para enaltecer al equipo perdedor.
Incluso se acuñó el calificativo de “pupas” para definir un club en el que
ganar no es lo importante, lo importante es sentirse diferente, casi
antisistemas en el mundo del futbol. Gracias al invento del pupas la actual
directiva se va de rositas en cada derrota, se fue de rositas con el delito de
apropiación indebida y se irá de rositas cuando en una operación lucrativa para
ellos el club pase a otras manos. Son apenas dos décadas de pupas frente a ocho
décadas de equipo aspirante a todo. Hace apenas dos décadas que nos robaron el
club e implantaron la patraña del pupas para que no protestáramos.
En el PSOE hubo también un punto de inflexión.
Fue el 28 Congreso Federal celebrado en mayo de 1979. En él se produjo un tenso
debate sobre la estrategia y la orientación ideológica marxista, que llevó a
Felipe González a no presentar su candidatura como Secretario General,
formándose una comisión gestora con el mandato de preparar un Congreso
Extraordinario que se celebraría poco después. En aquel Congreso
Extraordinario, el PSOE reafirmó su carácter de partido democrático y federal,
rechazando definirse como marxista y manifestándose abierto a todas las
aportaciones que han contribuido a configurar el socialismo. El Congreso eligió
una nueva Comisión Ejecutiva encabezada por Felipe González. Aquel día, el
partido dejó de pertenecer a sus bases y pasó a ser propiedad de los
“aparatos”. Congreso tras congreso la cesión de soberanía fue creciendo y miles
de militantes no dejan de preguntarse desde entonces ¿Por qué nosotros somos
socialistas cuando nuestros dirigentes se declaran públicamente socialdemócratas?
Relaciono militancia socialista con
sentimiento atlético, no porque yo sea ambas cosas, que lo soy, lo hago porque
recientemente una amiga comparaba a los seguidores atléticos con los militantes
socialistas, decía que somos los únicos que nunca cambiamos de equipo y tampoco
de partido. Permanecemos fieles a ellos con independencia de directivas,
entrenadores y plantillas. Nadie es capaz de robarnos la ilusión por el rojo
mezclado con el blanco, bien en forma de rayas o de rosa empuñada.
La cuestión es ¿porque seguimos siendo
socialistas aun cuando nuestro partido protagonice políticas no socialistas, ni
siquiera socialdemócratas? La respuesta es clara: el partido es socialista, sus
bases son socialistas… pero sus dirigentes actuales y el aparato que los
sostiene ni siquiera son socialdemócratas.
Comprendo que un partido con vocación de
gobierno debe mirar más allá de su ideología y conformar un programa que recoja
los intereses de la mayoría, pero no comparto que para gobernar sea preciso
renunciar a principios fundamentales del ADN socialista y esto es lo que hemos
hecho durante años, con especial visibilidad en los dos últimos años. El
resultado ya lo conocemos y no quiero regodearme en el: la mayor derrota vivida
por nuestro partido en unas elecciones.
Hemos entregado el país a la derecha más
rancia de Europa y hemos puesto a nuestros conciudadanos a los pies de los
caballos de los recortes. No quisimos adelantar las elecciones por un falso
sentido de la responsabilidad que nos obligó a aplicar soluciones conservadoras
en un programa electoral progresista y aquellas medidas, que sabíamos ineficaces,
no solo hipotecaron al gobierno de Zapatero, también hipotecaron a Rubalcaba e
hipotecaran todo lo que no sea una ruptura con la decisión tomada en 2008.
Hoy he seguido con interés el debate de
investidura de Rajoy y he vuelto a comprobar que Rubalcaba sigue condicionado
por su corresponsabilidad en aquellas decisiones. Cualquier crítica planteada a
Rajoy era respondida con una patada en la espinilla a las decisiones tomadas
por Zapatero: bien en la reforma de las pensiones, bien en la reforma laboral,
bien en las ayudas a la estabilidad del sistema financiero, bien en las medidas
fiscales, bien en los recortes a empleados públicos…, resultado KO técnico a
favor de Rajoy. Yo al menos he echado de menos un proyecto propio y
alternativo. ¿Será que no lo tenemos?
¿Seguiremos siendo socialistas con
independencia del resultado del próximo congreso? ¡SI! Lo seguiremos siendo a
pesar de Rubalcaba y/o Chacón, que por mucho que nos vendan son la misma
solución a pesar de su diferencia de Edad. Pero lo seremos más si adoptamos
medidas valientes como las adoptadas por el PSC y convertimos a nuestro partido
en el partido de todos los progresistas e inconformistas, si realmente somos
capaces de elaborar un alternativa al modelo liberal cuya principal seña de identidad
sea la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático, si nuestro modelo
de solución de conflictos es la alianza de civilizaciones y no los escudos
antimisiles, si apostamos por lo público para garantizar que todos somos
iguales, si recuperamos la cultura de la participación ciudadana en las
instituciones y de las bases en la actividad del partido, si impulsamos una Ley
electoral verdaderamente democrática… ya sé que son tópicos y que muchos
dirigentes prefieren un modelo de tecnócratas al frente del partido. ¡Nosotros,
los socialistas no!
¿Por qué somos socialistas? Entre otras
razones porque queremos elegir y censurar libre y democráticamente a nuestros
dirigentes y que no lo haga Golman Sachs. Porque entendemos que solo desde la
unidad del partido conseguiremos salir de la crisis y porque en ese empeño nos
encontraremos todos: socialdemócratas, socialistas, izquierda socialista, bases
en red, nuevo socialismo, socialismo XXI, coordinadora del manifiesto…
No sabía lo que era ser atlético hasta que los has comparado con ser socialista. ¡Que cruz tenemos algunos!
ResponderEliminarFdo: Uno del Athletic de Bilbao y socialista, que se siente igual.
¡Salud!