"Más de treinta años después de la entrada
en vigor de la Constitución, formando parte España de la Unión Económica y
Monetaria Europea, que consolida y proyecta sus competencias en el marco de una
creciente gobernanza común, y siendo cada vez más evidentes las repercusiones
de la globalización económica y financiera, la estabilidad presupuestaria
adquiere un valor verdaderamente estructural y condicionante de la capacidad de
actuación del Estado, del mantenimiento y desarrollo del Estado Social que
proclama el artículo 1.1 de la propia Ley Fundamental y, en definitiva, de la
prosperidad presente y futura de los ciudadanos. Un valor, pues, que justifica
su consagración constitucional, con el efecto de limitar y orientar, con el
mayor rango normativo, la actuación de los poderes públicos.
“Para
este viaje no hacían falta alforjas” o “largo me lo fías amigo Sancho” son
expresiones utilizadas habitualmente por mis paisanos para describir una
situación como la que estamos viviendo con la presunta reforma de la
Constitución. Podríamos concluir que la reforma no contemplará techo de
déficit, que será establecido por el gobierno de turno mediante Ley orgánica, y
no entrará en vigor hasta 2020.
Siendo
así ¿a quién beneficia esta reforma? Desde luego al PSOE no y tampoco al
conjunto de los españoles. El que sale reforzado de tan rocambolesca situación
es Mariano Rajoy que, como es habitual en él, consigue lo que quiere sin gastar
nada, beneficiándose del trabajo y el desgaste de otros. Rubalcaba por el
contrario es la principal víctima de los padres de la idea, obligándole a
afrontar una reforma que no comparte y relegándole al segundo plano de la negociación
en un momento clave: a las puertas de las elecciones del 20N. Si yo fuera parte
del equipo @conrubalcaba tacharía de la lista de futuros a quienes me han hecho
tamaña jugarreta.
Tampoco
vamos a ganar con la reforma el común de los mortales. Por mucho que se empeñen
en disimular sus consecuencias estas serán claras:
- Pone en riesgo el Estado del Bienestar
puesto que da carta blanca al Gobierno de turno para legislar el techo de
déficit y decidir libremente el objeto de los recortes. ¿tendremos capacidad de
movilizarnos contra una Ley emanada del texto constitucional?
- Aumenta las distancias entre
territorios y pone en serio riesgo la capacidad del Estado para corregirlas. Comunidades
autónomas como Castilla La Mancha o Extremadura verán seriamente amenazada su
capacidad presupuestaria.
- Recupera la Europa de las dos-tres
velocidades al limitar la capacidad de crecimiento a los países periféricos,
entre los que se encuentra España, a los que se impondrá el rigor
presupuestario que Alemania, Francia o Gran Bretaña no cumplen. Datos oficiales
de la UE sitúan el déficit británico 1’2 puntos por encima del español. Por otra
parte, tanto Alemania como Francia incumplen actualmente el techo de déficit
recogido en sus constituciones.
- Restringe el derecho al voto y otorga
a los españoles un papel de meros espectadores en una cuestión clave como es la
reforma de la Constitución. No hemos otorgado a los diputados el poder de
representarnos en este asunto y ninguno de los partidos firmantes del acuerdo
llevaba en su programa la reforma de la Constitución.
No
es una cuestión baladí que importantes sectores sociales estén en contra de la
reforma y exijan la celebración de un referéndum. Las redes sociales están al
rojo vivo y miles de firmas avalan la necesidad de convocar el referéndum, a
esta iniciativa se han sumado los sindicatos mayoritarios, anunciando movilizaciones
si el Congreso de los Diputados aprueba la reforma.
En las filas del PSOE no
existe unanimidad sobre la oportunidad de establecer constitucionalmente el
techo de déficit. Una de
las más explícitas ha sido la diputada por Teruel Yolanda Casaus, quien
reconoce que el martes fue "un día difícil y complicado". "Mis
convicciones e ideas me hacen reflexionar profundamente sobre algunas
decisiones", reconocía en un mensaje que fue reproducido, también en
Twitter, por su compañera de filas la canaria Mercedes Coello. Algunos
parlamentarios socialistas han debatido con los internautas que esta
modificación constitucional sea sometida a referéndum. Este es el caso de Meritxell
Cabezón, quien dice haber recibido más de 400 mensajes. Lourdes Muñoz también
afirma estar "escuchando atentamente los argumentos" de los
partidarios del referéndum y se compromete a reflexionar sobre "el fondo y
la forma" de la propuesta. El también diputado del PSC Sixte Moral dice
estar con "las alertas encendidas" tras escuchar el anuncio de
Zapatero y admite "sorpresa" por el hecho de que la modificación se
vaya a hacer con tanta "rapidez".
