Me agotan
sobremanera las frases hechas y las obviedades. Me encienden especialmente las
frases vacías dirigidas a una militancia considerada políticamente analfabeta. Si
muchos dirigentes se dieran una vuelta por las redes comprenderían cuan
equivocados están y cuanta sabiduría, capacidad de propuesta, honestidad y
compromiso se acumulan en las bases del partido. Entenderían que son las bases
el capital que sostiene vivo el proyecto socialista y que de no ser por los
daños que las bases amortiguan hace tiempo que el proyecto estaría extinto.
Me acongojan
los gestos fatuos de personajes especialmente dañinos para el proyecto socialista
que exponen en el papel cuche sus complejos e intentan imponerlos a los demás. No
comparto que se pueda ser amigo del periodista más deshonesto, amoral y falaz
que ha conocido España. Me hastían los españolistas que se empeñan en vestir a
los demás de purpura o caqui mientras pasean sus lujos en las
fiestas de la jet. Patriotas de hojalata llenos de ambiciones sin un gramo de
generosidad para esa España que tanto defienden. Patrioteros de cenas privadas en
las que pastelean el monaguillo que no perjudique sus espurios intereses.
Son tiempos
de decir verdades, incluidas las de Perogrullo. Ha terminado el tiempo de
callar. Si los dirigentes, quienes deberían dar tres pasos atrás, hablan por
los codos, nosotros también lo haremos.
Escucho
a Bono y a Guerra condicionar la candidatura de Chacón por ser catalana y por
no gritar ¡viva España! Con convicción. Con su pan se lo coman. El primero por
ser el petimetre de la derecha más rancia y casposa que hemos conocido y el
segundo por ser incapaz de entender que el tiempo pasa para todos y este hace
tiempo que dejó de ser sus siglo.
Desde
luego la España de Bono no es la que la inmensa mayoría de los socialistas
queremos. Nosotros queremos una España laica en la que la iglesia deje de tener
privilegios heredados de un régimen dictatorial, en la que las instituciones estén
abiertas al control y la participación ciudadana, en la que todos los votos
computen los mismo, en la que los servicios sean un derecho y no un privilegio
de quienes los necesitan menos, en la que los gobernantes electos democráticamente
sometan las decisiones importantes al plebiscito de quienes los hemos elegido, en
la que las políticas e instituciones tienen como fin principal la calidad de
vida de la ciudadanía y el cumplimiento de los mandatos emanados de la
Constitución, en la que ningún ciudadano hereda privilegios que le hacen
superior a los demás, en la que el Jefe del Estado es elegido democráticamente
en las urnas. Que España tan diferente es la mía y la suya señor Bono.
Suenan
l@s candidat@s de siempre. Los que nos han conducido a la peor derrota
electoral por ser cómplices de las políticas y decisiones de gobierno que
ocasionaron el desastre. ¿Por qué no se plantaron en 2008 y exigieron la
convocatoria de elecciones anticipadas? Si discrepaban de unas medidas que imponían
los mercados, la decisión estaba clara: consultar a los ciudadanos y que las
urnas decidan. En el peor de los casos, la derrota habría sido mínima y el
gobierno de Rajoy estaría ya quemado por el fuego de los mercados. Tod@s callaron,
tod@s fueron cómplices de un error estratégico que nos pasará factura por mucho
tiempo. Son más culpables quienes compartieron decisiones de gobierno, pero no
son del todo inocentes quienes desde los órganos del partido asintieron
complacientes. Tampoco lo son quienes no quisieron que Zapatero les apoyara en
las autonómicas.
Las bases
seremos políticamente analfabetas pero estamos en contacto con la realidad y no
nos blindan las burbujas de asesores que rodean a los dirigentes. Cuánto daño
nos hacen esas guardias pretorianas que cuentan al líder lo que este quiere oír,
o lo que ellos deciden que oiga. Viven en los mundos de Yuppy hasta que se
pegan el trompazo contra las urnas. Castilla La Mancha es ejemplo de ello. La guardia
pretoriana de Barreda ninguneo a Cospedal al tiempo que la sacaba en todos los
informativos colaborando así a que el PP ganará las elecciones.
Creo
que mucha gente debería dar un paso atrás, los hay que deberían dar más de uno
y dedicarse a atender a los nietos. También considero que es tiempo de que
otr@s den un pasito hacia el frente. Pienso en Patxi López y Eduardo Madina,
uno para encabezar la candidatura electoral y otro para hacer labor de partido.
Sería el tándem que el partido siempre ha tenido y ahora necesita más que
nunca. Ante tal coyuntura no caben renuncias porque nada hay más importante que
liderar la renovación y la recuperación del proyecto socialista, ni siquiera
unas elecciones autonómicas que estamos condenados a perder.
En ese
proyecto tienen un papel imprescindible otros dirigentes del partido. Jesús
Caldera debe volver a primera línea y junto a él Juan Fernando López Aguilar. Junto
a ellos deberían prepararse quienes les darán relevo pasada una década. No se
trata de prescindir de nadie pero sí de que cada cual juegue el rol que
corresponde en estos tiempos y la actual dirección está fagocitada por la
crisis pero también por sus propios errores.
La renovación
debe ser profunda en territorios como Madrid, Murcia, Comunidad Valenciana,
Castilla León, Rioja… allí no se pueden permitir dirigentes que lastran al
proyecto en su conjunto. Acumulan una derrota tras otra y se permiten dar
lecciones a los demás al tiempo que sugieren pautas democráticas que ellos no
se aplican.
En Castilla
La Mancha también tenemos una dura tarea. Hay que abordar la perdida de apoyos
en Toledo, Guadalajara y Albacete como tarea urgente y poner fin a los
apellidos familiares. Ya está bien de apuntarse a familias que en nada ayudan
al proyecto común. Somos mayoría quienes pertenecemos únicamente a la familia
socialista y si algún@s priorizan ser “bonistas”, “barredistas” o “izquierdistas”
allá ell@s y en que pierden el tiempo. Nosotros a lo nuestro: a refundar el partido.
TOTALMENTE DE ACUERDO, A ESTO SE LE LLAMAN LAS VERDADES DEL BARQUERO
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