Antonio Rodríguez Rubio
La sordina es una pieza que
se le pone a algunos instrumentos musicales para quitar estridencia. El sonido
de la trompa, se modula con la mano en el pabellón.
La trompa, es un instrumento
complejo: se emite una nota con los labios en la boquilla, tiene tres llaves
para la mano izquierda y la mano derecha dentro del pabellón. La trompa es uno
de los instrumentos más versátiles de viento-metal.
Director, orquesta y coro.
Concertino. Solistas.
Salvo algunos directores que
han sido considerados maestros absolutos (Karajan), el director de la orquesta
es el encargado de dar su impronta a una partitura musical y su selección. Sería
el coordinador de todos los elementos que integran el conjunto musical. Pero el
autor de la partitura y por regla general, entrega un trabajo terminado que
además de las notas del pentagrama se vale de otros signos. Si se es fiel a la
partitura, queda poco a la improvisación.
La orquesta, es un todo en
el que cada intérprete tiene un papel y un instrumento determinado. El coro lo
forman personas que formando parte del todo, se distinguen dependiendo de las
tesituras vocales.
El concertino, además de ser
el primer violín e inmediato al director, suele ser el que afine la orquesta
(en la).
Los solistas suelen ser la
figura principal de un concierto y tanto la orquesta como el coro, lo arropan.
También hay orquestas de
cámara.
Y hay recitales donde el
intérprete está acompañado de un piano.
Hay instrumentos como el
órgano o el piano que dan recitales sin precisar de otros.
Luego, están las bandas
militares…y, las charangas.
Además, hay sordos que tocan
de oído.
Como decíamos, el director,
la orquesta, el coro, el concertino y los solistas, forman parte de un todo. Un
todo que abarca la totalidad de individualidades.
Y hay veces que, sobre todo
al viento-metal, se le pone sordina.
Una sociedad bien
estructurada, es como nuestra gran orquesta. Cada cual tiene un papel que interpretar.
No es muy común que el timbalero dirija la orquesta. Los clarines, están muy
bien para las plazas de toros.
Hasta la fecha, dios no es
director de orquesta (aunque algunos se lo crean).
Si un instrumento desafina,
puede echar abajo todo el trabajo del conjunto; en nuestras sociedades, hay
muchos que desafinan. Los hay que como el burro, hacen sonar la flauta; pero
esto, es por casualidad.
La fidelidad a la partitura,
es primordial.
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