viernes, 14 de marzo de 2014

TODO POR LA PATRIA... PERO LA PASTA PARA ELLOS

Con la situación de dramático desempleo que vivimos, luchar por mantener un trabajo y unas condiciones salariales más o menos dignas se ha convertido en una auténtica odisea. Incluso en algo criticable o impopular en muchos foros. El argumento es demoledor: Tienes trabajo, ¿qué más quieres? No pretendas además un sueldo justo o una miaja de respeto a tus derechos laborales. ¡Con la que está cayendo! Debemos sentirnos afortunados por el “privilegio” de currar a cualquier precio. Hasta gratis.
El Banco de España, la caverna mediática y dirigentes del PP como Mariano Rajoy, Alberto Fabra o Cospedal, mantienen esa opinión. Los buenos patriotas, con ganas de trabajar, trabajan aunque sea gratis. Según esta teoría, los cinco millones largos de parados son un hatajo de vagos desleales con la patria. Podían estar asfaltando carreteras o limpiando bosques por la jeta (perdón, patria) pero se empeñan en buscar empleos remunerados por esa afición burguesa a comer que tiene el proletariado desclasado. 
Se me vienen a la memoria las frasecitas de Diaz Ferran, expresidente de la CEOE, o de Tezanos, procesado por el asuntillo de los cursos para parados, y de tantos y tantos empresarios, llamándonos a trabajar gratis o por un plato de comida, y se me revuelven las tripas. La misma repulsa me provocan Cristine Lagarde y tantos hijos de puta como abundan en nuestro gobierno y entre nuestra clase política. Todos repitiendo el mantra liberal de que es tiempo de austeridad y de apretarse el cinturón. Lo dicen con sueldos de 300.000€, cobrando cantidades astronómicas en B o cobrando dietas como diputado a pesar de residir en Madrid. ¡Maldigo la paciencia y resignación del pueblo español!
Lo que si veo claro es la falta de respeto. El insulto certero como un tiro entre los ojos. Si esa patria de la que hablan estos hijos de puta está representada por pájaros de su calaña, me declaro abiertamente apátrida. Y, por si acaso, amátrida también, que le quede claro a Gallardón. Tenemos conceptos muy distintos de lo que significa patria. La mía, la que sufre y se empobrece por un gobierno insensible, no tiene que ver nada con la suya.
Los patriotas que yo conozco están luchando en las calles y en los puestos de trabajo contra las desigualdades e injusticias que nos imponen las recetas ultraliberales. Para defender las libertades y la pluralidad de la democracia y lo hacen gratis. Por coherencia, solidaridad y responsabilidad con las futuras generaciones.
Pero claro, la gente como Rajoy, Fabra, Cospedal o Tezanos, no tienen pajolera idea de lo que hablo. Ellos están a otra cosa, ya se sabe. Acumulando nuestro trigo en sus patrióticos (y privatizados) graneros. Dejándose la vida (de los otros) por su patria.
Plumaroja

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