Antonio Gutiérrez, diputado socialista y exsecretario
general de CC.OO adelanta que votará en contra de la
reforma de la Constitución y que no formará parte de las listas del PSOE si no
hay rectificación de las políticas económicas. Jordi Sevilla, ex ministro de Administraciones Públicas,
expuso ayer en su cuenta de twitter: "Para limitar el gasto público y
mejorar su eficacia: Uno. Suprimir los créditos ampliables en presupuestos y
dos, imponer evaluación del gasto". En referencia a la posibilidad de
adaptar el artículo de la Constitución Alemana, Sevilla asegura: "Puestos
a copiar artículos de Constitución alemana, a mí me gusta el 20: Alemania es
una república federal democrática y social". Tomás Gómez es "escéptico"
con las medidas que "suponen limitar estructuralmente el gasto público en
un país". José Antonio Pérez Tapias, diputado del PSOE por Granada y
miembro de la corriente Izquierda Socialista considera que la decisión ha
dejado a los socialistas "desnudos como náufragos" y a su candidato a
La Moncloa, Alfredo Pérez Rubalcaba aferrado "a un madero astillado".
“Si yo
fuera diputado, hoy no votaría a favor de esa reforma constitucional. […] El
déficit público es una manera de financiar en el largo plazo las actuaciones de
hoy. Ya hemos renunciado a la política monetaria y la hemos puesto en manos de
un banco central independiente. […] ¿Con qué instrumento va a hacer frente el
poder público a las circunstancias cambiantes de la economía?”. Con estos argumentos,
el exministro socialista y expresidente del Parlamento europeo, Josep Borrell,
se ha manifestado en contra de la reforma de la Constitución Española acordada
ayer en el Congreso entre el Gobierno y la oposición para limitar el gasto
público y tranquilizar los mercados. Para Borrell, el déficit público “es algo
más que un problema” y ha calificado de “cuento chino” las tesis que defienden
que con la reducción del gasto se recuperará la confianza y se volverá a
crecer. “Este tipo de auto limitaciones no tienen sentido y no creo que los
mercados se vayan a tranquilizar hasta que la Unión Europea haga frente a los
especuladores”.
Juan
Fernando López Aguilar, líder de grupo socialista en el Parlamento Europeo, afirma
estar “perplejo porque en el tramo final de la legislatura, cuya fecha de
caducidad está ya anunciada, se proponga algo de tanto calado como una reforma
de la Constitución”. López Aguilar considera que “los socialistas deberíamos
aprovechar la oportunidad de poner en hora el reloj de una Constitución que ya
no es joven”, y recuerda que “en 2004 el PSOE propuso una reforma
constitucional para incluir las Comunidades Autónomas en la Constitución o reformar
el Senado”. A pesar de aceptar esta regla de gasto, López Aguilar considera que
“no vamos a salir del bache con más de lo mismo, con una receta de austeridad
draconiana que supone una anorexia fiscal cuyo ejemplo más grave es Grecia”.
El
presidente de la Comisión Constitucional del Congreso, Alfonso Guerra, dice no
entender por qué tanta prisa en acometer la reforma de la Constitución pactada
por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del
PP, Mariano Rajoy, si el límite de déficit que pretende fijarse en la Carta
Magna no se aplicará en principio hasta 2020.
El ex
presidente socialista de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha criticado en
un mensaje de Twitter la reforma de la Constitución sin la convocatoria de un
referendum. "Si hay alguna razón para que la reforma constitucional no sea
sometida a referendum, hay que explicarla. Si no se hace, nadie lo
entenderá". Algo más prudente ha sido Griñán aunque también considera un
error la reforma. José Montilla, que no es “entusiasta” de la reforma, cree que viene
impuesta por Francia y Alemania y es el precio a pagar por “la compra de bonos
españoles por parte del BCE.”
Ante tal coro de voces
críticas con la reforma no podemos renunciar al arma de la participación y
sumarnos a quienes exigen la celebración de un referéndum. Solo con que lo
pidan 35 diputados se hará realidad y en las filas del PSOE hay más de 35
diputad@s critic@s con esta reforma. El referéndum es la única balsa a la que
se podrá aferrar Rubalcaba para sobrevivir al hundimiento del equipo económico
de Zapatero.
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