TODOS CORRUPTOS

Mercedes Arancibia

Este es el mensaje, la corrupción es el medio y el medio es el mensaje: todos corruptos, todos sin excepción.

El yerno del rey, la hija del rey, el secretario de la hija del rey, Mariano Rajoy, María Dolores de Cospedal, Ángel Acebes, Javier Arenas, Francisco Álvarez Cascos, Jaime Mayor Oreja, Rodrigo Rato “y otros cargos del Partido Popular aparecen citados en listados contables elaborados por los tesoreros del PP Álvaro Lapuerta y Luis Bárcenas para controlar las entregas de dinero procedentes de ingresos anónimos de personas y empresas incursas a su vez en casos de corrupción política y administrativa, en lo que supone el caso más grave de atentado al estado de derecho en España desde el fatídico 23 de febrero de 1981” (Rafael J. Claudín, periodistas-es.org); todos los del “caso Noos”, los del “caso Gürtel”, los Camps y otros de Castellón que ganan en todos los sorteos de la lotería, los de los eres socialistas falsos de Andalucía, los de las adjudicaciones de obras municipales de todas –sin excepción- las autonomías, regiones y provincias de este puto país; los de los arreglos del Palau; los contratistas, subcontratistas y peones de la construcción de todas las viviendas, urbanizaciones, centros vacacionales, campos de golf y otras gollerías que en las décadas pasadas convirtieron a los poceros de carreta con burro en patrones de yates multimillonarios; el listillo de la Fundación Ideas que se lo ha llevado crudo; la Pantoja, el amante de la Pantoja, la mujer del amante de la Pantoja, los amigos del amante de la Pantoja y las amantes de los amigos del amante de la Pantoja; los deportistas hasta las cejas de Epos y transfusiones, los médicos cómplices, las federaciones, clubes, asociaciones, etc., con los ojos cerrados… los cargos sindicales ascendidos por obra y gracia de los votos a la categoría de “políticos profesionales”; los curas y las monjas que cobran del Estado por sus colegios de toda la vida, donde imparten doctrina y cobran también a los padres de los alumnos hasta el “desgaste de material”; los periodistas, polemistas institucionales, opiniatras sin opinión, expertos en nada hablando de todo…

Todos corruptos, desde el chico de la pelota que metió el gol de su vida al casarse con la princesa rubia hasta el fontanero que te cobra en negro sin IVA, y tú que se lo agradeces.

Todos corruptos. Los de la lista que encabeza estas líneas acabaran sacando a relucir lo de la inmunidad parlamentaria y –como Berlusconi y otras joyas políticas- terminarán por irse de rositas. Los demás seguirán librando batallas en los tribunales, apelando, retrasando condenas, haciendo tiempo para que prescriban los delitos. Los que se han hecho millonarios con el ladrillo en este lodazal algo tendrán que pagar por ello, pero no dejarán de ser millonarios. El fontanero y tú os quedaréis como estabais, jodidos, pasando de mano en mano de una jauría de desalmados a otra. Más jodidos y más desalmados que nunca. Y, como todos somos corruptos, “a quien Dios se la dé que San Pedro se la bendiga” y que “tu mano derecha siga sin enterarse de lo que hace la izquierda”, que hasta ayer mismo era la buena.

No era de izquierdas, sino muy conservador, el político y alma de la Restauración, Antonio Cánovas del Castillo, cuando sentenció: "Son españoles los que no pueden ser otra cosa."

(Y ahora que vengan todos los patriotas y me tiren piedras).