“Quería dar la palabra a quienes no la
tuvieron” (Deborah
Lipstadt)
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Negación. Cartel en español |
Negación (Denial) es una película británica
histórica, un drama judicial basado en la historia real de la historiadora
estadounidense Deborah Lipstadt, autora del libro autobiográfico My Day in
Court with a Holimar Denier, dirigido por Mick Jackson, guionizado por
David Hare (guionista de El lector) y protagonizado por Rachel Weisz (La
juventud, Agora), Tom Wilkinson (Snowden, El gran hotel Budapest) y
Timothy Spall (Harry Potter y las reliquias de la puerta, partes I y
II).
La película dramatiza el caso
“Irving y Penguin Nooks Ltd.”, en el que Lipstadt, una erudita del Holocausto,
fue demandada judicialmente por difamación por el negacionista David Irving, y
los distintos pasos del Tribunal Supremo (Alto tribunal) hasta la absolución de
la procesada. El origen de la demanda se encuentra en el libro Denying The
Holocaust: The Growing Assault on Thruth and Memory, escrito por Deborah
Lipstadt en 1993, en el que acusaba a los medios de comunicación
estadounidenses de reescribir la segunda Guerra mundial, y a los negacionistas
del Holocausto, como Irving, de falsear la historia.
Para entonces, David Irving llevaba
treinta años consolidando una carrera de historiador a base de repetir y
argumentar con pruebas dudosas su propia versión de la historia,
fundamentalmente negando que existiera un plan nazi para el exterminio de
millones de judíos, y haciendo adeptos con su versión. El historiador militar
británico Sir John Keegan, llegó a escribir que los libros de Irving eran una
lectura esencial para cualquiera que quisiera entender la guerra en su
totalidad.
En principio, y a poco que se
esfuerce la producción, una película sobre los acontecimientos de la Segunda
Gran Guerra, y más específicamente sobre el Holocausto, tiene asegurado el
aplauso de crítica y público. Es un tema siempre sensible, que continúa
levantando ampollas en muchos rincones del planeta, y con más motivo en los dos
últimos años después de celebrarse el 70 aniversario del final de la
conflagración y haber salido a la luz los que son probablemente son los últimos
testimonios directos de aquellos acontecimientos que partieron Europa en dos
mitades durante casi medio siglo.
Pese a ello, pese a tratarse de un
tema que toca muchas fibras sensibles, no puede decirse que Negación sea
una película completamente lograda. Al estar únicamente centrada en el proceso
judicial, corre el riesgo de aburrir en algunos momentos.
Estamos en 1994. Deborah Lipstad
(Rachel Weisz) da una conferencia en la Universidad Emory, en Georgia, a
propósito de su libro, en el que acusa al historiador David Irving (Timothy
Spall) de haberse hecho famoso negando la existencia de la Shoah, que los judíos
fueran gaseados en las cámaras de gas de But what was it about Irving’s career
that led him to be such a target for Lipstadt? Auschwitz, etc. El revisionista
británico, que se encuentra en la sala, se dirige a la ponente, acusándola de
difamación. Dos años después, presenta una denuncia ante el Alto tribunal de
Inglaterra contra la historiadora y contra la editorial Penguin Books, que
publicó el libro. Negación sigue todo el proceso, cuya sentencia no
llegará hasta el 11 de abril del año 2000, en una sucesión de testimonios.
Lo más sorprendente, para la prensa
y el público de Estados Unidos, que siguen el asunto, es el sistema judicial
británico que hace recaer sobre el acusado el peso de la prueba, de forma que
Lipstadt, defendida por un equipo que dirige Richard Rampton (Tom Wilkison) y
representada por el abogado Anthony Julius (Andrew Scott), tiene que probar la
existencia del Holocausto y, por consejo de sus asesores jurídicos, hacerlo sin
recurrir al testimonio de los supervivientes. En el derecho estadounidense
ocurre justamente lo contrario: poniendo el acento en la libertad de expresión,
es el demandante quien tiene que probar que es falso lo que se ha escrito sobre
él.
Lipstadt ganó el caso y gracias a
ella, y a su equipo de defensa, los hechos del Holocausto se prestan desde
entonces menos a la controversia, aunque sigue habiendo negacionistas (como el
político francés Jean-Marie Le Penn, padre de la actual aspirante al Elíseo).
Probablemente se trata de una
historia que funciona mejor en un libro que en el cine. Porque es un caso muy
complejo y difícil de acercar al espectador en todos sus matices jurídicos, y
mucho más difícil aún simplificarlo.
Negación funciona gracias al excelente
reparto.
Mercedes
Arancibia || Periodista
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