El
programa de fiestas patronales de Puertollano me genera una sensación agridulce.
Contrastan en el la imaginación y las opciones populares implementadas por
colectivos locales y entidades con otras muy del gusto del concejal
responsable. Son unas fiestas baratas en las que los festejos taurinos consumirán
el 40% de su presupuesto.
Presume
el concejal de recuperar una tradición secular de Puertollano y no es así. Aunque
existan tres referencias escritas sobre los encierros de Puertollano solo la última,
que data del año 1890 los vincula a las fiestas patronales de septiembre. Las dos
anteriores, de los siglos XVI y XVII, la vinculan con otros actos festivos.
Definir
como tradicionales unos encierros que no se celebran desde 1890 y que también en
el siglo XVIII fueron interrumpidos es cuanto menos pretencioso. Realmente en
los últimos tres siglos se tiene poca o escasa constancia de su existencia. Además
llevamos exactamente un siglo y dos décadas (122 años) sin encierros. Nadie recuerda
su existencia y nadie los añora. ¿Por qué recuperarlos ahora?
Es
encomiable la labor de Luis Miguel Ortiz al frente de la concejalía y su afán por
recuperar las tradiciones locales. Su vocación de investigador amateur le juega
a veces malas pasadas, esta es una de ellas. Hay que felicitarle por su buen
hacer con la fiesta del Voto, a la que ha logrado situar a una altura
envidiable. También es destacable que haya implicado a todos los colectivos e
instituciones locales en el calendario festivo. Pero en este caso se equivoca
él y hace equivocarse al grupo municipal socialista.
¿Porque
no son oportunos estos encierros? Porque no se sostienen socialmente y tampoco económicamente.
Es cuestionable un cartel taurino más que discreto, con espadas de segundo o
tercer nivel del escalafón, en el que se recurre al término “dinastía” para
convencer a los buenos aficionados, que en Puertollano son escasos; y que este
se cobre la mayor parte del presupuesto de las fiestas patronales. Lo es más
hacer un sobreesfuerzo económico en medio de un exigente programa de
estabilidad presupuestaria que incluye recortes en áreas más necesitadas. Me consta
que los puertollaneros comparten las políticas de ajuste municipales y no
entienden ahora este gasto innecesario y superfluo.
Son
habituales los incidentes con muerte en los encierros y los “Bous al carrer”. Se
ha hecho tristemente famoso el toro ratón al que se disputan muchos
ayuntamientos para atraer público a sus fiestas. Aquí no hemos llegado tan
lejos, pero la distancia recorrida en un pueblo cuyos últimos encierros se
realizaron hace 122 años y el que los celebró el años pasado y contrata a ratón
es prácticamente la misma. Toda actividad festiva que tenga en los animales al
coprotagonista está actualmente sometida a debate.
¿Qué
pasará si hay algún incidente grave en estos encierros? ¿Quién se hará responsable
de los mismos? La red está que arde, llena de polémica innecesaria. Colectivos
ligados al 15M, juveniles, de defensa de los animales organizan distintas
movilizaciones para reclamar la suspensión de los encierros. Al alcalde se le
pide cordura y que rectifique a su concejal, que ha colocado al grupo socialista
al borde de la división.
No
lo va a hacer y se equivoca. Si se produjera el mínimo incidente no solo tendría
que rectificarlo, se vería obligado a cesarlo. Aún estamos a tiempo de suspender
una actividad que únicamente está generando polémica y división en Puertollano
y de perder, por tozudez, al mejor concejal de festejos que ha tenido esta
localidad.
Espera espera, bajémonos del carro. Eso de que es el mejor concejal de festejos que ha tenido esta localidad me parece una pasada. Jamás podrá ser considerado así un concejal que antepone intereses pesonales, como su relación con la asociación taurina de Puertollano, al interés de aquellos por los que se celebran las fiestas, los niños de la localidad. El aumentar el gasto en esta barbarie no supone otra cosa que dejar de gastarse dinero en obras de teatro, conciertos y cosas más importantes, ACTOS INFANTILES.
ResponderEliminarAlguien que ejecuta acciones como esa no puede ser considerado el mejor en nada, al contrario, pues traiciona el sentido de las fiestas patronales, las cuales han de ser motivo de unión y disfrute para todos los ciudadanos, especialmente los niños.
Sinceramente me parece una vergüenza lo que está ocurriendo estos días en Puertollano, ciudad que ha decidido unirse a la España casposa de capa y mantilla en vez de mirar al futuro y dedicar sus fiestas al sector que debe sacar al pueblo de la crisis, la infancia y la juventud.
Vergonzosa la actitud del concejal y vergonzosa la del alcalde al no atenerse a razones. La gente no quiere la dimisión de nadie, solamente la llegada de la cordura. Nada más.
un concejal es bueno cuando consigue revitalizar unas fiestas mortecinas como eran las de Puertollano, es el mejor cuadno consigue situar a la fiesta del voto en niveles dificilmente superables y se equivoca cuando pretende meternos los encierros con calzador. Eso no demuestra que tenga ningún interes oculto
ResponderEliminarLo siento, pero el error cometido, el cual es de bulto, lo invalida para ser el mejor en nada. De hecho fue mucho mejor y más inteligente aquel concejal del año 1890 que decidió acabar con soberana barbarie.
ResponderEliminarY sigo incidiendo, las fiestas son para los niños y jóvenes. Alguien que se olvida o ignora ese hecho y se gasta la mayor parte del presupuesto en satisfacer sus intereses personales debe rectificar inmediatamente, o en caso contrario, ser despojado de su cargo.
Lo siento mucho pero me parece un auténtico escándalo.
Y el que quiera toros que se espere una semana y vaya a Almodovar, que está a 5 minutos en coche.