Marcel Félix de San Andrés
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Marcha de los trabajadores de ENCASUR en defensa del carbón |
En España, el carbón está en la uvi mientras que en el resto
del mundo goza de una salud excelente y su futuro no pinta precisamente negro.
Los recortes del Gobierno central han dejado al sector carbonero español entre
la espada y la pared, abocado a un cierre menos progresivo de lo deseado, sin
una apuesta por la construcción de térmicas alimentadas con mineral nacional y
con cupos a la producción que el sector ni entiende ni comparte. La situación
del carbón autóctono contrasta con la que atraviesa a nivel global según la
Agencia Internacional de la Energía (IEA), que prevé un crecimiento del 65% en
la utilización de carbón en los próximos 25 años, y vaticina que en 2035
adelantará al petróleo como «combustible dominante en el mix energético
mundial».
Mientras otras fuentes fósiles como el petróleo o el gas
natural están sujetas a la inestabilidad y las oscilaciones en su precios fruto
de los conflictos armados en que están inmersos los países productores, con el
carbón no ocurre esto y por eso algunos de los principales países de la UE,
como Alemania y Reino Unido, han aumentado en los últimos meses su tasa de
dependencia del carbón. Importado, cómo no, en su mayor parte. Un segundo
factor determinante para el aumento del consumo de carbón han sido los recortes
a las energías renovables impulsadas por las grandes eléctricas que veían
peligrar sus oligopolios y han presionado a los gobiernos para frenar el auge
de la eólica, la fotovoltaica y la termosolar. Con poco dinero en el bolsillo,
los Gobiernos de los países desarrollados de todo el mundo han elegido la
opción más barata para generar energía, y por el momento, esta opción es la de
comprar carbón a países como Australia, China o Rusia. Un tercer punto que
explica la más que posible llegada de una nueva época dorada del carbón es
precisamente esta necesidad de más y más energía, imprescindible para lograr
más y más crecimiento económico. Dos gigantes, uno ya despierto y otro en
proceso de despertarse, como son China e India, basan su expansión industrial
en el uso de carbón en las centrales térmicas.
En Europa la situación de crisis generalizada ha hecho que
sus principales economías vuelvan a usar el carbón importado de forma
intensiva, con unos niveles superiores a los de los últimos años. Un ejemplo de
ello es España donde en los cuatro primeros meses de 2012 el carbón representaba
el 18,7% de la producción eléctrica, cuando en 2010 su peso era del 9,5 %. La
supervivencia del sector minero español, sin embargo, no está precisamente
asegurada. Dependiente de las subvenciones para garantizar su competitividad
frente al mineral procedente de lugares como Sudáfrica o las antiguas
repúblicas soviéticas donde las medidas de seguridad y las condiciones de
trabajo no tienen nada que ver con las occidentales, las medidas de recorte que
está aplicando el gobierno Central llevará al cierre de prácticamente todo el
sector. La minería del carbón emplea directamente en España a unos 7.000
trabajadores, repartidos por Asturias, Andalucía, Aragón, Castilla y León,
Castilla-La Mancha y Galicia.
Puertollano, por ejemplo, se prepara para la oficialidad del
ERE temporal aplicado en la empresa ENCASUR, que entraría en vigor el próximo 1
de noviembre y se prolongaría durante tres meses afectando a la totalidad de la
plantilla y a las empresas auxilaires. La razón hay que buscarla en la reducción de producción de carbón nacional que pasa
de 557.000 toneladas anuales a 415.000, de acuerdo con lo publicado
recientemente por el BOE. Puertollano habría superado ya la cuota de
producción correspondiente a todo 2012, el Ministerio de Industria y Energía se
opone a flexibilizar las cifras, y ENDESA, pese a sus pingues beneficios, solo
ve la salida en el ERE. La situación se vería con otra cara en la localidad
minera si no tuviera en ERE a Silicio Solar y Solaria y con la espada de
Damocles sobre la cabeza de ENEL.
Sin embargo, en la economía más pujante de la zona euro,
Alemania, este mineral también tiene un peso creciente. En 2014 se prevé que
entren en servicio once centrales térmicas de carbón. Por contra, y al igual
que en España, que se consuma más mineral no quiere decir que la industria
minera local se expanda, sino que se contrae, víctima de la política de
restricción a las ayudas que en 2010 impuso la Comisión Europea a instancias de
los países no productores de carbón, concretamente Reino Unido.
Los
grandes productores europeos de carbón son Alemania, Polonia, Grecia y la República
Checa. Aunque en los últimos veinte años la producción europea de mineral se ha
reducido a la mitad, aún ronda los 500 millones de toneladas, según datos del
Consejo Económico y Social de Castilla y León. En el otro lado de la balanza se
encuentran las importaciones, unos 200 millones de toneladas al año, que van
sobre todo al Reino Unido (33 millones), Alemania (32 millones), Holanda (20
millones, buena parte de ellos destinados a las centrales alemanas), Italia
(algo más de 16 millones) y España, con casi 15 millones de toneladas
importadas. En España el consumo de carbón, en su práctica totalidad destinado
a las térmicas, se situaba en unos 30 millones de toneladas antes de la crisis,
y se ha reducido casi un tercio desde el 2008. Nuestro país importa carbón procedente
mayoritariamente de Sudáfrica, Indonesia y Colombia.
