Hace apenas un mes el Parlamento andaluz, a
propuesta del grupo socialista, acordaba impulsar una reforma normativa para
limitar las retribuciones de los parlamentarios andaluces, de tal forma que
únicamente podrán percibir un salario público o privado, o impulsar la
modificación del Reglamento del Parlamento y de la Ley de Incompatibilidades de
altos cargos de la Junta para concretar, respectivamente, los deberes de los
diputados y altos cargos en materia de declaración de actividades, bienes e
intereses, ampliando al núcleo familiar, definido conforme a la normativa
fiscal, su relación en materia de contratación con todas las Administraciones y
entes participados. La propuesta va más allá y avanza que será incompatible la
condición de alcalde con la de diputad@ en el parlamento andaluz. Por extensión
debemos entender que ningún alcalde socialista andaluz será diputado nacional.
La propuesta, avalada por IU, será llevada a los
tribunales por el PP andaluz en caso de no prosperar las mociones presentadas
en ayuntamientos y otras “movilizaciones”. A las críticas de Arenas se ha
sumado un invitado inesperado, Sánchez Gordillo el singular alcalde de
Marinaleda, quien es a la vez alcalde y diputado autonómico.
La iniciativa, una de las 102 medidas aprobadas
por el parlamento andaluz en el debate sobre el estado de la región, debe
servir de modelo para el conjunto del Estado y el equipo de Rubalcaba no
debería perder un segundo en adoptarla como propia y aplicarla de cara a las
elecciones del 20N.
Rubalcaba acaba de poner sobre la mesa la
necesaria reforma de las diputaciones provinciales, no descartando su
desaparición. Uno de los argumentos principales es la existencia de un millar
de diputados innecesarios y su correspondiente gasto económico. Lo cierto es
que muchos de estos diputados provinciales se ven obligados a desatender sus
compromisos como alcaldes y/o concejales al asumir competencias en la
Diputación. El resultado de este abandono es perceptible en las siguientes
elecciones municipales: los ciudadanos no entienden que su alcalde se dedique a
otra administración y no le votan. En Ciudad Real son numerosos los ejemplos:
Viso del Marqués, Calzada de Calatrava… etc.
Dejaremos para el debate sobre las diputaciones
los argumentos de carácter económico y nos centraremos en los de carácter
político.
La ciudadanía ve en la duplicidad de cargos una
especie de “corralito” al que solo tiene acceso la clase política. Bueno sería
que la izquierda, especialmente el PSOE diera ejemplo de su voluntad inequívoca
de “refundación-renovación” y empezara por trasladar a las candidaturas del 20N
la incompatibilidad entre alcaldías y parlamentos.
El PSOE anda sobrado de hombres y mujeres
honest@s con méritos para ocupar un puesto en las candidaturas. Son personas
que no han formado parte de esa élite privilegiada que siempre está en las
listas electorales. Algun@s no entendemos porque siempre son l@s mism@s quienes
optan a la foto del cartel, da igual que representen opciones ya amortizadas y
que no destaquen por su trabajo militante. Cuando llegan las elecciones
reaparecen y medran hasta conseguir el premio gordo: un puesto de salida.
El PSOE debería ofrecer el 20N una renovación
total en las candidaturas y presentarse ante la ciudadanía como un partido
cercano, con el vecino más honesto e íntegro como candidato. Si, ese cuadro del
partido que siempre se ha esforzado en trabajar por la sociedad y al que todo
el mundo reconoce y aplaude. Ese que pasea por su pueblo con la cabeza alta y
al que todos saludan con simpatía. Ese del que nadie duda que es una persona
honrada y que hará política para l@s ciudadan@s. Deberían sobrar en las
candidaturas los salvapatrias y sus acólitos. Politicamente, estoy muy cansado
de que me salven los mismos desde hace 30 años.
Es incompatible con el concepto que tenemos de la
política que un alcalde sea además diputado. El Congreso de los Diputados
celebra entre dos y tres sesiones semanales y si el Diputado es miembro o
preside una comisión parlamentaria se ve obligado a dedicar a la política
nacional todo su tiempo. ¿Cómo se pueden pregonar las virtudes de la política
cercana y estar todo el tiempo en Madrid? Los ciudadanos, que no tienen un pelo
de tontos, expresan su opinión en las siguientes elecciones municipales castigando
a los candidatos que les han engañado. Con excepción, eso sí, de los electores
del PP que no son nada exigentes con sus candidaturas.
Es importante reforzar a los ayuntamientos como
instrumentos claves en la resolución de problemas a la ciudadanía. Si
coincidimos en que es preciso resolver el problema de su financiación debemos
coincidir en la importancia de la dedicación a su gestión y que esta dedicación
debe ser exclusiva y no compatible con otras.
Las candidaturas distintas para cada contienda
electoral muestran además un partido fuerte, con gran capacidad de gestión
institucional y política. Hacerlo así es hacer entender a los ciudadanos que
cada candidato asume un compromiso claro y directo con su elector. No pretendo
entrar en si sería o no conveniente firmar algún tipo de compromiso con los
electores, tiempo habrá de defender esa opción. Ahora, lo importante es dejar
claro que cada convocatoria electoral debe tener diferentes candidatos y
distanciarse del PP en políticos con doble dedicación y doble remuneración.
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