"Y tú,
todavía rey franquista, aún protegido como estás por la larga mano del
dictador"
"¿POR QUÉ TE CALLAS
AHORA?" LE PREGUNTA UN CORONEL DEL EJÉRCITO AL REY
Recordando
la famosísima frase que le dirigiera el monarca español al Presidente
venezolano Hugo Chávez, "¿Por qué no te callas?", el coronel del
ejército español, Martínez Inglés, se la devuelve ahora al monarca en relación
con el affaire de presunta estafa multimillonaria protagonizada por su yerno
Iñaki Urdangarin.
Sí, sí,
regio suegro del atlético Urdanga; divino monarca enviado por el Espíritu Santo
a este bendito país para velar por la democracia, la felicidad, la salud y el
bienestar de sus sufridos ciudadanos; rey sin par que crees provenir del
testículo derecho del emperador Carlomagno cuando en realidad lo haces de la
pérfida bocamanga del genocida Franco.
Sí, tú,
último representante en España de la banda de borrachos, puteros, idiotas,
descerebrados, cabrones, ninfómanas, vagos y maleantes que a lo largo de los
siglos han conformado la foránea estirpe real borbónica culpable del atraso, la
ignorancia, la degradación, la pobreza, el odio y la miseria generalizada de
centenares de generaciones de españoles; presunto (estamos en un Estado de
derecho aunque no lo parezca) malversador de fondos públicos para pagar
francachelas sexuales; corrupto máximo en un país donde, desgraciadamente, la
corrupción se mama desde la cuna; impune muñidor de una descomunal fortuna
personal que nadie en este país sabe de dónde ha salido; vil autogolpista
castrense en aquél recordado 23-F que organizaste in extremis para salvaguardar
tu detestable corona franquista; fratricida confeso (o presunto asesino) en tu
juventud; reo de un delito de alta traición a la nación española al pactar en
1975 con el Departamento de Estado norteamericano, ostentando interinamente la
Jefatura del Estado español por enfermedad del dictador Franco, la entrega
vergonzante a Marruecos de la totalidad de la antigua provincia española del
Sahara Occidental (territorio bajo administración española, según la ONU) en
evitación egoísta de una guerra con ese país que hubiera puesto en peligro tu tambaleante
corona; corresponsable, en consecuencia, del espantoso genocidio posterior (más
de tres mil víctimas) cometido por el rey alauí, Hassan II, para dominar el
inmenso territorio abandonado por España... tú que mandas callar a voz en grito
a jefes de Estado extranjeros.
¿Por qué
callas ahora? ¿Por qué no hablas, y cuanto antes, a los españoles? Primero
¡faltaría más! de las andanzas presuntamente delictivas (los jueces hablarán
próximamente) de tu deportivo yerno, ese caradura integral que se ha valido de
su matrimonio (con él, seguramente, también delictivo consenso de su gentil
esposa) y de la impunidad casi absoluta de que ha gozado hasta ahora la llamada
familia real española, para apropiarse de millones de euros del erario público.
Con la gentil colaboración de políticos y altos cargos de las derrochadoras y
detestables administraciones públicas de este país (central y autonómicas).
Y en segundo
lugar, supremo líder de la ya amortizada monarquía franquista del 18 de julio,
y ya va siendo hora, háblanos de todas las irregularidades y presuntos delitos
cometidos por tu regia persona, algunos de los cuales acabo de señalar y que
este humilde mortal (o plebeyo, como quieras) ha denunciado repetidas veces en
los últimos años ante las Cortes Españolas, única institución que puede
entender de los mismos en base a la absoluta impunidad constitucional de la que
gozas gracias a tu amado generalísimo, el tercer dictador más sanguinario de la
historia europea después de Hitler y Stalin. Presuntos delitos de los que más
tarde o más temprano tendrás que responder ante el pueblo español y que, no te
quepa la menor duda, ocuparán algún día páginas y páginas en la triste historia
de este país de la modélica transición y gaitas parecidas.
