martes, 3 de julio de 2012

LA CONEXIÓN MALAYA EN CASTILLA LA MANCHA II: CONEXIONES POLÍTICAS (HERNÁNDEZ MOLTÓ Y JUAN TOMÁS VIDAL)


Juan Pedro Hernández Moltó en su etapa de Presidente de CCM

En la entrada anterior sobre relaciones e intereses mercantiles entre miembros del consejo de administración de Villa Romana Golf, la adjudicataria del PAU del campo de golf en Carranque (Grupo Peyber) y Enrique Ventero Terleira, uno de los principales imputados en la segunda fase de la OPERACIÓN MALAYA, vimos cómo Juan Tomás Vidal y José Luis Rodríguez Holgado estaban presentes como administradores en la mercantil “Las Lomas del Pozuelo”, empresa del grupo Vemusa, que actúa en el proyecto inmobiliario de Torre del Rame.
El asunto de Torre del Rame, de Las Lomas del Pozuelo y de Comercializadora Vemusa, tiene una importancia difícil de calibrar debido a que en ellos se mezclan intereses económicos de Juan Antonio Roca, de la familia Ventero, de Caja Castilla la Mancha y de los citados Juan Tomás Vidal y José Luis Rodríguez Holgado y, además, aparece la mercantil, PEINSA-97, a partir de la cual habrá que seguir la pista hasta otros casos de corrupción destapados en Murcia, Alicante y en Valencia.
Sin embargo, por ahora, es prioritario subrayar un hecho significativo: tanto en el consejo de administración de VILLA ROMANA GOLF (Grupo Peyber) como en el de LAS LOMAS DEL POZUELO (Grupo Vemusa) se sentaba un alto cargo de los gobiernos de José Bono.
Juan Tomás Vidal tuvo éxito en la carrera política antes de tenerlo en la empresarial. El 28 de julio de 1987 se publicaba su nombramiento como Secretario General Técnico de la Consejería de Economía y Hacienda del gobierno de Castilla la Mancha, presidido entonces por José Bono. Ese nombramiento lo firmaban el propio Bono y el entonces Consejero de Economía y Hacienda, Juan Pedro Hernández Moltó, que luego fue, casualidades de la vida, presidente de CCM.
El 23 de febrero del año siguiente, 1988, Juan Tomás Vidal cesa en el anterior cargo y el Boletín Oficial de Castilla la Mancha del mismo día, publica su nombramiento como Director General de Hacienda, nombramiento que vuelven a firmar Bono y Hernández Moltó.
El 30 de abril de 1996, el Boletín Oficial de la Comunidad, publica el cese de Juan Tomás Vidal en el cargo de Director General de Planificación y Tesoro de la Consejería de Economía y Hacienda, para el que, entre tanto, había sido nombrado tras dejar su puesto de Director General de Hacienda.
En la misma fecha, vuelve a ser nombrado, otra vez, Director General de Hacienda y el decreto de nombramiento lo firma solo José Bono. En este puesto cesa el cuatro de febrero del 97, para reaparecer, posteriormente, como alto cargo de CCM a las órdenes de Hernández Moltó.
Así, en el 2002 es Jefe de Gabinete de Presidencia de CCM. En 2004 se le nombra Subdirector General de la División de Administración y Medios de CCM, con competencias en logística y personal y en 2007 es nombrado Director de Administración y Riesgos en la CCM presidida por Moltó.
En definitiva, no sólo Juan Pedro Hernández Moltó, antiguo diputado a Cortes -que alcanzó fama tras su duro interrogatorio al entonces gobernador del Banco de España, Mariano Rubio-, y ex Consejero de Hacienda del Gobierno de Castilla la Mancha es un hilo que conecta el ámbito político de Bono con los negocios de PEYBER en Carranque o de los Ventero en Los Alcázares. Otro hombre, Juan Tomás Vidal, también alto cargo de los gobiernos de José Bono durante diez años, tiene una participación mucho más directa e inmediata en los asuntos de PEYBER y VEMUSA.
El Pocero entra en escena
Francisco Hernando "El Pocero"
¿Fue una casualidad que las máquinas del Pocero trabajaran en la finca de Bono? Puede, pero si no nos olvidamos de la participación de CCM, es decir, de Hernández Moltó, en la financiación de la urbanización de Francisco Hernando en Seseña, las casualidades empiezan a ser un tanto sospechosas.
Es cierto que Hernández Moltó acabó enfrentándose al Pocero y retirándole la financiación, al menos de forma directa, pero también es cierto que esto ocurrió sólo cuando la indiscreción del peculiar constructor hizo peligrosa y muy desaconsejable su compañía. De hecho, si nos atenemos a lo declarado por el propio Hernández Moltó, en el diario Las Provincias, el 26 de noviembre de 2006, el motivo de tal decisión no fue otro que la ostentosa ligereza del Pocero, ligereza que atrajo demasiadas miradas sobre él y sus asuntos. Así lo recogía el citado diario:
Hernández Moltó ha visto recientemente cómo el empresario Francisco Hernando Contreras emprendía acciones legales contra él después de que CCM le denegara una nueva línea de crédito y resolviera todas las operaciones que tenía abiertas la entidad con el constructor de la urbanización de más de 13.000 viviendas en Seseña. El presidente de la caja se resiste a valorar este hecho pero deja claro su actitud: el que la hace que la pague y que la pague rápido y suficientemente. Considera Moltó que al negocio no le van bien los exhibicionistas, la ostentación es un mal aliado del empresario”.
¿El que la hace que la pague? Supongo que querría decir que al que le cogen, que la pague, porque al señor Hernández Moltó parecía preocuparle más la indiscreción del Pocero que los presuntos delitos que se hubieran podido cometer en Seseña. En todo caso, hubo que agradecerle una sinceridad insólita en un político banquero. Después, los errores de gestión y las sospechas le pasaron por encima y le pusieron en el foco de numerosas investigaciones.
Plumaroja

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