La Comuna de Paris |
Cuando constato la situación en la que se encuentra una gran parte de la población, como consecuencia de la política económica neoliberal auspiciada hace más de tres décadas por aquellos dos esbirros del capitalismo, no sólo experimento unas profundas náuseas ante el comportamiento de algunos ejemplares del genero humano, siento como que estas bascas están asimismo substanciadas con la pasividad con la que estamos permitiendo que los especimenes que están proliferando como setas venenosas sigan considerando que el pueblo lo conforman otros. De otra forma no sé como no nos revelamos cuando esos medios de comunicación adscritos al pesebre que les proveen sus amos nos dicen que aquéllos que han sido elegidos por lar urnas -hasta que el pueblo se exprese nuevamente-, tienen derecho a concluir su mandato. ¿Es necesario sacar a colación la podredumbre con la que fueron elegidos? Sobre todo cuando vemos que lo que están haciendo con el pueblo durante el tiempo que les quede de legislatura (y no pongo “su pueblo” porque estos impresentables ni piensan ni se consideran como parte de él) no es otra cosa que, con la inmiseración de los que no tuvieron culpa, pagarle a los bancos alemanes las turbias transacciones que con su concurso se llevaron a cabo y a la banca española las consecuencias que provocaron su rapiña. Quienquiera que desee constatar lo que expongo, sólo tiene que investigar a cuanto ascendía la deuda de Grecia hace sólo cuatro años y a lo que asciende ahora. Han conseguido destrozar la economía helena hasta los cimientos. Si ya no la devastaron con anterioridad los que le robaron sus históricas ruinas.
Dicen los enganchados al pesebre que, si impugnamos el pago de una deuda que está siendo exclusivamente soportada por el pueblo (y de esta acepción excluyo a los que en función de su patología se consideran por encima de él), habremos cerrado la puerta tanto a las inversiones exteriores como a la posibilidad de que el Tesoro obtenga fondos con los que financiar las necesidades del Estado. Con respecto a este punto de vista, no sé si no lo ven o si no quieren verlo, que las inversiones lo primero que hacen es huir de una economía que se encuentra en una profunda recesión. Y con respecto al segundo, subrayar que una parte demasiado substancial del expolio que el gobierno está infringiendo al pueblo está siendo utilizado para pagar los intereses de una deuda que generaron los que habiendo materializado la situación en la que nos encontramos tienen la poca vergüenza de pedir que el rescate que precisan sea asimismo afrontado por el pueblo. ¿Piensan honestamente estos apesebrados (para lo cual es necesario hacer un ejercicio mental equiparable al éxtasis) que para el 2014 estaremos saliendo de la crisis y se iniciará una recuperación del empleo? Como nos asegura este nuevo gallego que se ha encaramado en el poder.
Yo les sugiero que se desembaracen de la subjetividad en la que se desenvuelven y que observen los resultados a los que nos está llevando a toda Europa (incluida Alemania) este tipo de política neoeconómica. Si con ella lo que estamos consiguiendo es que, al acogotarnos, el capital siga imponiendo la ley de la selva. El capital tiene mucho más que perder que aquéllos a los que no nos está quedando nada. Algo que me lleva a tener que ponderar una de las muchas secuelas que nos están plagando, como consecuencia de la opresión con la que nos tiraniza el capital: los desahucios.
Las Plataformas Stop Desahucios muestran el camino a seguir |
Observando el proceso que en nuestra economía ha impregnado un neoliberalismo que con la globalización nos auguró un mundo de prosperidad para todas las naciones, hemos podido constatar que estos vaticinios sólo estaban dirigidos a los que poseían grandes fortunas y a aquellas entidades que como la banca se les había concedido la potestad de crear dinero de la nada. No voy a detenerme aquí a considerar la validez de las razones que acostumbra a esgrimir ese exiguo porcentaje de la población que con ellas pretende justificar las enormes riquezas que está detentando. Voy exclusivamente a denunciar las actividades de una banca que, como testaferro de los que son, en contraposición a los que estamos luchando por serlo, practican los mismos abusoS que los que cometieron sus valedores. Y para ello saco a colación el hecho de que si, como consecuencia de esa permisividad con la que pretende adornarse el neoliberalismo, a la banca se le ha permitido crear dinero que sólo es virtual (y con ello conceder créditos que solamente estaban sustentados en los apuntes que tenía que hacer constar en su pasivo), cuando como consecuencia de una recesión en la cual esa banca ha sido partícipe, y ante la imposibilidad por parte del acreditado de hacerle frente a sus obligaciones, se ve obligado a entregar a esa banca lo que con dicha acreditación hubiera adquirido, con independencia de que en su pasivo seguiría figurando la cuantía de lo que virtualmente hubiera creado (y aquí no tengo espació para mostrar las tropelías que en el ámbito de las nuevas tasaciones la banca comete en el supuesto de una depreciación del bien requisado), mientras que ésta no tuviera que dar cuenta de su falta de solvencia (y como podemos comprobar, con el neoliberalismo se han inventado soluciones con las que solventarlas), en su activo figurarían unos bienes que mientras no se llevara a cabo la mencionada revisión habrían dejado de formar parte de la economía. Y que de ser rescatada lo sería en detrimento de los que hubieran sido detraídos de la comunidad.
Ante una realidad en la que los poderes que hasta ahora hemos considerado como fácticos están confabulados, ¿es posible esperar que con sus directrices podremos desembarazarnos de los desmanes de unas mafias que nos están llevando a la ruina? ¡Pero si son estos poderes los que los han originado y los siguen manteniendo! ¿No será mucho más lógico que, de una manera inteligente y al mismo tiempo firme seamos todos y cada uno de nosotros los que agarremos por los cuernos a estos minotauros que nos mantienen confinados en sus dédalos?
Entonces habremos emprendido la acción liberadora: nos habremos rebelado contra el sistema y quienes lo mantienen. Pero mientras tanto hay otras formas de rebelión que conviene empezar a practicar: no leas a la prensa que justifica la crisis y justifica que nosotros paguemos una deuda que en realidad es una estafa. ¡Que los lean y/o los vean quienes los mantienen con su publicidad!
Plumaroja
Para la rebelión, lo primero que hemos de hacer es crear la conciencia de clase: de clase trabajadora; obrera.
ResponderEliminarSalir del euro, solo reportaría beneficios para nuestra maltrecha economía. Tendríamos que pasar un par de años realmente malos, pero al tercero, resucitaríamos. De seguir en el euro, la crisis será permanente. Los economistas serios más optimistas, cifran la posible salida de la crisis para el 2.017; los más optimistas.
Hay que sembrar conciencia, esta debe ser nuestra principal tarea.