Porque,
amigo monarca, ya conoces los populares dichos: "A todo cerdo le llega su
San Martín" y "El tiempo coloca a cada uno en su lugar". Y a ti,
y a toda tu familia y parentela más o menos cercana de enchufados, vagos y
maleantes de toda laya, parece ser que está a punto de llegaros esa suculenta y
tradicional onomástica de ancestral raíz gastronómica a la vez que el
justiciero "devenir temporal de la historia" os arrincona sádicamente
contra vuestro propio latrocinio y contra vuestra y escandalosa corrupción;
decidido a bajaros a todos a las negras profundidades del infierno político y
social.
El largo
tiempo del vino (Vega Sicilia, naturalmente) y las rosas de palacios y lujosas
residencias veraniegas (más de siete lustros), gastándoos a espuertas el escaso
dinero de los amados y tontorrones súbditos, toca a su fin. Y todos,
absolutamente todos los componentes de esa tu despreciable familia real,
tendréis que comparecer algún día ante la justicia; unos, como el atlético y
descerebrado deportista de elite que creyó que le había tocado la bonoloto
cuando la infantita de marras le eligió como dulce esposo de su particular
cuento de hadas, muy pronto, porque las pruebas son irrefutables y porque,
aunque torpe y lenta, la bella diosa ciega celtibérica de la balanza de oro, no
podrá esta vez mirar para otro lado y tendrá que castigar como se merece tanto
derroche, tanto latrocinio y tanta vagancia familiar e institucional; otros,
como las infantitas borbónicas casadas o separadas temporalmente de sus
parejas, que se dejan querer cobrando espectaculares sueldos millonarios de
grandes empresas españolas y multinacionales y que, con tribunales o sin ellos,
pronto tendrán que renunciar a tanta bicoca; y tú, todavía rey franquista de
todos los españoles, aún protegido como estás por la larga mano del dictador y
por la nefasta herencia constitucional de unos cuantos pelotas de intramuros
del régimen (padres de la patria, qué risa) que parieron una Carta Magna a tu
medida haciéndote divino e inviolable... no te confíes demasiado que el horno
no está para bollos y muy pronto pintarán bastos en las calles y avenidas de
muchas ciudades españolas.
¡Deja ya de
hacerte el muerto! ¡Deja ya de emplear medios del Estado (aviones militares y
demás) para acudir a grandes premios de Fórmula I o torneos internacionales de
tenis a la par que eludes con total desvergüenza las escasas y ridículas
obligaciones de tu medieval cargo...y habla! Cuéntanos a los españoles si
conocías o no las presuntamente delictivas andanzas de tu todavía yerno, el
Urdanga ése, y por qué te hiciste el sueco si, como es de cajón, las conocías.
Y, también, nos pones al corriente de a cuánto asciende a día de hoy tu amañada
fortunita, de cómo se desarrollaron (sin entrar en detalles morbosos, desde
luego) tus pícaras alegrías amatorias con cargo a los fondos reservados del
Estado español, de cómo transcurrió el tortuoso día (23-F del 81) en el que
salvaste a todos los españoles... y de todas las demás guarrerías personales y
familiares cometidas en tu ya largo reinado. Así los españoles nos iremos
enterando de todo ello sin tener que acudir a Internet y los jueces y los
diputados electos del Partido Popular del hoy "muy asustado y mudo
Rajoy" podrán ir tomando nota. Para cuando haga falta, naturalmente...
Amadeo Martínez Inglés, coronel del Ejército español
Me satisface mucho que pienses de esa manera y me encanta tu opinión sobre el tema de la corona
ResponderEliminarquiero que sepas que pienso exactamente igual que tú,teniendo la esperanza que en estos tiempos venideroos,(muy preocupantes) el pueblo pueda quitarse la venda y ponga a disposición judicial a toda esta gentuza ( grasa para el musculo)en el sitio que se merecen Gracias por ser como eres