España podría generar 80 veces su consumo eléctrico con Energías Renovables |
Sin atender a las voces que le pedían que corrigiera el último Decreto eléctrico, entre las que se encontraban incluso la de la Comisión Nacional de la Energía, el Gobierno de Mariano Rajoy acaba de perpetrar la violación de los intereses generales del país en beneficio de las empresas que constituyen el lobby eléctrico UNESA: es decir, Endesa, Iberdrola y Gas Natural/Fenosa, más la filial de la alemana E-On, con algunos clientes en el norte de España y la portuguesa EDP, que en 2005 compró el 96,6% de las acciones de la asturiana Hidroeléctrica del Cantábrico y pasó a llamarla Hidrocantábrico.
Así, mientras medio mundo se ríe abiertamente de nuestro país por obstaculizar el uso de la energía solar, como evidencian las grandes publicaciones económicas internacionales, desde la americana Forbes, que califica las medidas de “absurdas/ridículas/carnavalescas” hasta el australiano Bussiness Spectator, que las califica abiertamente de “estúpidas“, nuestro tándem gobierno/eléctricas impiden una de las pocas soluciones autóctonas a nuestros problemas de competitividad y seguridad económica.Las medidas adoptadas son las sugeridas por dichas empresas, como se aprecia en el hecho de que, el mismo día, el 16/8/2013, en El País se publiquen los argumentos de UNESA… y, en idéntico sentido, los del presunto ministro de industria, en realidad el ejecutor en el actual gobierno, junto con el ministro de Guindos, proveniente de ENDESA, de las directrices de dichas compañías privadas… aunque trufadas en sus Consejos de Administración o como asesores de políticos como Felipe González y José María Aznar, por citar los ejemplos más esclarecedores. Estoy dispuesto a cruzar apuestas con quien quiera que el tal Sr. Soria se sentará a comer de alguna/s de dichas empresas antes de cinco años.
Peligro de electrocución para España
Como es bien sabido, España ha de comprar en el exterior más del 80% de la energía que necesita, en forma de gas, petróleo, carbón y material radiactivo.
La reciente crisis egipcia enseguida hizo subir los precios del petróleo. Nuestra dependencia en materia de energía debe ser considerada, en primer lugar, como un problema básico de seguridad en el suministro. Si hay crisis energética, las reservas de España dan para menos de tres meses.
No es por ello exagerado afirmar que no tomar medidas ante esa situación es poner al país en riesgo de electrocución. Y si lo que se hace va en sentido contrario, ampliar aún más la dependencia, equivale a humedecer el suelo eléctrico que pisamos. Es irresponsable. Y como vamos a ver, absurdo.
El sol es gratis, ecológico y muy duradero
Consumir combustibles fósiles nos despeña en el cambio climático. Y, a corto plazo, significa la muerte para unos 16.000 españoles al año, según los cálculos de la Sociedad Española de Neumología. Ayuntamientos como el de Madrid se dedican a falsear las tomas de aire ante la evidencia de que es irrespirable. Y no toman ninguna medida restrictiva de circulación o de potenciación de vehículos ecológicos, como los eléctricos.
La otra solución, la nuclear, ha sido abandonada por Alemania ante la evidencia de que no es segura, como Fukusima en Japón nos recuerda cada día. Ningún seguro del mundo cubre el riesgo nuclear por el mismo motivo.
Y ahora veamos el tema desde el punto de vista económico
La energía solar es gratis. Y en España puede cubrir miles de veces la totalidad de nuestras necesidades energéticas.
Simplemente poniendo unos paneles fotovoltáicos en nuestros tejados, podemos a lo largo del año tener la totalidad de la energía que necesitamos.
Así se ha hecho en Alemania e incluso en países europeos aún menos soleados, como Noruega que, a pesar de ser una gran potencia petrolera, cubre con paneles solares fábricas, comercios y casas para aprovechar esa energía gratuita, limpia… y barata.
Ya hoy, los paneles solares han bajado tanto de precio que una instalación industrial se amortiza en tres años y una doméstica en cinco. Y los paneles tienen una garantía de 25 años y una vida útil que aún se desconoce, ya que los primeros que se pusieron, en los años sesenta del pasado siglo, siguen funcionando hoy.
