Primero
fue el incendio de Guadalajara, donde María Dolores Cospedal pretendió meter en
la cárcel a altos cargos de la Junta de Castilla-La Mancha; la Audiencia
alcarreña tumbó sus pretensiones. Más tarde lo intentó con José Bono, y el
Tribunal Supremo desmontó una por una sus intenciones y las del Grupo Intereconomia.
Ahora, la Fiscalía Anticorrupción advierte a la presidenta del Gobierno
castellano-manchego y al PP, que Juan Pedro Hernández Moltó, a quien
denunciaron por estafa, no se ha enriquecido en CCM, aunque el caso sigue en la
Audiencia Nacional.
No hay estafa. No hay
pruebas. No hay nada de nada de lo que María Dolores Cospedal pretendía cuando ordenó
al Partido Popular llevar a los tribunales al ex presidente de la desaparecida Caja
Castilla-La Mancha, Juan Pedro Hernández Moltó. Así, al menos, lo cree la
Fiscalía Anticorrupción, que ha pedido a la Audiencia Nacional que archive
parte del proceso penal contra Moltó, a quien la secretaria general del PP
acusó de estafa.
Y
no lo dice solo la Fiscalía. También la Guardia Civil avala la decisión fiscal al
sostener que “después de la investigación efectuada, y con los datos
disponibles, no se han detectado indicios de patrimonio oculto respecto de
ninguno de los dos imputados”. O lo que es lo mismo: Juan Pedro Hernández Moltó
no se enriqueció con Caja Castilla-La Mancha, primera entidad de ahorro
intervenida en esta crisis.
Tan
contundente es el informe de la Guardia Civil y tan claras las propuestas de la
Fiscalía, que el abogado de Juan Pedro Hernández Moltó, tras comprobar que el
juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, ha levantado el secreto del sumario,
pedirá “en el momento procesal oportuno el archivo de la causa” abierta contra
el ex presidente de CCM. José Ángel González Franco mantiene también que,
“ya que las investigaciones han concluido que no existe una
administración fraudulenta con ánimo de lucro”, se cae por su propio peso las
imputaciones del PP, aunque no es menos cierto que el resto de la causa sigue
su recorrido, pero también es obvio que el caso está más cerca del archivo que
de la apertura de juicio.
Por
el contrario, el abogado de la acusación particular ejercida por seis antiguos
representantes del PP en la asamblea de Caja Castilla-La Mancha y siempre a
instancias de su secretaria general, Ignacio Gordillo, se ha limitado a señalar
que todavía no se les ha comunicado el levantamiento del secreto de sumario.
Cabe preguntarse también si los populares celebrarán o no la comisión de
investigación en el Parlamento manchego que hasta en ocho ocasiones solicitaron
cuando eran oposición. Todo parece indicar que no se llevará a cabo.
Sea
como sea, lo cierto de todo este asunto es que a María Dolores Cospedal no se
le dan bien los tribunales. Será porque no elige bien a sus abogados, o porque
sus denuncias carecen de fundamento. El caso es que la Justicia ha corregido
hasta en tres ocasiones sus propósitos. Primero quiso meter en la cárcel a
altos cargos de la Junta de Castilla-La Mancha por el incendio de Guadalajara,
que llevó a la Audiencia provincial a dictar un auto exculpatorio. Más tarde,
con la ineludible compañía del Grupo Intereconomia, quiso llevar a José Bono
ante el banquillo de los acusados por enriquecimiento ilícito, supuestas
intenciones que el Tribunal Supremo ha tirado una y otra vez. Y ahora, llega la
Fiscalía Anticorrupción y le dice que Moltó está más limpio que la patena en
cuanto a estafa se refiere.
¿Tendría la misma
suerte si el implicado fuera Nacho López del Hierro?
Comentarios
Publicar un comentario
DEJA AQUÍ TU OPINIÓN