El Congreso del PSOE está realmente animado. Confirmadas las
candidaturas de Rubalcaba y Chacón, esta no oficialmente, con las bases
trabajando por recuperar en Jum el protagonismo que nunca debieron perder, parecía
que tomaba cuerpo una tercera vía, la llamada “municipalista” que no era otra
cosa que la operación de Bono y su amigo Pedro J para aupar al frente del PSOE
a Emiliano García page.
Pero ocurre lo que debía ocurrir. Las maniobras orquestadas en
distintas cenas en la residencia toledana de Bono, siempre con Pedro J como
vocero de los acuerdos, en alguna ocasión con la sorprendente presencia del ya
expresidente del Gobierno y a las que nunca fue invitado Barreda, han terminado
despertando más sospechas que adhesiones y la operación Mirlo Blanco podría
abortarse antes de que tomara cuerpo.
No es extraño que sea así. En el PSOE hemos aprendido a
desconfiar de quienes venden su alma a dios y al diablo, aquellos que anuncian
que se van pero no se despegan del poder ni con aceite hirviendo y, desde
luego, conocemos muy bien al conspiranoico Pedro J, un personaje especialmente
dañino para la izquierda desde que incubó la idea de que era objeto de
persecución y acoso por Felipe González. Idea que le ha sentado muy bien a su
carrera profesional, hasta el punto de terminar oficiando como gurú ideológico
de los ultracentristas desde un más que mortecino Diario 16.
Las sospechas
de no pocos alcaldes socialistas, las reticencias de muchos de ellos a estampar
su firma en el documento municipalista que más parece buscar, eso sí, de forma
soterrada, la promoción del alcalde toledano, Emiliano García-Page, ha llevado
al alcalde de Vigo, Abel Caballero, redactor del documento e impulsor de la
reunión celebrada recientemente en Ferraz, a desmentir que tenga vocación de
erigirse en una “alternativa” con vistas al Congreso Federal del PSOE.
Caballero
ha afirmado públicamente que el documento ha sido remitido hace cuatro días a
los 25 alcaldes que el 14 de diciembre se reunieron en la sede del PSOE en
Ferraz. Pero hemos de aclarar, porque así me lo han confirmado algunos de los
presentes, que no eran 25 sino 15 los alcaldes asistentes y que, a fecha de hoy,
ninguno ha recibido el documento inicial con las aportaciones de los reunidos. Han
pasado 15 días de aquella reunión y el globo se desinfla porque el grupo en
lugar de crecer mengua.
El
encuentro “municipalista” de Ferraz fue convocado por Abel Caballero
aprovechando la reunión de la Federación de Municipios y Provincias, de la que
el alcalde de Vigo es vicepresidente. Al mismo estaban convocados cerca de 30
alcaldes socialistas; acudieron la mitad, con ausencias tan notables como los
regidores catalanes de Terrassa, actual secretario de PSC, Lleida, Sabadell y
Tarragona, o los gallegos de Ourense y Lugo, ausencias llamativas viniendo la
convocatoria de quien venía.
Entre
los asistentes a la reunión, con la aireada presencia del alcalde de Toledo,
Emiliano García-Page, en el periódico de Pedro J, aupado a la condición de
líder de la presunta “tercera vía”, los hay que ya se plantean desmarcarse del
citado documento. Este es el caso del alcalde soriano, Carlos Martínez, que a
pesar de defender el texto municipalista en un principio se ha decantado
abiertamente por el manifiesto mucho PSOE por hacer. Ni las plataformas de
apoyo a Rubalcaba y Chacón, ni el movimiento Bases en red ven con buenos ojos
la operación apadrinada por Bono y apoyada abiertamente por Pedro J. Bien haría
Emiliano García Page en apartarse de esas malas influencias si quiere tener
opciones de jugar un papel destacado en el futuro del PSOE.
El predicamento
municipalista es escaso. En Castilla La Mancha apenas representan al 0’5% de
los ayuntamientos gobernados por el PSOE y el porcentaje se reduce si lo
abordamos en términos estatales. Además, las ausencias de ediles sobresalen
sobre las presencias y no sería extraño que alguno más de los firmantes, pienso
en el alcalde de Valdepeñas, abandonase el grupo para buscar acomodo en un proyecto
más afín a sus ideas.
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