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Pedro Sánchez Vs Mariano Rajoy |
Paradojas
del destino. Si Pedro Sánchez quiere zaherir y ridiculizar a Mariano Rajoy el
próximo día 30 en el Congreso lo tendrá muy fácil: solo tendrá que repetir
palabras similares a las que lanzó contra él Rajoy cuando el líder socialista
intentó sacar adelante su investidura en marzo con el mismo y único socio,
Ciudadanos. Rajoy dijo entonces que Sánchez era un bluff porque se presentaba a
la investidura "sin mover un dedo para formar gobierno: a lo mejor usted
pretende que alguien se lo regale", dijo. Y añadió: "lo que pretende
hacernos creer Sánchez es que si España no tiene gobierno, si no completa una
mayoría, si él no es elegido presidente, será por culpa de todos los demás, que
son los malos" ¿Quién será ahora el culpable de no formar gobierno? ¿Quiénes
son ahora "todos los demás"? ¿Quiénes son ahora los malos? ¿Quién
acude a la investidura sin haber hecho los deberes, ni buscar los apoyos
suficientes para completar una mayoría?
En la sesión en la que el PP y Podemos se negaron a
abstenerse para permitir un gobierno de PSOE y Ciudadanos, Rajoy aseguró
también que Sánchez había “engañado al Rey, a esta Cámara y al conjunto de los
españoles” por acudir sin una mayoría y calificó la candidatura de Sánchez de
“ficticia”: “¿Hemos venido a votar una mayoría –preguntó Rajoy- o a incubarla?
Y añadió: “Estamos ante un sucedáneo de investidura en la que el PP no va a
asumir ningún papel de cortejo, ni a rebajar su dignidad” para dar a Sánchez su
abstención.
Rajoy ridiculizó, con enorme sarcasmo, el pacto con Ciudadanos
(el Pacto
de Guisando lo llamó) porque, dijo, “carece de relevancia y porque se ha
presentado sin el menor sentido del ridículo”. Aseguró varias veces más que
Pedro Sánchez “no había hecho ningún intento serio para lograr una mayoría
suficiente por lo que España está en una situación de mayor inestabilidad y
mayor desconfianza”.
Aunque le ha costado lo suyo y también ha estado de
vacaciones, llega ahora Rajoy a su investidura en situación muy similar con el
único apoyo de Ciudadanos, sin haber “movido un dedo” para conseguir una
mayoría y exigiendo ahora al PSOE su abstención, amenazando una y otra vez a
Pedro Sánchez que de no hacerlo así, de no regalarle su apoyo será por culpa de
todos los demás, en especial de los socialistas, que ahora son los malos.
Con estos antecedentes, no parece muy difícil ponerse en
la piel de Pedro Sánchez, a quien Cospedal llamó “demagogo, chulo y soberbio”
para exigirle, con estos antecedentes lingüísticos, que “dejara su ego
personal” y apoyara a Rajoy asumiendo, claro, su papel de cortejo del PP... No
parece difícil ponerse también en la piel de los actuales dirigentes del PSOE
que se tragaron todos los sapos y sarcasmos de Rajoy, el mismo candidato a la
investidura que ahora exige a los socialistas el regalo de su apoyo, por el
bien de España y de los españoles, para que el presidente del PP no haga el
ridículo en la Cámara y para que no engañe al Rey al acudir a una investidura
sin los votos suficientes para formar gobierno.
César Ortega, periodista
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