España cuenta, o podemos decir mejor, contaba hasta que el decreto al que aludimos entró en vigor, con una industria solar que cubre todo el ciclo, desde la investigación a la producción y a la instalación. Grandes y pequeñas empresas, así como pioneros centros de investigación del CSIC o de Universidades, nos habían situado a la cabeza de la mayor parte de los subsectores – térmicos, fotovoltáicos, de concentración, etc.
La regulación del gobierno/eléctricas ha cerrado el paso a que el exceso de producción diurno y veraniego compense el consumo nocturno e invernal, lo que se denomina Net Mettering o Autoconsumo y existe en todo el mundo civilizado.
Yendo más lejos, ha impuesto un idem sobre la producción solar…para compensar al sistema eléctrico caro y obsoleto por lo que deja de vender. Como si a los ciclistas se les hiciera pagar por el “daño“ que causan al no comprar coches ni gasolina, en una afortunada comparación de una diputada socialista.
Y, para cerrar el círculo de su absurda y estúpida decisión, tomando los adjetivos que les dedica la prensa internacional, incluso amenazan con fuertes multas a quien ose poner en su casa unas placas y no las declare, en la mejor tradición hispánica de la Santa Inquisición.
Con todo ello, carga a empresas y familias costes innecesarios y, lo que es peor, al evitar la disminución de un componente esencial de los costes, el energético, arruina nuestra competitividad e hipoteca nuestro futuro.
Las empresas eléctricas son el problema
Ya hemos visto que las empresas eléctricas son un reducido oligopolio trufado de intereses de políticos sin escrúpulos que solo buscan su beneficio en detrimento de los intereses generales de España. Aznar se compró una casa ilegal en Marbella y Felipe González se está construyendo en Marruecos una mansión de tres millones de euros. Y claro, hay que sacar el dinero de algún sitio.
El sector eléctrico español tiene una capacidad de producción de 104.000 unidades eléctricas y consume 40.000. Como por seguridad del sistema se calcula que debe tener una holgura del 15%, con menos de la mitad del sistema tenemos cubiertas las necesidades. Sobran por ello instalaciones.
Las centrales de gas de última generación son las más limpias y eficientes de las que funcionan con combustibles fósiles… pero tienen el inconveniente de que, aunque no funcionen, han de pagar por el gas aunque no lo consuman. Gas Natural/Fenosa acaba de pagar a Argelia 1.000 millones de euros por ese concepto.
Las nucleares no contaminan el aire… pero amenazan todo. Y las que funcionan en las islas con gasóleo o fuel, incluso el canario Sr. Soria acepta que deben cerrar de inmediato porque es más rentable producir la electricidad con sol y aire.
Las de carbón producen electricidad barata pero son muy contaminantes. Y la más barata es la proveniente de los embalses. Aunque tienen el inconveniente de que nuestro país no siempre cuenta con capacidad de desembalsar agua por su régimen irregular de lluvias.
Por último, los productores de energía solar ya conseguimos inyectar un 5% del total y los eólicos, según sople el viento, hasta el 55%.
Es decir, las eléctricas han invertido de más en ciclo combinado, nuclear y carbón. Y nos pasan, con la ayuda del gobierno, la factura. Como antes han hecho los bancos y ahora mismo las autopistas. Los grandes lobbies eléctricos, financieros y constructoras juegan en casa con los gobiernos PP/PSOE.
Dos escenarios para un mismo drama
El drama de la actual situación energética de España, tiene dos posibles escenarios a medio plazo.
Uno, el político, puede ser equivalente a la Ley Wert sobre educación, llamada a durar un máximo de dos años si los actuales partidos políticos distintos al PP tienen futuro y palabra, ya que se han comprometido a derogarla en cuanto cambie la correlación de fuerzas. Lástima del tiempo perdido para los intereses generales de los españoles.
El otro escenario es que los españoles tengamos que seguir abocados a la picaresca para sobrevivir de los malos gobernantes y camuflar los paneles del tejado con enredaderas y trampantojos. O aún peor, que tomemos al pié de la letra las recomendaciones del ínclito peón de brega Sr. Soria: nos desconectemos del sistema eléctrico añadiendo a las placas las contaminantes baterías. Lo que sería desde el punto de vista económico rentable pero no tanto desde el ecológico, por la cantidad de metales pesados que las componen.
Eso sin contar con las novedades que las sucesivas elecciones nos vayan deparando. España cambió incluso de régimen político por unas elecciones municipales. Y las europeas nos esperan en mayo de 2014.
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