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Grupos 'paramilitares' dirigen las movilizaciones contra el régimen Chavista |
Pasa que
comunicadores como Ildefonso Finol, Miguel Ángel Pérez Pirela y quien suscribe
desde principios de siglo denunciamos la infiltración de paramilitares.
Acontece que éstos progresivamente cobran vacuna, establecen alcabalas y toques
de queda, ejercen trata de personas, narcotráfico, sicariato, propagación de
casinos, contrabando de extracción, intento de magnicidio y control sobre
empresas de seguridad y transporte. Ocurre que progresan del crimen organizado
a la parapolítica: bajo protección de las policías de un puñado de alcaldías
opositoras en tres años lanzan tres oleadas terroristas, dejan centenares de
víctimas fatales entre las cuales se cuentan autoridades, fiscales y
motorizados degollados con guayas; queman dependencias y transportes públicos;
incendian hospitales y guarderías con niños dentro; incineran ciudadanos en
plena calle. No parecen actividades pacíficas. Pacíficas son las víctimas
irreparables.
El coronel
estadounidense Max G. Manwaring, del Comando Sur y del Instituto de Estudios
Estratégicos del Departamento de Defensa de Estados Unidos, al estudiar el caso
de Venezuela sostiene que el bolivarianismo libra una Guerra Asimétrica, o de
Cuarta Generación, con las características siguientes:
“1) La lucha es
predominantemente políticosicológica, no militar –aunque hay un importante rol
militar o paramilitar en el proceso.
2) El conflicto es
extenso, y cubre tres o cuatro etapas.
3) La guerra se
libra entre beligerantes con capacidades asimétricas y asimétricas
responsabilidades hacia quienes los manejan (…)
4) La contienda
tiene dimensiones e implicaciones transnacionales.
5) La Guerra no es
limitada en su propósito. Es total en la medida en que busca darle al ganador
absoluto poder para controlar o reemplazar el gobierno existente” (State
and nonstate associated gangs: credible midwives of social orders 2009).
La proyección es un
mecanismo psicológico por el cual acusamos a otro de nuestros propios pensamientos
o acciones. El coronel Mainwaring acusa a los bolivarianos de desarrollar el
conflicto en las siguientes fases:
“1) (…) Entrenar
cuadros de profesionales (propagandistas y agitadores) para tareas de liderazgo
y combate político-militar, y crear selectos ambientes de caos.
2) Crear un frente
político y militar de clases medias “desburguesadas” e individuos con
mentalidad similar, para que trabajen juntos en la desestabilización de las
sociedades opuestas y la imposición de la nueva socialdemocracia.
3) Fomentar
conflictos regionales. Esto involucrará operaciones preparatorias, encubiertas
y graduales político-militares y psicológicas para desarrollar y nutrir el
apoyo popular.
4) Planear
actividades abiertas y directas de intimidación, incluyendo acciones populares
(tales como manifestaciones, huelgas, violencia cívica, violencia personal,
lesiones y asesinato (…) para debilitar los Estados elegidos como blancos y
debilitar el control militar enemigo y sus medios de control.
5) Directa, pero
gradualmente confrontar una fuerza militar enemiga desmoralizada y llevarla a
su colapso”.
Juzgue el ecuánime
lector si el bolivarianismo es autor o víctima de tal índole de ataques.
Vivimos ya situaciones como las de la cotidiana invasión de Nicaragua por la Contra,
como las de Chechenia, Libia o Siria. Quizá el veto potencial de Rusia y de
China en el Consejo de Seguridad de la ONU nos ha salvado hasta el presente del
diluvio de bombas o la invasión militar abierta. Pero tal veto no puede
protegernos contra un conflicto interno no declarado ante el cual no ejercemos
el derecho a la defensa. No nos defendemos contra empresas de maletín,
bachaqueros, contrabandistas ni descuartizadores; tampoco contra terroristas
organizados, protegidos y subsidiados. Hemos dejado instalarse en nuestro
territorio un enemigo tenaz, sin escrúpulos y despiadado. Guerra avisada sí
mata soldado, si pretendemos que no existe. El primer requisito para ganar una
guerra es reconocerla Como decía José Félix Ribas, no podemos optar entre vencer
o morir. Necesario es vencer.
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