La preservación de la
naturaleza, entra desde siempre en los programas de izquierdas. No veo la
necesidad de crear un partido dedicado exclusivamente a esto. Es más, en el
franquismo también se pensó en la naturaleza; el Ayuntamiento de Librilla firmó
un protocolo con el Patrimonio Forestal del Estado en 1951 por el que se
repoblaron los montes comunales; también partió una orden para reciclar el
papel que sobraba en los ayuntamientos.
Ignoro si alguna
organización se ha hecho eco de la muerte de muchos pinares atacados por el
barrenillo de los pinos; afecta a casi toda la Península. Lo achacan a las
prolongadas sequías; creo que a algo más. La desidia que se ha venido dando en
los últimos años con respecto a este asunto.
Me decían los técnicos de la
conservación de los montes que no se fumigaba porque morirían todas las
especies, no solo las dañinas. Con esa política, lo que está muriendo, es la
población de pinos; no solo los bichos. Es que si no hay pinos, dejará de haber
los insectos que viven gracias a ellos. Si mueren los bichos beneficiosos a la
par que los dañinos, se pueden repoblar; esta es una técnica que se viene
haciendo en los cultivos ecológicos en invernadero.
En Librilla y dentro de los
montes comunales, se hizo un depósito para poder abastecer a todo el término
municipal de agua potable. Vino a su inauguración el Consejero de Agricultura y
Agua Eduardo Sánchez-Almohalla Serrano. Desde esa altura y dado que era un día
claro, se podía ver Murcia y Monteagudo (a unos 25 km); el hombre quedó
maravillado por las vistas, entonces le dije:
- “Pues ahora mire usted al
suelo y verá que la leña de las podas está ahí amontonada; un incendio se puede
dar en cualquier momento”.
Según un estudio realizado
por la Facultad de Biología de la Universidad de Murcia (la pública), nos dice
que de seguir el paso que llevamos en la Región, para 2100 será un desierto
toda ella. Y se están muriendo los pinos.

La falta de agua y los bajos
precios de los cítricos, han hecho que se abandonen plantaciones. En la vega de
Librilla se ha sustituido el verde por el pardo. El agua disponible en el Valle
del Guadalentín, se está dedicando a las hortalizas en cultivo intensivo. La
sobreexplotación de los acuíferos, ha hecho descender el nivel freático más
allá de los 300 metros (dependiendo de la zona). El agua de los pozos utilizada
sin medida, hace que las tierras se salinicen y se conviertan en improductivas.
Lo malo de esto es que
estamos muy preocupados con la situación económica y el paro y, no prestamos la
atención que precisa. Lo que está pasando en la Región de Murcia y en otras Regiones,
es muy alarmante; nos estamos cargando nuestro hábitat.
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