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ELCOGAS tiene gran dependencia del carbón de Puertollano |
Capturar
y Almacenar CO2 para encontrar soluciones
La solución al carbón nacional podría venir de la aplicación
de aranceles al producto procedente de países con derechos laborales precarios y por la vía de la investigación en captura y
almacenamiento de CO2. El proyecto de investigación más avanzado en España se encuentra
en la central de Compostilla (León), y es uno de los seis proyectos de este
tipo que se impulsaron en 2009 desde la Unión Europea. En Asturias está en
marcha otro proyecto, desarrollado por la empresa minera pública Hunosa, en su
central térmica de La Pereda (Mieres), mientras que en Puertollano (Ciudad
Real), quien impulsa una iniciativa similar es Elcogas.
En el caso concreto de Elcogas, la planta está ya produciendo CO2 listo para su almacenamiento o
reutilización, llegando, una vez optimizados los procesos, a producir hasta 100
t/d de CO2, lo cual es una cantidad suficiente para continuar con
investigaciones para su reciclado o reutilización a escala industrial, o para
cederlo para las pruebas que deben realizarse previamente al establecimiento de
almacenamientos geológicos de CO2. Esta tecnología es uno de los
tres pilares, junto con la mejora de eficiencia y la utilización de energías
renovables, contemplados por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático
de Naciones Unidas, la Agencia Internacional de la Energía, y por la Comisión
Europea, para mitigación del
cambio climático en el corto
y medio plazo. La aplicación de la captura de CO2 en la central de Elcogas lleva
asociada la obtención de H2 lo
que abre un camino a la co-producción eficiente, económica y
medioambientalmente, de H2 y
electricidad con combustibles autóctonos.
Por su parte, la Fundación Ciudad de la Energía (Ciuden),
organismo dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, ha
completado con éxito el proceso de captura de CO2 vía oxicombustión en caldera de lecho
fluido circulante (LFC).
Desde la fundación Ciuden se calificó de «hito» ese nuevo avance en el desarrollo de tecnologías para una combustión más limpia de carbón. Las tecnologías de captura de CO2 que se están desarrollando en el mundo se dividen en tres grandes grupos en función de que la captura del gas de efecto invernadero se realice antes, durante o después de la combustión. La desarrollada por el Ciuden es de las de segundo tipo, la captura del CO2 se realiza durante el proceso de quema del combustible, en concreto vía oxicombustión en caldera de lecho fluido circulante. Se emplea una mezcla de oxígeno puro y gases recirculados, en lugar de aire, que produce una corriente concentrada de dióxido de carbono ideal para la captura y el posterior transporte y almacenamiento en depósitos seguros que eviten la emisión del gas a la atmósfera.
Desde la fundación Ciuden se calificó de «hito» ese nuevo avance en el desarrollo de tecnologías para una combustión más limpia de carbón. Las tecnologías de captura de CO2 que se están desarrollando en el mundo se dividen en tres grandes grupos en función de que la captura del gas de efecto invernadero se realice antes, durante o después de la combustión. La desarrollada por el Ciuden es de las de segundo tipo, la captura del CO2 se realiza durante el proceso de quema del combustible, en concreto vía oxicombustión en caldera de lecho fluido circulante. Se emplea una mezcla de oxígeno puro y gases recirculados, en lugar de aire, que produce una corriente concentrada de dióxido de carbono ideal para la captura y el posterior transporte y almacenamiento en depósitos seguros que eviten la emisión del gas a la atmósfera.
España es líder mundial en la investigación de captura de
CO2, como también lo es en tecnología y desarrollo de las energías renovables.
Pero esto parece interesar poco o nada a nuestro gobierno que, lejos de apostar
con fuerza por reforzar su autonomía energética, ha metido un tijeretazo a la
I+D+i superior al de 2012, que llegó al 25% de lo presupuestado por el gobierno
socialista en 2011. El sector del carbón es otro de los perdedores en el
proyecto de presupuestos presentado por el gobierno para 2013. En dos años se ha producido un recorte del 50% de las
ayudas a la producción de carbón. En 2011fueron de 301 millones de euros, en
2012 de 186 millones y el próximo ejercicio apenas alcanzan los 153 millones.
Este año, el recorte es del 18%, que se añade al tijeretazo del 2012, que llevó
al sector minero a una huelga indefinida de más de dos meses.
cuesta entender que tengamos gobiernos tan incapaces o que, manejando informaciones como esta, no nos levantemos contra la estafa que nos regalan cada dia..
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